08. Traidores

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Después de que Forth, Kongpob y los demás soldados dejaran la aldea, Beam y Arthit entraron a la casa, Arthit le mostró a Beam la habitación que podría utilizar mientras dure su estancia con él.

Era una habitación no muy amplia. Tenía una cama individual y un armario pequeño.

Ahora que lo pensaba Beam, no tenía absolutamente nada de ropa que podría utilizar. Lo único que tenía era la ropa actual que tenía puesta. Con ese pensamiento Beam decidió hablar con Arthit.

"Arthit" Dijo Beam para llamar la atención de Arthit quién se encontraba buscando en uno de los cajones del armario.

"Dime Beam" dijo Arthit mientras se giraba para mirar a Beam con una gran sonrisa.

"¿Crees que podrías ayudarme a encontrar un trabajo para poder conseguir un poco de dinero?"

"¿Por qué quieres conseguir dinero?" Pregunto Arthit

Beam se sentía un poco apenado, como decirle que cuando conoció a Forth solo tenía su uniforme del ejército y que después ese uniforme fue desechado y cambiado por la ropa que utiliza actualmente.

Arthit era paciente con Beam, pues él sabía todo lo que ha pasado desde que llego a manos de Forth. Por supuesto que Kongpob le contaria todo a su esposo. Sin embargo Arthit se preguntaba ¿porque Beam no había intentado huir? Es decir, no es que Arthit lo esperará, pero no sabia porque Beam se había mantenido tan obediente con las palabras de Forth.

"Beam, si lo que quieres es irte, ¿porque no aprovechas y te vas?. Yo te ayudaré, si es lo que quieres" dijo Arthit cuando Beam se quedó en silencio.

Beam se mordió el labio inferior ante las palabras de Arthit. No estaba planeado huir. No podría hacerlo. Beam quiere pasar todo el tiempo que pueda al lado de Forth. ¿Por qué?... Porque es la persona de la que lamentablemente se enamoró y esperará hasta que Forth regrese y cumpla su promesa.

"Si es dinero lo que necesitas, yo te daré el que necesites".

"¿Por qué me ofreces eso?¿Acaso no tienes miedo de lo que Forth pueda hacerte?" dijo Beam bajando la cabeza.

"No te preocupes por mí. Tengo a Kong conmigo, él no permitirá que nada me pase, solo toma esta oportunidad Beam y se libre".

Beam levantó su rostro y miró a la persona frente a él, lo que vio le dejó sin habla, el rostro de Arthit estaba lleno de lágrimas. Beam no entendía el comportamiento de Arthit. ¿Porque una persona que acababa de conocer se preocupaba por él?¿Será que...?.

"Arthit, ¿Sabes por qué estoy aquí?" Pregunto Beam y Arthit solo asintió.

"Kong me lo contó. Entre él y yo, no hay secretos" dijo Arthit mientras secaba sus lágrimas. "Asi que puedes irte, te ayudaré y Forth no podra volver a lastimarte".

"No lo entiendes, es que yo no quiero irme".

Arthit miro a Beam cuando nuevamente se quedo callado. Observo las acciones de Beam y por un momento comprendió porque Beam se negaba a aceptar su ayuda.

"Beam... dime si me equivocó, pero la razón por la que no quieres irte es porque... ¿te enamoraste de Forth?"

El silencio confirmó a Arthit sus sospechas. Respiro profundamente mientras se resignaba.

"Beam, te gustaría ayudar en la clínica?" Preguntó Arthit mientras se acercaba a Beam y tocaba su hombro.

"Pero, es trabajo voluntario. Así no conseguiré dinero".

"No te preocupes. No necesitas trabajar, puedes comprarlo todo lo que necesites".

"Pero, yo no tengo dinero".

"Tú no, pero tu marido si" dijo Arthit con una gran sonrisa, lo que hizo reír a Beam y asintió.

"Tomalo como una pobre compensación por todo lo que te ha pasado por su culpa" dijo Arthit y tomo la mano de Beam, debían comprar muchas cosas.

°°°°°

Varios días han pasado desde que Forth se había unido al ejército y se había ido de la aldea, en ese tiempo Beam y Arthit se han acercado más y ahora son capaces de hablar con normalidad.

Han estado ayudando en la clínica. Al principio Beam era un poco torpe rompía algunas cosas, pero ahora se ha vuelto un experto en cuidados. Algunos soldados que habían ido con Forth habían ido a la aldea para ser atendidos, ya que al no ser "soldados de élite" como los llamaba el general del ejército. No se merecían ser atendidos por los mejores hospitales que estaban a cargo de la salud del ejército principal.

En ocasiones también llegaban soldados ajenos a la aldea, que eran personas que eran ciudadanos de bajos recursos que fueron obligados a servir al país.

"Beam, eres muy bueno en esto. No entiendo porque te uniste al ejército. Debiste haber estudiado medicina" dijo Arthit mientras ayudaba a Beam a vendar el brazo de un soldado herido de bala.

"Creo que debí haber tomado ese camino, sin embargo no me arrepiento" dijo Beam con una sonrisa.

"No te gustaría seguir ayudando a tu país a ganar la guerra?"

"Se que ellos lo están haciendo bien y no me necesitan"

"Ya verás que esto pronto Terminará y te podrás reunir con ellos" dijo Arthit mientras le daba una sonrisa cálida a Beam, quien asintió a modo de confirmación.

Terminaron de vendar el brazo y dieron de alta al paciente, quien salió de la clínica esa misma mañana.

Beam y Arthit estaban caminado por la aldea, habían ido a recoger los comestibles que amablemente preparaba la señora Peach, cuando escucharon un revuelo cerca de la entrada de la aldea, cuando se acercaron vieron a un hombre con un traje color verde muy bien planchado.

Arthit inmediatamente entro en pánico, reconocia el traje y sabia que Beam también lo hacia, por las insignias que tenia en su traje no había duda, el general del ejército estaba frente a ellos.

Pero ¿porqué? ¿Por qué el mismo general está aquí?

Esa pregunta fue respondida a Arthit inmediatamente, vio al general con una sonrisa maliciosa mientras miraba a Beam.

Oh no... podría ser que...

"Beam Vongviphan, estas detenido por ser parte del ejército enemigo. Ahora eres nuestro prisionero" dijo el general sin quitar esa sonrisa escalofriante de su rostro

"¡¡Soldados!!" Dio la orden y varios soldados se acercaron a Beam y Arthit. Ellos intentaron luchar pero les fue imposible, los superaban en número y fuerza, los soldados tomaron a Beam lo arrastraron fuera de la aldea.

El general se quedó un poco más mirando alrededor.

"Muchas gracias por la valiosa información. Aunque no puedo asegurar que disfrutes de la recompensa" dijo el general al hombre que estaba a su lado. Era el mismo hombre que Beam y Arthit habían atendido esa mañana.

Arthit solo vio como el hombre se desplomaba en el suelo. Antes de que el general se alejara en su caballo.

Arthit miro al hombre en el piso, no le preocupaba, sabia que ese era el desatino para los traidores.

Pero, entonces. ¿Cuál sería el destino de Beam?

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