"El amor no tiene cura, pero es la cura para todos los males"
~Leonard Cohen~Cinco meses pasaron mientras Frederick y Liliane se ajustaban a una vida fuera de su mundo, no fue fácil pero con mucho esfuerzo y juntos lograrían sacar adelante a sus niñas... o eso esperaban.
En esos cinco meses ocurrieron muchas cosas, la posada estaba teniendo buena clientela por ser una isla muy comercial. La pequeña cabaña para el matrimonio Stouwoods estuvo terminada en muy poco tiempo con el trabajo de Fred y Daniel, este último consideraba a su nuevo colega una gran persona y pronto se hicieron amigos, pero comenzó cuando Fred lo ayudó a sacar adelante la posada que tenía una mala racha. Por otro lado el vientre de Liliane estaba mucho más abultado y se había hecho buena amiga de Clara, hacía años que ella y Daniel intentaban concebir un bebé pero nunca ocurrió ese milagro, Lily le decía que no perdiera la fe. Mientras la señora Edith estaba dichosa de que la posada que con tanto sacrificio había construido junto a su marido diera tan buenos frutos y estaba disfrutando ese logro con amigos y familia.
Pero no todo estaba bien; se sabía que el sello cuando estaba fuera del mundo mágico comenzaba a absorber toda la magia y los poderes del ser mágico portador de forma lenta y dolorosa, dándole una esperanza de vida de unos 20 años, porque como es obvio una criatura mágica jamás podría vivir sin sus poderes. Un detalle que el matrimonio Stouwoods nunca consideró y mucho menos pensó que esa absorción de magia se vería aumentada en la situación de Liliane, es así como día a día se podía ver que tenía menos fuerzas y eso era algo que Edith no podía comprender.
En todos esos meses la Señora Willburt intentó sacarles información, ¿dónde habían vivido antes?, ¿por qué se habían ido? y ¿en qué trabajaban antes de llegar allí?, esta última pregunta fue la única que respondieron en teoría con total sinceridad, dijeron que Frederick era doctor lo cual no era del todo mentira ya que en el mundo mágico él era curandero pero la medicina de los Reverlat y de los Opryanses era rotundamente diferente, ya que, pociones y magia estaban de por medio.
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Llegó a las cuarenta y una semanas, eso era lo que tenía Liliane de embarazo. Ya se había pasado de la fecha para que las niñas nacieran por una semana pero claramente lo atribuyeron a que Frederick todas las noches le intentaba pasar toda la magia posible para que ella pudiera soportar el parto. Liliane sabía que probablemente no alcanzaría a conocer a sus hijas pero su esposo no aceptaba dicha situación, ni siquiera quería oír insinuaciones al respecto.
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Dieciocho semanas atrás...
- Le dije que no cargara esas cajas -Frederick miró a su esposa mientras arrugaba la frente, era en ese detalle que Liliane notaba cuando él estaba realmente enojado.
- Ya le dije que estoy bien, solo fue un ligero mareo -Su terquedad la hizo contestar, mientras se recostaba en la cama y su esposo cerraba con seguro la puerta.
- Casi se cae escaleras abajo -Una vez llegando a su lado y ablandando su tono de voz porque sabía que hacerla enojar solo empeoraría las cosas. Se le veía cansada, y una pelea solo la agotaría más, así que se limitó a ayudarla con las almohadas para que apoyara la cabeza y espalda.
- Usted y yo sabemos lo que esto significa... -contestó Liliane mientras miraba el sello en su brazo que antes era un hermoso sol negro y había comenzado a pasarse a un opaco violeta.
Su esposo al darse cuenta lo que quería decir se encolerizó sin poder evitarlo y negó- ¡No!, ¡no es así! Nada le va a ocurrir... eso solo es... -Comenzó a decir, pero empezó a pensar en un argumento válido que decirle hasta que lo encontró.... supuestamente...- Son dos bebés es natural que esté cansada -contestó con los ojos cristalizados, mientras desviaba su mirada, no quería aceptar la realidad.
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Opryan
FantasyOpryan es un lugar complicado, pacífico pero complicado, si no sigues las reglas eres castigado, si no sigues los protocolos eres castigado, pero el Círculo afirma que es para mantener la paz y lo logran pero sometiendo a la gente a través del miedo...