8:Llamas Blancas.

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Quería alejarme de el ambiente tenso rápidamente así que me levante y me encamine hacia mi habitación, estaba demasiado cansado para pensar, mi cuerpo aun no se recuperaba de la pelea con Dimitri.

Una vez en mi habitación cerré con seguro la puerta y me lance en la cama, quería llorar, pero no podía, sentía mi brazo izquierdo arder así que lo apreté con mi brazo derecho para estar mas cómodo y trate de dormir poniendo mi almohada encima de mi cabeza.

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Años antes.

Alejandro.

Sabia a lo que venia aquí, me lo esperaba desde el momento en que se me dijo que tenía que venir aquí obligatoria mente, sin embargo en el primer momento en el que puse un pie en el territorio de la academia sentí todo el peso que iba a sentir durante los próximos 4 años de mi existencia, cada persona que estaba cerca o pasaba a mi lado me dedicaba miradas de superioridad, algunas de desprecio, otras de lastima y muchas de asco, podía ver lo que sentían, es una de las desventajas de ser un Dymitri,mi casa posee ojos especiales, nuestros ojos pueden identificar los sentimientos, en algunos casos útil pero debido a que no puede apagarse en caso como estos resulta un dolor de cabeza, podía escucharlos susurrando "Basura" "Clase baja" "No debería de estar aquí", pero ya estaba acostumbrado a sentirme menospreciado por los demás así que solo ajuste la capucha de mi cazadora negra y avance sin mirar hacia los lados, hacia la zona boscosa del instituto, el instituto estaba dividido en 3 partes, la zona residencial donde íbamos a vivir los estudiantes con departamentos, salones de juegos, gimnasios, restaurantes y varias cosas mas, la zona escolar donde íbamos a aprender las diferentes materias obligatorias para el mundo demoníaco y las opcionales, por último la zona boscosa donde iban a entrenarnos y aumentar nuestra fuerza, equipada con cualquier cosa necesaria para hacerlo, pero además era un bosque muy hermoso y el único lugar que se veía relajante de este sitio.

Al llegar me deje caer bajo la sombra de un árbol, la sombra era deliciosa para mi y no es que hubiera mucho sol, nunca hay demasiado sol en el inframundo, supongo que es el clima perfecto, allí en el árbol le eche una maldición a mi mala suerte, ¿Por que tendría que venir yo aquí? Alejandro Dymitri el mas débil de los herederos de la casa Dymitri, de hecho el mas débil de la generación actual de demonios, jamás podría competir con Dimitri mi hermano, un genio sin precedentes en todos los aspectos así describían todos a mi hermano, Alec y Alef mis primos también eran demonios de altísimo poder los tres ocupaban los 3 primeros puestos de los élites, los demonios mas fuertes de la generación, y yo un repudiado, no era lo suficientemente fuerte para entrar aquí y sin embargo había conseguido entrar por mi familia y ahora debía permanecer aquí 4 años para volverme un demonio mayor mientras todo el mundo se burlaba de mi, nada nuevo de no ser por el hecho de que ahora lo hacían en público y no en mi casa donde podía irme cuando quisiera, supongo que así es la vida, algunos simplemente no tienen ninguna bendición al nacer, me perdí en mis pensamientos tanto rato que no me di cuenta de que la ceremonia de apertura ya había iniciado y me encontraba solo en todo el terreno puesto que todos se habían ido a la zona residencial por la charla de apertura o bueno casi todos, por que en frente de mi se encontraba una chica con el uniforme de la academia en plateado osea que iba en su tercer año, era 2 años mayor que yo, alta y con un cuerpo bien formado debido al ejercicio continuo de la academia además tenía la mirada mas linda que hubiera visto, ojos azules que lucían como si estuviera pensando en 100 cosas a la vez la piel blanca como la nieve y el cabello rosado que le caía hasta las rodillas, era hermosa jamás había visto a nadie como ella y por la forma en que me veía estaba disgustada.

- ¿Por que no estas en la otra zona?- preguntó con serenidad, pero no una normal aquella era serenidad adquirida de la superioridad me di cuenta al instante que no era cualquier mujer.
-No me apetecía, ¿Cual es tu excusa?- le dije mientras me acomodaba en el césped y cerraba los ojos.
- Ya se lo que dirán. Sin embargo tu no, ¿Acaso eres de los que se creen superior al resto? - me dijo causativa mente.
Me reí a mis adentros, por lo irónico que resultaba eso.
-Seguro que tu eres la persona correcta para reclamar eso. - dije sin abrir los ojos si quiera, y entonces percibí su aura y salte hacia un lado para esquivar su patada

La Estrella CaidaWhere stories live. Discover now