Capítulo 3

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–Déjame ver si entendí Sparta, hace meses que no sabemos nada de ti, ¡¿Y piensas volver así nada más?!

–Fue un error Mike, no debí irme, no debí dejarlo, necesito hablar con él.

–Lo siento Sparta, pero me niego a ayudarte.

–Oye que se lo que hice pero...

–Pero te olvidaste de nosotros, de todos.

–Lo sé y por eso quiero volver, para hablar contigo.

–No estoy de acuerdo...

Se comenzó a escuchar como Raptor entraba con unas bolsas junto con Timba y Trolli, ya que habían ido de compras.

–¿Sabes que?–hablaba rápido antes de que alguno de ellos lo descubriera.– Te veo en unos días, cuando llegues, no vengas aquí, nos veremos en otro lugar ¿Bien?

–Sabia que podía confiar contigo.

–No te ilusiones, tienes mucho que explicar.–cuelga la llamada para ponerle atención a los chicos.

–Llegamos Mike...¿Con quién hablabas?

–Nadie Raptor...era...¡Una encuesta

–¿Y por qué tan nervioso?

–Estaba muy difícil...

–¿Qué nos ocultas?

–¿Qué voy a ocultar Reptil?

[. . .]

–Pinky yo...

–No Sparta, no tienes que decir nada, mejor apresúrate a ir por un boleto para ir con él.

–Y si él... ¿No quiere saber de mí?

–Míralo desde su perspectiva, imagina que le dices que lo amas, y él te rechaza de la manera más tonta posible, después actúa como si nada hubiese pasado, se aleja de ti, de TODOS, con el pretexto de que irá con su verdadero “amor” a hacer su vida, tienes un accidente que casi te mata, y nisiquiera le interesa, pasan meses y no da señales de vida... o interés, ahora responde, ¿Lo perdonarías?

–¿Por qué me haces ver cómo el villano?

–Por que ambos sabemos que eso fuiste con él.

–Eso no ayuda mucho...– contestó desanimado.

–El punto es... Qué tienes que tener seguro que no te perdonará enseguida, o tal vez nunca...

–¡Oye!– dijo interrumpiendola.

Dejame acabar, solo quiero que tengas en mente, que fue TÚ decisión, y si él decide olvidarte...

–Fue mi culpa por dejarlo...

–No te sientas así, ambos son dos corazones rotos, que solo pensaban en la felicidad del otro, pero terminaron destrozándose así mismos.

–No lo entiendes... Yo... no quería que esto acabará así.

–Entonces, ¿Por qué lo dejaste?

–Creí que sería mejor, olvidarlo y continuar mi vida, pero, cómo vez... no lo logré.

–Supongo que sólo puedo desearte suerte, la necesitarás.

–Gracias, comenzaré a empacar mis cosas, y luego iré por el boleto.— se dispuso a irse, hasta que solo le dio las espalda.

—¿Ahora qué?

—¡Eres la mejor, Pinky!— regreso hacia ella, dándole un pequeño beso en la mejilla, para después irse de allí.

𝑶𝒏 𝒎𝒚 𝒐𝒘𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora