《MDZS》Inside the small screen, I wanna be the prettiest

parte única

Yo... no sé qué es esto xd.

La verdad, este oneshot salió en un ataque de manía; lo escribí en dos días. Vi un tweet sobre un tiktok de una chica que decía que quería tomarse una selfie de espejo sentada en el regazo de su novio, con una falda, mientras le calentaba la polla, y literalmente me dije «espera, yo puedo hacer eso pero mejor», y tantán: así surgió este fic. El primero desde las últimas tres partes anteriores que no es de trece mil palabras, guau, no sé si es un logro o un fracaso. Ustedes me dirán.

Este oneshot se lo dedico a Misao_Maxwell en AO3 quien, al mismo tiempo, resulta que es mi beta. ¡Familia, hoy se come!, ¡ya tengo beta reader! Y es una persona maravillosa. Les digo, nunca sigan a un fanficker con ansiedad severa y falta de confianza en su trabajo jsjsj; Misao les puede contar cómo sus comentarios, que no son otra cosa que preciosos y alentadores, me causaron un colapso que yo misma inventé en mi cabeza y eso solo terminó llevándonos a un encuentro estrellado pero con un buen final. Anyways, Misao, esto es para ti~❤

¡Espero les guste!

Disclaimer: MDZS le pertenece a MXTX.

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Inside the small screen, I wanna be the prettiest

—Esto es, de lejos, lo más estúpido que hemos hecho.

Tres gruñidos diferentes, uno molesto, otro sofocado y el último bajito, levemente excitado, llovieron sobre Jin Ling como una avalancha, a lo que Jin Ling solo gruñó de vuelta, frunciendo los labios y cruzando los brazos sobre el pecho.

—¡Cállate, cállate! — chilló JingYi, dando vueltas de un lado al otro, arrojando un montón de flores cortadas al suelo, aterrizando desordenadamente a los pies de ZiZhen y SiZhui— Es arte y eres un estúpido, no lo entenderías.

Jin Ling se puso de pie con la sola intención de darle una patada en el trasero a JingYi, solo para ser atrapado a mitad de camino. JingYi le dio un manotazo en la pantorrilla, sin soltar el teléfono ni dejarlo caer en ningún momento.

—Como si un pedazo de idiota como tú pudiera entender de arte —bufó Jin Ling, echándose nuevamente en su sitio en el sillón.

JingYi puso ambas manos en las caderas, torciendo la boca en una mueca feísima. La luz del sol entrando desde los ventanales cayó sobre él en una cascada de luz dorada, haciéndolo brillar, convirtiéndolo en algo atractivo incluso con sus pies descalzos y pantaloncillos de deporte colgándole de la cadera. Su cabello recogido en una coleta floja, con mechones sueltos enmarcándole el rostro, le daba un aire ligeramente inalcanzable. El rubio cenizo, recientemente teñido, lo hacía lucir como un Idol, atrayendo la atención de Jin Ling como un gato a un cascabel, sus ojos incapaces de alejarse de su estúpida cara por demasiado tiempo, aunque eso es algo que jamás diría en voz alta.

Resoplando con fuerza, Jin Ling subió las piernas a los asientos vacíos del sofá, ignorando el suave tirón en la parte alta de su muslo derecho.

—Claro, y la joven Señorita sí sabe mucho de arte —ladró el otro de vuelta— Tanto dinero y no sabes nada.

—¿Y tú sí? ¿hay algo en esa cabeza tuya aparte de aire y humo? ¿O es que ahora el bleach te quemó las pocas neuronas que tenías?

—Igual siguen siendo más que las tuyas.

—¿Pueden callarse? ¿los dos?

Jin Ling desvió su atención de JingYi y la llevó a ZiZhen, mirándolos a ambos con el ceño profundamente fruncido, molesto. Enojado incluso.