Una De Ellos

1. El de siempre

Tras revisar todo el papeleo que me dió Kyle y echarme una merecida siesta, bajo a cenar en pijama. Aún no me puedo creer que Hunter por fin esté aquí, nos ha costado mucho traerlo de vuelta. No sé cómo contarle todas las novedades que hay por aquí... Supongo que según vayan saliendo los temas. Cuando empiezo a bajar las escaleras, Sean aparece a mi izquierda.

-Buenas noches, ¿qué tal ha ido? -me mira sonriente-. Aún no me atrevo a hablar con Hunter, ni siquiera me lo he cruzado.

-Tranquilo, ahora lo verás -siento que se revuelve un poco pero no dice nada más. Terminamos de bajar las escaleras y al cruzar la puerta del salón, está él. Sentado de espaldas a nosotros, como suponía.

Sean me hace una mueca, yo me encojo de hombros y avanzo para sentarme frente a Hunter. Mi amigo opta por sentarse a mi derecha.

-¿Has conseguido descansar? -le pregunto para romper el silencio.

-Se me hace un poco raro -se rasca la nuca-. La cama es más blanda de lo que recordaba y, aunque he bajado la persiana y puesto las cortinas, entraba mucha luz por la ventana. Aún tengo que volver a acostumbrarme -se encoge de hombros, yo asiento.

-Mañana le pediré a Peter que compre unas cortinas opacas y buscaremos algún colchón más duro, no quiero que pases noches malas mientras te acostumbras. Puedes ir gradualmente acostumbrándote a la luz y podemos cambiar el colchón las veces que sean necesarias -sonrío-. Ojalá esos sean los únicos problemas que tengas.

-Suenas diferente -se limita a decir-. Casi suenas como Kyle -frunce el ceño.

-Paso mucho tiempo con él -me encojo de hombros.

En unos segundos, entran Peter y Cedric saludando amistosamente a Hunter. Thomas no tarda en llegar y hace lo mismo. Sean se limita a saludarles.

-Bueno, ya estamos todos -me pongo de pie-. Hoy no vendrá Kyle, ya que tiene que hacer un viaje y salir temprano. Voy a avisar a Miguel y ayudarle a sacar la cena. Hunter, ¿te gusta la lasaña? Si no, yo misma te haré algo rápido y distinto. Hace un par de años hicimos los menús por orden de Miguel, pero si algo no te gusta podemos cambiarlo, ¿verdad? -todos asienten.

Se produce un largo silencio antes de contestar.

-Aunque me parece bastante tentador que tú me hagas la cena, me encanta la lasaña. Respecto al menú... Creo que no hay nada que no me guste si Thomas y Cedric son capaces de comerlo. Por lo que recuerdo sois bastante exquisitos con la comida -asiento y ellos se ríen. No me puedo creer aún que no les gusten ciertas cosas-. A no ser que hayáis cambiado tanto como ella -doy un paso atrás y niego con la cabeza antes de salir del comedor.

¿Eso ha sido un ataque? Han cambiado muchas cosas y solo estoy intentando que todo esté a su gusto, ¿lo he hecho mal? Quizá he sonado demasiado autoritaria.

-Hola Miguel -saludo al entrar en la cocina-, ¿cómo va esa cena? - el olor a lasaña me abraza y me recuerda el hambre que tengo.

-Buenas noches señorita. Ya está todo listo para llevarlo a la mesa -asiento sonriente-. ¿Quiere que le prepare una tila antes de salir?

-No, ¿por qué?

-Está demasiado tensa. Parece que en vez de ser Hunter, es su hermano el que está en el salón -me pongo tensa al pensar en Ashton. No es momento de pensar en él.

-Quizá esa tila sí que me vendría bien.

Tras darle un par de sorbos a la tila, entra Peter.

-¿Va todo bien? Tardáis demasiado y ahí fuera ha empezado a cortarse la tensión -se ríe nervioso. Está mintiendo.