CAPITULO 7

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Esa mañana de martes melanie entro al departamento de Alec.
Ahora que ya sabia donde vivia tenia intenciones de visitarlo y tambien molestarlo.
Porque pensaba que se veia mas atractivo molesto.
Cuando entro en el ascensor, se apoyo en el mismo y recordo la vez que Alec  se habia acercado a povos centímetros de su rostro.
Por su cabeza solo penso en besarlo.
Estaba sintiendo cosas por él, y no sabia si era Bueno o malo.
Em ascensor se detuvo. Melanie bajo.
Al llegar al piso de Alec, toco la puerta y entro.
Camino por la sala hasta llegar a su habitacion.
La puerta estaba entreabierta.
Se asomo y se quedo inmovil.
Alec se hallaba sentado en el borde de la cama de espaldas a ella sin camisa y sus vaqueros negros.
Melanie recorrio con la mirada sus músculos, brazos.
Se acercó sigilosamente hasta la cama.
Alec parecía concentrado en algo.
Melanie se puso detras de èl y lo rodeo con sus brazos alrededor de su cuello.
-Buu..-
Se quedo inmovil al ver sus manos.
Eran negras, estaban como carbonadas. No podia creerlo.
-¿Que rayos..?- logro decir.
-Asi son mis manos en realidad, dulzura- contesto Alec.
Melanie se separo de el sentandose en la cama.
Alec volteo a mirarla.
-Por esa razon no debes entrar sin tocar.
-Si ya veo. Contigo es todo lo contrario.
No voy a entrar y encontrarme con un chico desnudo parado junto a la ventana.
Me voy a encontrar con un demonio y sus manos carbonizadas- dijo sarcastica.
Alec solto una risa.
-Puedo estar desnudo si tu me lo pides, dulzura- dijo divertido.
Melanie lo miro. Miro sus manos.
-Tocalas- dijo alec.
Melanie nego.
-No te pasara nada.
Melanie nego de nuevo.
-Tocalo-.
Melanie reprimio una  risa.
-Ese seria el dialogo perfecto si tu fueras normal y me estarias pidiendo que te toque tu paquete.
Alec sonrio.
-Dulzura los demonios tambien tenemos "paquete"- enfatizo la palabra con comillas.
Melanie se puso un poco roja.
-Me lo estas repitiendo mucho. Si eso es lo que quieres..-
Se levanto y se desabrocho la bragueta de los vaqueros.
-¡No, no quize decirlo!- exclamo.
Aunque me encantaria verlo.  Penso.
Alec rio. Y se abrocho de nuevo  bragueta.
- dulzura te dire algo. Estoy aqui para protegerte, y hacer lo que me pidas. Asi que no tengo problema en que tu curiosidad.
-No. Mas adelante- esa ultima parte la murmurro.
Melanie miro sus manos.
-¿Porque estan asi tus manos?. Nunca las tienes asi.
-Tenia que hacer algo.
-¿puedo tocarlas?.
-Puedes tocar lo se te plasca de mi.
-¡Deja de decirme eso!.
-¡Es la verdad dulzura!- dijo alec en el mismo tono.
-Soy timida. Asi que..
-Claro. Por supuesto.
Queria decirle las mismas palabras.
-Tu igual- solto.
Alec la miro. -¿Como?.
-Tu puedes hacerlo tambien.
-¿Que cosa?-dijo con esa sonrisa divertida.
-Lo que me dijiste.
-Dije muchas cosas dulzura.
Maldito seas.
-De que puedes tocar lo que quieras de mi.
Para romper la tension, melanie estiro su mano a una de sus manos.
Se sentia diferente. Extraño. Algo en su interior la domino. Tenia una sensacion extraña.
-¿Que me sucede?.
-Cosas. Sientes cosas. Eso puede generar mi toque.
Si te toco con mis manos, puedo hacer que hagas lo que yo quiera.
Melanie lo miro.
-Intentalo.
Alec la miro. Estiro su mano y ls coloco en el cuello de Melanie.
Melanie alzo la cabeza hacia atras.
-¿Segura dulzura?. Puedo hacer lo que quiera.
-¿Como que?.
Alec se inclino a su oido.
-Cosas de todo tipo. Malas. Buenas. Sucias. Perversas.
-¿Daño me harias?.
-Puedo. Pero no lo hare.
-Hazme hacer algo- lo reto.
Alec sonrio. Con su mano la atrajo hacia èl.

 Con su mano la atrajo hacia èl

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--Si te pido que me beses.
Melanie trago saliva. Alec lo noto.
Entonces fue cuando melanie se dijo a si misma que todo eso lo hacia por diversion.
-¿Porque haces esto?- le pregunto en un susurro.
-Tu me lo pidiste.
- no me refiero a eso. Si no porque lo haces, el..- iba a decir el provocar sentimientos hacia ti. Porque estoy sintiendo cosas por ti y es probable que tu.
Alec esperaba que continuara, pero no lo hizo.
Melanie aparto su mano.
-Te espero en la sala.
Eso fue todo.
En el trayecto del auto no hablaron.

-Alec- era la quinta vez que Melanie lo llamaba.
Estaban en la clase de filosofía. Una clase que para sorpresa de Melanie le interesaba a Alec.
-Dime Melanie.
Melanie frunceo el ceño.
-no me llamaste dulzura.
Entonces Alec la miro con cierta diversión.
-Acabas de admitir que te gusta que te llame dulzura.
-Ya se me hizo costumbre.
Alec miro al frente.
-¿Tienes alas?- le pregunto.
Alec la miro.
-No. No las tengo.
-Pero eres un demonio.
O acaso tienes que ganartelas.
-Algo así.
-¿Después de tu mision?.
-Posiblemente.
-¿Y qué se siente volar?.
-Increible.
-Me hubiera gustado volar- menciono Melanie jugando  con el lápiz.
- Puedo hacerlo. Aunque sin alas.
Los ojos de melanie brillaron.
-Quiero. Quiero- lo tomó del brazo agitandolo.
Alec sonrió.
-Bien. Pero debes hacer lo que yo diga.
-¿Y porque?.
-¿Quieres volar?.
Melanie asintio.

Melanie y Alec estaban alejándose del pueblo.
Melanie se dio cuenta que la llevaba a la parte que nadie visitaba.
Quedaron en medio de la calle.
-Te advierto que debes sujetarte fuerte de mi- le aclaro Alec mirandola.
Melanie asintio.
-¿Me subo a tu espalda?- pregunto.
Alec asintio.
Melanie paso sus piernas alrededor de la cintura de Alec, él le sujeto los muslos.
Los brazos de melanie rodearon el cuello de Alec.
Alec ante esa cercanía sintió algo extraño.
Iba a suceder. Alec iba a volar, pero escucharon una voz.
-Vaya, si que se divierten.
Alec volteo a ver a Alexis.
El cual soltó a Melanie tirandola al suelo.
-Auch.
Alec miro a Alexis.
-¿Qué rayos haces aquí?- pregunto entre dientes.
-queria ver como ibas. Y por lo viste, ibas a ¿volar?. Estas rompiendo una regla.
-no te importa.
Melanie se levantó observo a Alec y al chico.
- Se lo que hago.
-¿Seguro Alec?. No veo que estés cumpliendo.
-Si no lo hago es mi problema.
-¿son hermanos?.
Alexis soltó una carcajada.
- Por Dios dulzura. Si que eres lenta.
-¿Dulzura?. ¿ tu quien eres?.
-Su hermano.
-Nadie- contesto alec.
Tomó del brazo a Melanie.
- Nos vamos.
Melanie no pudo quejarse.
Se marcharon de allí dejando a Alexis atrás.
-¡Alec A las 8 en el cajellon!- le gritó alexis.
-¿Es tu hermano, verdad?.
-Es un error.
-¿Porque dices eso?.
-No lo conoces Melanie. Y tampoco lo haras.
Melanie sonrió.
-¿Me proteges?.
- Por supuesto. A él no te acercas.
-¿Qué hizo decir con que no estás cumpliendo?.
Alec la miro.
-Siempre curiosa dulzura.
-¿me dirás?.
-No.
Melanie frunceo el ceño.
Melanie volteo hacía atras.
El chico no estaba.

"Es raro la conexion que ambos tenemos. Cuando estoy con él siento que estoy a salvo.
Y en cierto modo es a eso que vino.
¿Pero, y si sucede algo más?.
Más bien, me gustaría que suceda"
Melanie dejo de escribir.
Estaba en su cama.
Miro el techo y lo recordó. A él y las veces que se tocaron, o incluso hubo acercamiento.
Un ruido en la sala la sacó de sus pensamientos.
Sus padres. Habían regresado.

Alec llegó al cajellon.
Vio a Alexis parado en la pared fumando.
-No tenías que acercarte Alexis.
Puedes asegurarte de que todo vaya bien, sin tener que conocerla.
-Le gustas- dijo Alexis.
Esas palabras quedaron atrapadas en el aire.
Alec lo miro desconocertado.
-¿Qué?.
-le gustas a tu dulzura.
-¿Cómo lo sabes?.
-Lei su diario. No decía en si la palabra que le gustas, pero esta sientiendo cosas por ti.
Y sabes que eso está prohibido.
- para nosotros- hablo alec.
-No para ella. Tal vez los demonios podemos controlarnos, pero ella es humana.
-¿La estas defendiendo?. ¿acaso te encariñaste con ella?.
Alec  despierta, no podemos arriesgarnos, si eso sucede.
- Se lo que sucederá.
Me torturaron todo un infierno para entenderlo.
-Entonces apurate. Ella debe tener ira para que suceda.
Alexis se detuvo a pensar.
-tal vez de que se este encariñando, no sea tan malo.
Engañala. Ya siente algo por ti.
Alec no dijo nada y se marchó.

-¡Melanie!- la llamo su padre.
Que buena forma de llegar pensó.
Bajo las escaleras.
Vio a su  madre sentada en el sofá y a su padre parado con esa expresión molesta.
-hola, ¿como la pasaron?.
-mejor dime que es todo este desorden.
-Si desorden te refieres a la casa que se encuentra en orden, el viaje te afectó.
Entonces la abofetio.
Palma abierta. Golpe seco.
Melanie se quedó muda.
Miro a su padre.
-No me tratas de idiota. La idiota eres tu.
Desde esa noche en la mente de melanie comenzaron a aparecer pensamientos sin nada de remordimientos.
Ojala hubieran chocado. Ojala que un policia haya tocado mi puerta a decirme que murieron.

Alec se hallaba caminando cuando pudo sentir la ira de melanie.
Sonrio. Estaba empezando.

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