🍪Capitulo 2🍪

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El entusiasmo que tenía era realmente enorme, se levantó temprano, hizo el desayuno para su familia y arregló la casa. Su madre solo lo veía sonreír, sabía de qué se trataba. Su hijo siempre fue muy trabajador al respecto. SeokJin se fue incluso una hora antes, quería ver cuál sería su camino y cuánto tiempo le tomaría de su casa a la de los Kim. Si su cronómetro no le mentía tardó cuarenta minutos en autobús, ya después haría cuentas en cuanto tardaría por las mañanas.

Llegó a la residencia y tocó el interfono, esperó unos breves minutos cuando una voz femenina salió del artefacto.

—¿Quién es?

—Amm... Soy Kim SeokJin—dijo tímido.

—Oh, el señor Kim lo espera, pase por favor—dijo.

En cuanto la voz dejó de escucharse, la puerta se abrió.

Jin caminó por el largo jardín principal, mirando los rosales que lo adornaban y algunos árboles no muy altos. Al llegar a la entrada una señora ya lo esperaba.

—Bienvenido—reverencio. —Soy la señora Jo—sonrió la mujer de edad avanzada, aun así dejaba a la vista sus orejas y cola grande, su animal era aparentemente una ardilla.

—Gracias yo—se quedó pensativo, no sabía a ciencia cierta el protocolo de este tipo de casas y los modales o costumbres que usan, eso lo puso más nervioso.

—Pasé con los zapatos, no se preocupe por ello—seguía con su sonrisa plasmada en el rostro.

—Gracias—reverencio y paso, mirando rápidamente lo poco de la casa que podía visualizar.

—El señor Kim y su hijo están en el patio, lo acompañó

La señora Jo lo guió hasta el patio donde SeokJin pudo ver una escena realmente encantadora, un león jugando con un tigrito en el césped.

El león de repente se dejó caer, como si estuviera herido, el tigre intentaba trepar por el cuerpo de este hasta poder lograr estar encima moviendo su cola en felicidad. León fingía estar herido y el tigrito parecía festejar una victoria. No fue hasta que el tigrito vio a Jin, de un salto bajó del león y fue corriendo hasta con el omega quien lo recibió con los brazos abiertos con gusto.

El león se iba acercando, para después transformarse de a poco en NamJoon su forma híbrida, sus orejas se mantienen en lo alto de la cabeza y su cola no dejaba de moverse.

—Buen día SeokJin—sonrió dejando ver sus hoyuelos, SeokJin no se había percatado de que los tenía hasta que le prestó atención a sus facciones.

—Buen día señor Kim—su timidez hizo encogerse un poco aún agachado, pero no quitó el hecho de que sonriera.

El tigrito también se transformó en un niño, era Taehyung, dejando igual que el padre sus orejas y cola rayada a la vista de todos.

—Jin hyung ¿viste? Derrote a papi solito, cuando crezca seré mucho más fuerte y nadie podrá contra mí—daba saltitos de entusiasmo por lo recién ocurrido, quería probarle a Jin que era fuerte.

—Lo vi cariño, estuviste genial—acaricio sus orejas.

—¿No te lastime mucho papi? —pregunto apenado.

—No Tete, pero ahora tendré dolor de espalda—se quejó sobando su hombro.

—Perdón papi—dijo cabizbajo.

—Estoy bien, ¿de acuerdo? Ahora ve con ajumma que yo tengo que hablar con Jin— se agacho igual a la altura de su hijo y le dio un besito en la frente.

—Ajumma, ¿podemos hacer galletas? —pregunto a la mayor que seguía ahí, tomándole la mano.

—¿Con formas diferentes? —pregunto.

ᴮᵒᵒᵏ | El pequeño Kim | ᴺᴶDonde viven las historias. Descúbrelo ahora