Faerie Tale

Capítulo 3: Mi primera visita a CEDESU

Todo estaba oscuro. A pesar de que la luz de la luna se filtraba por la ventana de mi habitación, tenia miedo, estaba aterrada y mi respiración agitada. Me senté rápidamente en la orilla de la cama y me pase una mano por las mejillas. ¿Estaban mojadas? Seguramente babeé mientras dormía. Cogí mi celular y ví la hora: 4:40. Debía volver a dormir, además, un sueño no se repite dos veces. Un sueño jamás continua ¿cierto?. Tome el vaso de cristal que estaba junto a mi cama y bebí un trago de agua para después volver a acurrucarme en la cama y echarme el grueso edredón suave sobre mí. 

...Tropecé con una rama y me golpee la cabeza. Mis ojos comenzaron a cerrarse. Y antes de que todo se tornará negro sentí algo liquído callendo por mi cara y rodando por mis mejillas. Ví los negros ojos del lobo y su cabeza sobre la mía. Sentí su respiración tan cerca; que sentí que era mía. Gire mi cabeza en dirección a la casa y alcance a ver a un hombre parado presenciando la escena.

—Bien hecho, Modok.—Su voz gruesa llego hasta mis oídos y el ultimo sentimiento que estuvo sobre mi: miedo."

Otra vez. Respiración agitada. Esta vez la habitación estaba ligeramente alumbrada. Cogí mi teléfono celular y miré la hora: 5:50. Me levante de la cama y me puse unas pantuflas rosas afelpadas que posaban sobre un pequeño tapete café de terciopelo en el suelo de madera. Me dirigí al baño que olía a lavanda. Inspire por la nariz disfrutando de ese olor tan delicioso que me encantaba. Abrí el storjorm y junto con mi cepillo de dientes saqué una pasta sabor menta, lo volví a cerrar. Comencé a aplastar el pequeño tubo de la pasta poniendo el contenido en las cerdas de mi cepillo. Mientras me cepillaba los dientes no pude evitar ver aquel líquido blanco sobre mis mejillas. Me enjuague rápidamente la boca y continué observando el extraño líquido, ya seco.

—¿Qué demonios es esto?—Abrí el grifo y me llene las manos con agua para enjuagarme el rostro. Cuando volví a mirarme en el espejo las manchas blancas ya no estaban.

Me dí una ducha rápidamente. La cita en el Centro erá a las 9:00 a.m. aun no sabía como moverme en está ciudad y mucho menos como llegar al centro. 

Cerré la puerta del departamento trás de mi y me apresure a salir del edificio. Comencé a caminar en dirección a la estación de metro más cercana. Había demasiada gente caminando en todas direcciones. 

—Buenos días, señorita.

Un hombre gordo con un traje blanco y unas botas negras contra agua, me estaba sonriendo. Mientras sacaba el cuerpo muerto de un cerdo.

¡Ugh! Desagradable. Seguí mi camino hasta llegar a la estación de metro.
Si creía que arriba iba terrible, abajo todo era peor. Al parecer en está ciudad todo el mundo tiene prisa siempre. Caminé hacia un poste en el que había un mapa de todo el subterráneo de la ciudad. "Estación norte 17" ahí tienes que dirigirte. Mi padre conoce está ciudad perfectamente, debería confiar en todo lo que el me dice. 

Ahora en la avenida solo se escuchaba el estruendoso mundo de los coches. Había trafico por todos lados, que bueno que no tomé un taxi. Seguí caminando hasta llegar a la avenida Imperial. Al entrar en esta calle noté lo silenciosa y tranquila que estaba, no se comparaba ni un poco a lo que había visto antes. Era una calle larga pero tenía fin. Si un ladrón te está persiguiendo y tomas la mala decisión de entran en esta calle, estas perdido. 

Al llegar al final de la calle había un edificio muy grande y hermoso. Empezaba con una reja  de hierro vieja que tenía las iniciales "CEDESU" hechas del mismo material. Tenías que atravesar un hermoso jardín lleno de todo tipo de arbustos, flores y árboles; y una que otra banquita de metal pintada de blanco para llegar a unas pequeñas escaleras que cedían el paso a la puerta principal hecha madera de maple que tenía un arco forrado con vitrales alrededor. El gran edificio estaba construído con ladrillos rojos y en el lado derecho había escrita una frase: Confía en los sueños porque en ellos se esconde la puerta de la eternidad. La puerta se abrió.