Mrs All American (Cliffostanza)

Prólogo

Dibujó un círculo en el pecho del ojiverde con la yema de su dedo, siguiendo con otros más al mismo ritmo que él acariciaba su espalda desnuda. Podía escuchar los latidos de su corazón, por lo que cerró los ojos para concentrarse mejor en ese sonido que le resultaba tan relajante mientras seguía trazando figuras circulares con su dedo.

- Chrissy -escuchó que le llamaba la atención, a lo que respondió con un "mhm" que escapó de la sonrisa que se había formado de sus labios-, ¿qué cantas?

Frunció el ceño; no se había dado cuenta, pero había comenzado a tararear una canción que le estaba rondando por la cabeza desde hacía varios días. Apretó los labios en una firme línea mientras intentaba recordar qué era lo que estaba cantando, una sonrisa apareciendo en su rostro al recordarlo.

- He said "let's get out of this town -comenzó a cantar por lo bajo, sin abrir los ojos aún-, drive out of the city, away from the crowds..."

Sintió la carcajada formarse en el pecho ajeno, debajo de su mano, y subir hasta que salió de aquellos labios que había estado besando hasta hacía unos instantes. Se relamió los propios, mordiéndose el inferior luego de sólo pensar en aquello, mas escuchar su risa hizo que una sonrisa enternecida apareciera.

- "Wildest Dreams" de Taylor Swift -alzó la vista, entreabriendo los ojos al ver una serie de recuerdos pasar por sus párpados cual película antigua o paisaje visto desde un tren en movimiento-, la amiga que yo quería y tú me robaste, ¿recuerdas? A la que le diste un oso de felpa gigante -completó con un tono bromista, incluso soltando una pequeña risa, aunque tenía que admitir que no estaba tan risueña por dentro.

- ¿Estás celosa, Christina? -Puso los ojos en blanco cuando vio su mirada burlona; sabía que tenía razón, así como sabía que odiaba que la llamasen por su nombre completo.

Se las arregló para sentarse, apretando ligeramente los brazos contra sus costados para no dejar caer la sábana que tapaba su pecho desnudo. Se pasó una mano por el cabello antes de juntarla con la otra y mirarlas en su regazo sin emitir palabra alguna; se perdió en sus propios pensamientos hasta que sintió que la cama se movía y las manos ajenas comenzaban a acariciar suave y lentamente la piel de sus brazos, haciendo que se le erizase la piel al mismo tiempo que un escalofrío le recorría el cuerpo.

Sonrió ladina cuando le hizo a un lado el cabello, dejándolo caer en el otro hombro antes de depositar pequeños besos en el espacio que acababa de liberar.

- Celosa -carcajeó al escuchar aquél susurro en su oído, seguido de un beso en su piel para que luego le siquiera otro susurro-, estás celosa.

- Cierra la boca -por más que intentase sonar seria, no podía lograrlo; las risas que escapaban de sus labios la traicionaban. Él apoyó la cabeza en su hombro, haciendo que voltease levemente la cabeza para mirarlo.

La sonrisa que se dedicaron mutuamente fue la señal para que Michael se apartase, sentándose para permitirle a ella el girarse y sentarse en su regazo. Las manos del australiano comenzaron a recorrer la espalda de Chrissy a la vez que ella enterraba sus dedos en su cabello rojo mientras lo besaba en algo que parecía un baile lento pero rudo entre sus bocas antes de que ambos cayeran en la cama.

En la habitación de aquél hotel en Nueva York, el cartel de color rojo con letras blancas que decía "NO MOLESTAR" se balanceaba en el picaporte de la puerta.