Back To The Future || Kookmin [ AU ]

1.10

Mis pies dolian y mi cuerpo se tambaleaba buscando equilibrio. Tropezaba con los de niveles del suelo al no estar prestando atención suficiente al camino, el único motivo que tenia era escapar de Taemin, y así lo hice.

Cruce un par de cuadras hasta llegar a una tienda no tan grande.

No sabia cuanto tiempo había estado corriendo pero no quería arriesgarme, no quería liberarme por un momento y suspirar de alivio para después darme vuelta y encontrarme a Taemin detrás mío.

-Ho-Hola, ¿podría ayudar a quitarme esto de las manos? Necesito la llave del baño o un lugar para esconderme por unos minutos, por favor. -Sonrei forzadamente, mis ojos estaban magullado y un color morado se formaba en uno de ellos. Mi labio estaba partido y ni hablar de los rastros de suciedad que tenia por toda la ropa. Pestañeé pesadamente al sentir la resequedad en mis ojos. La señora me miró con mucha pena y preocupación.

Salió del mostrador, el cual se encontraba en el medio de la tienda formando un círculo donde habían maquinitas expendedoras de gotas de mascar y demás cosas, más la cafetera y una vidriera que mostraba croissants, sanguches y otros aperitivos.

Frunci el ceño soltando un pequeño quejido de dolor cuando mis manos fueron liberadas. La señora, que no pasaba de los 40 años, volvió a su puesto y sacó la llave del baño. Tenía un llavero en forma de un panda sentado en el retrete.

En otra circunstancia le hubiera preguntado a la señora por qué lo había comprado y estaría riéndome por la escultura pero en ese no era el caso.

Camine disimulado al lugar donde me había señalado, mirando sobre mis hombros y hacia los costados, demasiado paranoico a mi parecer.

Esperaba que no me hubiera seguido, ansiaba que no lo hubiera hecho. Que no me encontrara y esperaba no volver a verlo nunca más en mi vida.

-Oh, mierda, mi celular.

Suspire frustrado con pequeñas lagrimas nublando mi visión. Llegué a los sanitarios y trabe la puerta. En el momento que cerre la puerta detrás de mi, coloque mi espalda contra esta y fui arrastrándome hasta llegar al suelo, con las rodillas escondiendo mi cabeza.