= Hanahaki = Nerd x General [Marcianos vs Mexicanos]

Un pétalo

El Hanahaki Disease es un tropo recurrente entre los fanfics así como el "hilo rojo del destino" no contare mas para no arruinar el fic pero son libres de investigar. Pero en resumen es un padecimiento en el que escupes pétalos de flores a menos de que confieses tu amor o mueras(?

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Ya había pasado una semana y esa tos no se iba. Steve no dejaba de sermonearlo por no llevar un suéter (Gracioso pues casi nunca le dejaban salir de casa sin uno) Mientras Gary insistía en que debería ir a una consulta en vez de solo tomar el primer jarabe para la tos que viera.

Pero Chad era como sus padres, y para su familia siempre había sido el trabajo ante todo.

Insistía que estaba bien, no tenía calentura, dolor de cabeza ni nada. Solo era tos seca, sentía que algo le molestaba en la garganta, pero nada más. Además, eran ataques de tos intermitentes, podía durar toda la tarde sin toser y de repente. BOOM un ataque que duraba varios minutos.

-Bien... suficiente. Esta área de trabajo está consumiendo más gastos que media NASA completa. Entonces. ¿Alguien quiere decirme porque nuestra meta laboral sigue sin elevarse este mes?...- James había entrado a su área de oficinas lo cual significaba problemas.

Chad se mordió el labio rogando porque no empezara un nuevo ataque de tos, no ahora por favor. Pensó.

-Em... porque...- el científico más bajito y algo rechoncho abrió la boca, pero la cerró de inmediato cuando noto que la atención del general se dirigía a él.

-No... continua, ilumíname con tu gran sabiduría...- dijo con evidente desdén acercándose para darle la cara al científico.

Gary trago duro y no le quedo otra más que terminar lo que había empezado. -¿Por qué somos el departamento con los proyectos más difíciles?...- Si bien era una afirmación sonaba más como una pregunta.

-¿Y porque son el departamento con los proyectos más difíciles?...- James no dio ni medio paso atrás y respondió con otra pregunta.

-Bueno yo...- Gary ya no sabía que responder, de un momento a otro era como si estuviera de regreso en la secundaria y fuera un muchacho nervioso que odiaba hablar en público. El General tenía ese efecto en todos los empleados, podía reducirte a eso con tanta facilidad.

Steve noto esto y trato de salvar a su esposo. -Porque somos el departamento más capaz de la NASA, por eso nos asignan los trabajos más difíciles...- trató de decir con el mayor valor que pudo reunir.

James volteo a verle casi con odio, estaba plenamente consciente de que solo defendía a su pareja. No sabía cómo Wade podía aceptar que parejas sentimentales trabajaran en el mismo sector, desagradable.

-Exacto... Son el departamento más capaz en toda la NASA. El departamento con más años de experiencia, y más proyectos exitosos.- Dejó caer la carpeta que llevaba en sus manos en uno de los escritorios haciendo que el carpetazo sonara en eco en toda la sala. -Es por eso que no entiendo cómo es posible que malgasten los fondos de la NASA alargando innecesariamente cada proyecto.-

-De hecho, mi General...- Chad se tapó la boca de inmediato viendo como James caminaba en su dirección para escuchar lo que tenía que decir... ¿PORQUE DIABLOS HABIA HABLADO? Pensó. Lo sentía, un ataque de tos estaba formándose en la parte baja de su garganta, incluso trato de aguantar la respiración para no toser, no en este momento. -Estábamos por entregarle nuestro reporte para que le diera su visto bueno y presentarlo en la próxima reunión...- dijo de corrido sin detenerse a toma aire en ningún momento esperando que la respuesta le satisficiera y le dejara huir a esconder su patética existencia tras alguna pila de cajas donde nadie volviera a verlo.

El General no parecía de acuerdo con su pensamiento porque alzo una ceja (Una de sus casi inexistentes cejas, le había tomado años de trabajo a su lado percatarse que James tenía cejas, pero eran de un rubio tan claro que casi se difuminaban en su rostro) y asintió levemente. -Entonces... espero por el bien de usted y de sus compañeros de trabajo que dicho reporte este en mi escritorio antes del final del día o si no...-

James ni siquiera terminó su amenaza cuando los brazos de Chad se estiraron y pusieron una carpeta contra el pecho de su superior. El General bajo la mirada viendo lo que se le entregaba, arrebató la carpeta y apenas la ojeo supo que era dicho reporte.

En este punto Chad creyó que se desmayaría si aguantaba la respiración un segundo más, la tos estaba acumulada en su garganta la cual picaba como el demonio.

-Gracias...- James agradeció finalmente con poca o nada de sinceridad en su agradecimiento y salió lentamente del departamento. Apenas escuchó la puerta que se cerraba tras él, Chad dejó salir un suspiro contenido, el cual vino acompañado con el más fuerte ataque de tos que jamás había tenido.

Gary corrió a su lado con una botella de agua y talvez dar un par de palmaditas en su espalda, pero apenas estuvo cerca Chad este salió corriendo de ahí hacia el baño.

No sabía que era, si iba a vomitar o talvez solo era un poco de congestión, pero sentía algo en su garganta la tos no cesaba y comenzaba a sofocarse.

Por alguna extraña razón pensó que ese "Gracias" la había desencadenado.

Apenas llegó al baño puso las manos sobre su garganta tosiendo sin contenerse esta vez, sintió algo en su garganta y una carraspera interminable por fin hizo que algo saliera de su boca, no solo no era como vomitar, era una sensación que jamás había tenido. Llevo una mano a su boca y desde atrás de su lengua saco una pequeña hoja húmeda por su saliva. No sabia como describirlo, una hoja o un pequeño pétalo talvez, su color rojizo se veía muy oscuro por la humedad.

Por un momento llegó a pensar que se trataba de algún coagulo de sangre pero sus ojos no lo engañaban, sin mencionar el tacto aterciopelado que sentía al restregar el pétalo contra su índice y su pulgar.

De inmediato una sensación cálida inundo su pecho.

Era un dato bien conocido, La enfermedad del Hanahaki u expulsión de pétalos vía oral debido al crecimiento anormal de flores y raíces en los pulmones. Dicho así sonaba horrible casi a una pesadilla para los que temían a los parásitos. Pero solía tomarse como una enfermedad mas bien poética casi romántica, ya que se causaba por problemas amorosos. Oh, cuantas películas cursis no había visto con este tema. Cuantas canciones no se escribían al respecto. Recordaba una película en particular que había visto con sus padres hace unos años, una chica que se enamoraba de su profesor de danza, el amor no correspondido comenzó a hacer que la chica enfermara. Solo confesar su amor la curaría, pero al negarse a confesarlo hizo que su enfermedad terminara avanzando al punto de acabar en el hospital entubada a un respirador. El final no fue mucho mas feliz.

Su padre Gary había llorado con esa película.

Porque, regresando al mundo real, solo había dos alternativas. Confesar tus sentimientos o...

Bueno, Chad no quería pensar en eso. El joven científico ni siquiera se percató cuando había cesado su ataque de tos. Se sentó en el baño sin preocuparse si su bata de laboratorio se mojaba o no y se sostuvo la cabeza con fuerza. Estaba enamorado eso era algo obvio, pero Chad ni siquiera quería pensar en quien.

No tomo ni unos segundos para formular su respuesta. Sus ataques de tos ocurrían apenas unos segundos después de verle, incluso cuando no le veía. Solo bastaba estar recostado en casa y recordar un evento del día en el que "el" estuviera presente para comenzar a toser nuevamente. Se lo había negado a si mismo claro, pero no podía seguir mintiéndose.

Chad dijo su nombre en voz baja para sí mismo: James. Y de inmediato empezó a toser de nuevo.

Era el, era James. Estaba enamorado de su jefe, y el jamás le correspondería, porque era un bastardo homofóbico chapado a la antigua. 

Chad quería llorar.