Tres pétalos

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Chad trago duro. ¿Cómo podía pasarle esto a el? Según tenia entendido esta era una afección rara. Uno de miles quizás, todos conocían al primo de un amigo que le sucedió pero nadie realmente contaba que le allá ocurrido o que sea propenso a ello. Según entendía era algo hereditario. Uno tenia 10 talvez 20% de posibilidades de heredarlo de sus padres. Pero Chad era adoptado y sus padres adoptivos jamás conocieron a sus padres biológicos por lo que no tenia la seguridad de haberlo heredado de ellos. Talvez solo era la vida jodiendolo de nuevas y creativas formas cada vez. 

Es decir ¿En el mejor de los casos que podría pasar? Podría confesar su amor a James, este le correspondería y las raíces dejarían de crecer en su interior. En el peor de los casos... James lo rechazaría y Chad poco a poco se hundiría mas en su enfermedad hasta que sus pulmones no fueran mas que raíces y flores que amenazarían con sofocarlo hasta que inevitablemente moriría.

Claro que había casos intermedios en los que podría buscar ayuda medica. La medicina había avanzado lo suficiente como para remover la "raíz del problema" literalmente. Chad lo sabia, era científico de la NASA en el área de Biología y Fisiología y tenia su buena parte de conocimiento del cuerpo humano. Incluso recordaba ver algunos documentales con información de este procedimiento. Pero esta operación tenia sus ventajas y desventajas.

Si bien era un procedimiento de bajo riesgo si se hacia cuando la enfermedad estuviera en sus inicios, también acababa con todo sentimiento que se tuviera por esa persona incluyendo algunas veces todos los recuerdos también.

Chad no podía imaginar dejar de sentir ese calor en el pecho cada vez que James decía un simple "Gracias" o cuando lo mandaba a traerle su café, solo se lo pedía a el, pues en una ocasión el General le comento a Juan que el único que hacia un café decente aquí era Chad. Y desde entonces ambos tenían un entendimiento sin palabras de por medio, sobre quien y solo quien le haría su café de las mañanas. Sabia que sonaba ridículo, y que no tenia posibilidad alguna pero las pequeñas platicas casuales de dos o tres frases eran todo lo que necesitaba. No quería arriesgar su "amistad" entre muchas comillas tratando algo mas, pues si esta enfermedad nunca hubiera empezado eso es lo que haría básicamente, dejar que todo fluyera sin decir nada a nadie de como suspiraba por su jefe día y noche babeando por una pisca de aceptación.

Pero aquí estaba, condenado a confesarse o morir.

-Te calenté el almuerzo...- Gary regresó a la mesa donde solía comer con sus padres a diario. Algunos podrían llamarlo algo mimado y apegado a sus padres, y Chad no lo negaría. Desde que se graduó de la universidad y entro a trabajar a la NASA, a trabajado, comido y vivido con sus padres a tiempo completo y eso a sus 30 años podría ser algo vergonzoso para cualquiera. Bastaba con ver como su papá Gary aun le hacia el almuerzo todos los días, el almuerzo de los tres para ser exactos.

-Gracias... - miró su plato y sonrió al ver la sopa casera y calentita que su padre hacia. 

-Te traje sopa con verduras... sabia que una sopa caliente calmaría tu garganta...- Gary se sentó a su lado, mientras su padre Steve estaba sentado frente a ambos en la mesa, sabia que esto no era algo arbitrario supuso que era para poder interrogarlo.

Steve se aclaro la garganta.-¿Y bien? ¿Ya nos dirás que te sucede?- 

Oh ahí estaba. Ni siquiera podría darle unos sorbos a su sopa para pensar en otra cosa por un momento. Chad suspiró y giro la vista hasta el mas sensible de sus padres. -Primero quiero que me prometas que no entraras en pánico... ¿Okay?-

Gary sabia que se refería a el. -Ya estoy hiperventilando solo de la anticipación...- Gary buscó entre los bolsillos de su bata su inhalador por si acaso. -Estoy listo...-

Con esto dicho Chad se armo de valor. 

-Papá y... pa... - respiró hondo. -Creo que tengo la enfermedad de Hanahaki- Chad no sabia como terminar su confesión así que solo saco los pétalos que había escupido durante su ida al baño y los puso sobre la mesa, era apenas un puñado pero los suficientes para saber que no había llegado uno o dos a su boca por error.

Steve miró con ojos abiertos lo que su hijo había dejado sobre la mesa, mientras Gary temblaba de sus manos y preparaba su inhalador.

-¿H-hablas.... de la cosa esa de las películas?...- Steve fue el primero en hablar y cuando procesó todo se levando a comprobar el estado de su esposo quien no había dicho nada aun. -Dios mío Gary respira, inhala exhala ese es el orden para hacerlo ¿Recuerdas?- dijo echándole aire con las manos.

Chad miró a todos lados esperando no llamar demasiado la atención, no quería provocarle problemas a sus padres pero sabia que al vivir con ellos casi el 100% del tiempo era inevitable que se enteraran en algún momento.

-Estoy bien, es la primera vez que pasa... es decir, si, eh tenido los ataques de tos por unas semanas pero apenas hoy vomite esto. Sea lo que sea esta en sus inicios, no es como si moriré mañana...- Si bien esto ultimo fue dicho para calmar a sus padres, solo tubo el efecto contrario al mencionar la palabra muerte.

-¿¡Morir!? ¡Claro que eso no pasara!... Tenemos buenos seguros Chaddy, también tenemos algo ahorrado buscaremos un buen medico que te atienda...- Gary había dejado de inhalar por responder y Steve tubo que recordarle que debía calmarse.

Steve interrumpió. -No tenemos que irnos tan lejos... ¿Quién es el sujeto? Solo obliga al chico a venir aquí y díselo, y no me vengas con que te da vergüenza Chad, es tu salud de la que estamos hablando...- Steve lucia molesto, la principal razón por la que esto no solía suceder en la vida real así como en las películas, era porque las personas solían dejar su vergüenza de lado cuando sabían que su salud estaba en juego. Y mas a menudo de lo que uno piensa, cuando alguien se confiesa cara a cara,  directa o indirectamente la otra persona suele corresponder.

En este punto no sabia que le ofendía mas, que sus padres pensaran que estaba haciendo un berrinche de adolescente y que no se confesaba por pura vergüenza. O que su padre diera por echo que era gay, porque claro jamás se refirió a una "ella", o algo ambiguo, su padre directamente hablo de un "el"

-Papá... solo... no es así de fácil. Estoy completamente convencido de que no es correspondido, 100% seguro si hay que ponerle una cifra. No vale la pena.-

Gary se encorvó ante esto, principalmente porque el también había sido igual o mas inseguro en su juventud -¿Pero porque?... cuando menos debería haber una pequeña posibilidad, eres un muchacho apuesto y carismático...- 

-Dices eso porque eres mi padre... Pero en este caso no se trata de eso el... el es...- Chad estaba por referirse a el como un "heterosexual empedernido", frase con la que solía referirse a James en sus pensamientos, cuando el solo apodo le hizo empezar otro ataque de tos. 

Steve y Gary saltaron de inmediato ahora sabiendo el porque de su ataque de tos. Gary le entrego una servilleta y en un abrir y cerrar de ojos Chad había tosido sobre esta dejando un par de pétalos humedecidos ahí. -¿T-Te duele?- pregunto Gary preocupado.

Chad negó con la cabeza. -No... no es doloroso pero es... incomodo, raspa mi garganta un poco.-

Steve suspiró. -Lo mejor es que vayamos a que te revisen... independientemente de que te confieses o no, LO CUAL HARAS, hay que saber la opinión de un medico.- 

Chad no se negaba, suponía que tarde o temprano tendría que ir de todos modos. -Esta bien pero... ¿Puede ser mañana? No quiero salir del trabajo y llamar la atención... Un día mas no hará daño.-

Steve estaba por protestar pero decidió dar su brazo a torcer por una vez. Después de todo mañana seria el día libre de los tres, y podrían tomarse el día para tener una buena opinión medica. -Bien... pero iremos mañana temprano... los tres...-


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Steve es un gran hombre de familia, su vida gira entorno a cuidar de su hogar, su esposo y su hijo. GRANDE STEVE.





= Hanahaki = Nerd x General [Marcianos vs Mexicanos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora