—Lo siento, creo que ya no puedo continuar solo quería que supieras que esto... fue importante.
La maldita se fue, dejándolo más confundido de lo que creyó sentirse alguna vez. Su garganta le pedía decir maldiciones y gruñidos como siempre pero su cerebro no lograba conectar bien las ideas que rondaban su cabeza, no recordaba que hubiesen tenido unas pelea significativas, porque bueno, gran padre de su rutina era pelear o mejor dicho eran sus gritos seguidos de pucheros por parte de ella que terminaba en palabras comprensivas por parte de la morena entendiendo que él era así, explosivo.
Nada tenía sentido además, que podía hacer él ¿detenerla? No, eso no era una opción se suponía que ella estaba con él porque así lo quería y ella utilizó la palabra "puedo" lo que significaba que ya no quería seguir junto a él.
La observó alejarse sin poder seguirla y se maldijo en silencio por el impulso de querer hacerlo, si ella ya no quería estar cerca estaba en su derecho de largarse cuando quisiera. Jamás se habían jurado amor eterno ni ninguna estupidez de ese estilo, sabía que ella era dulce y tierna pero nunca hablaron del futuro lo que significaba que era obvio que no tuviesen uno.
Ese era el final, el final de su patética historia. Al final de cuentas había obtenido lo que quería, ella fue una especie de trofeo a conseguir, el puesto de héroe número uno era muy ambiguo por los buenos trabajos que realizaban el maldito de Deku, el mitad y mitad y él, por lo cual en general se había vuelto casi un concurso de popularidad definirlo. Cuando entraba en una sala las mujeres giraban a observarlo casi tanto como al peliverde, excepto una que no tenía ojos para nadie que no fuera el protegido de All Might.
En una fiesta de héroes la estúpida cara redonda se veía malditamente sensual y tuvo el descaro de rechazarlo, bueno, rechazo la copa que él le ofreció para irse atrás del pelos verdes que como en el instituto seguía completamente ciego a lo que la chica sentía por él. La maldijo por no prestarle atención cuando él si había reparado en ella, había multitudes de mujeres rogando por una mirada después de sus acciones heroicas y esa estúpida tuvo el descaro de ignorar una invitación directa.
Se propuso hacer que lo mirara, que dejara de ver al jodido enano que se había vuelto un gran héroe contra todo pronóstico. En alguna de esas reuniones ayudado por el alcohol que había en su sistema le robo un apasionado beso esperando que ella lo hiciera volar con su quirk, se sorprendió gratamente al saber que la cara redonda le correspondió con el mismo entusiasmo que el manifestó en ese momento, estaba seguro que el alcohol en el sistema de ella había ayudado, eso o tal vez el ver a su amor rodeado de tantas chicas que Midoriya por ser amable no mandaba al infierno. No recordaba haberle pedido una cita formal jamás, todos sus encuentros estaban envueltos entre amigos en común y trabajo. Sin embargo así como su primer beso fue algo no planeado lo terminaron siendo las demás situaciones entre ellos.
Todo comenzó con pequeños encuentros casuales ella siempre le había parecido alguien interesante después de todo era la primera mujer después de su madre en plantearle cara y la muy maldita lo hizo tener que usar mucha energía cuando en sus años de academia se enfrentaron. Después de eso entre reuniones de amigos y situaciones donde tenían que coincidir descubrió que la castaña a pesar de irritarle tanto como el resto de las mujeres también le atraía lo suficiente como para pasar por alto su exceso de optimismo y dulzura que en más de una ocasión lo sacaba de quicio, la estúpida castaña se había convertido en una mujer malditamente sensual, no era ciego por supuesto.
Era extraño pero aún recordaba la primera vez entre ellos, sobre todo cuando con sorpresa descubrió que era la primera vez de ella. Eso le resultó extraño, gran parte de su estancia en la academia ella la pasó detrás del inútil de Deku no recordaba que hubiesen salido en esa fecha pero en cuanto se graduaron pensó al igual que el resto que terminarían saliendo, en ese momento no podía importarle menos, ella sólo representaba una compañera con la cual podía entrenar y lo mejor es que era fuerte y no debía contenerse porque ella podía parecer frágil pero no lo era.
Haber tomado la primera vez de la cara redonda no le importó, lo que sí lo hizo fue haberlo disfrutado tanto. Él si había estado con más chicas, después de todo siempre había alguna maldita insoportable dispuesta a calmar la molestia en su entrepierna cuando era necesario, era hombre, tenía necesidades ¿qué se le iba a hacer?
Después de aquello comenzó a buscarla después de sus jornadas laborales para terminar teniendo sexo en el departamento de alguno de los dos, el maldito sexo con ella era tan jodidamente bueno que no podía ser cosa de una vez. En algún momento se cuestionó porque lo disfrutaba tanto ya que ella al principio era en extremo inexperta, seguro tenía que ver el hecho de que se dejara hacer por él, siempre tan receptiva, siempre tan dispuesta.
Pero ahora todo eso se había terminado, pasaron casi un año así, entre sexo salvaje, maldiciones, sus sonrisas y palabras dulces.
La dejo ir.
Los días siguientes todo su maldito departamento y rutina le gritaban que faltaba algo y lo hubiese ignorado si no fuera por el hueco en el pecho que no podía explicar. Se despertaba esperando ver unas mejillas sonrosadas que ahora ya no dormían a su lado, cuando salía de la ducha no había ningún aroma que indicará que un delicioso desayuno estaba esperándolo. Su tiempo libre se hacía jodidamente eterno, y sus oídos le pedían escuchar su dulce voz diciendo alguna frase optimista y melosa saliendo de aquellos rosados y dulces labios.
Pero tenía que seguir, todo le indicaba que debía seguir solo, bueno, no todo en realidad, sólo su orgullo que no dejaba que fuese a buscarla...
De alguna manera tampoco podía recoger a alguna de sus fans él la necesitaba a ella, a su estúpido rostro, a su delicado cuerpo bajo el suyo y la maldecía por eso, él se maldecía por eso.
Él sabía que sí quería volver a verla debía ser él quien fuese por ella. Ella dijo "no puedo continuar" y después de darse cuenta de los huecos que dejó en su vida notó que no era solo sexo, ellos tenían una relación una que sólo era sostenida por ella. Él solo se dedicaba a maldecir y follarla.
Recuerdos que estaban en su mente pero que jamás se permitía pensar lo comenzaron a perseguir, tal vez por fin la debilidad lo había alcanzado.
Recordar como ella se esmeraba en las comidas que compartían sin recibir nunca el más mínimo elogio por ello. Como jamás aceptaba salir con ella y sus otros compañeros, y como la única vez que lo hizo estuvo peleando con todos mientras los demás estaban acaramelados con sus parejas, al final de esa velada ella iba abrazándose sí misma, se maldijo al darse cuenta que no era por frío, al menos no el de la madrugada lo que la había hecho hacer eso fue su frialdad al no demostrarle no sólo esa noche sino jamás una mínima muestra de afecto en público, y pensándolo profundamente ni siquiera cuando estuvieron solos. A pesar de todo esa madrugada ella le sonrió y agradeció que la hubiese acompañado, así era ella, intentando ver lo bueno de todo incluso de alguien cómo el.
Ojalá hubiese notando que su sonrisa iba dejando de ser la misma, ojalá hubiese notado que estaba rompiendo esa tierna expresión pero sobre todo ojalá se hubiese dado cuenta de que la estaba rompiendo a ella.
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N/A: Gracias por leer. Veramy ❧

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Fragile Heart [Kacchako]
Fanfic[SHORT FIC] [Kacchako] No tenían claro como su relación comenzó, entre reuniones de héroes y amigos nació eso que ahora los estaba torturando. Ella lo necesitó y no pudo soportar en sus hombros una relación cuando no podía sostenerse incluso a ella...