CAPÍTULO 11: "Cosas de... ¿Humanos? Parte 2" (+16)!

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La mañana llegó, y el cuerpo sudoroso de Vegetta se aferraba con fuerza a un incómodo Rubius que casi no había logrado pegar ojo en toda la noche.

Willy fue el primero en levantarse, y al mirar a sus amigos se aproximó para hablar con el más alto.

-Rubius-le llamó-iré a comprar algunos alimentos para traer a aquí, creo que será mejor que nos asentemos hasta que se encuentre mejor-añadió señalando al dragón con la cabeza-Cierra la puerta cuando me vaya-pidió comenzando a prepararse para salir.

No pasó mucho hasta que estuvo preparado, y Rubius tuvo que luchar contra el férreo agarre del reptil para levantarse a cerrar la puerta.

Cuando Willy se fue, volvió para tumbarse al lado de su compañero. Su cuerpo estaba empapado en sudor y emitía un calor insoportable, por lo que el propio Rubius se sintió en necesidad de quitarse la ropa para mantenerse más fresco.

Y funcionó, vaya que si lo hizo. En pocos minutos, había caído en un sueño profundo.

Era una ensoñación extraña la que estaba viviendo, era agradable, quizá demasiado, sentía su cuerpo agitarse en éxtasis, ¿Un sueño húmedo? No sería agradable que lo descubrieran así sus amigos.

Había algo que se sentía extraño. Pero entre sueños no lograba descubrir qué era. La extraña sensación profundizó en su ser, haciéndole abrir los ojos, solo para descubrir al sudoroso Vegetta sobre él, lamiendo con lentitud una de sus orejas.

Avergonzado y sorprendido a la vez, Rubius apartó como pudo al dragón, que opuso cierta resistencia. Su cuerpo era pesado.

No se dejó detener, y con sus cálidas manos acarició los costados del castaño, quien se estremeció ante el contacto, viendo como la lengua ajena se deslizaba libre por su pecho, hacia uno de sus pezones que no tardó en alcanzar, lamiéndolo con sensualidad.

Un gemido escapó de sus labios, haciéndole despertar del todo por fin. ¿Qué estaba pasando?

Asustado, trató de alejar a su amigo, quien empleó su evidente fuerza superior para mantener sus cuerpos pegados.

-¡Ve-VEGETTA!-chilló asustado. No quería que nadie viniese y los descubriese así, pero no podía permitir que aquello continuase.

¿Había malinterpretado algo? ¿Tal vez le había enviado mensajes contradictorios al dragón? Daba gracias al cielo por que Willy no estuviese allí con ellos.

-¡Para!-intentó alejarlo una vez más, iniciando un forcejeo que visiblemente molestaba al dragón a pesar de su poderoso y aparentemente irrompible agarre.

Vegetta luchaba molesto por mantener al revoltoso muchacho bajo control, parecía fuera de sí, como si no fuese él mismo, y eso aterrorizaba a Rubius.

En su feroz batalla por inmovilizar a su revoltosa presa, el dragón se lanzó salvajemente contra su clavícula, mordiéndola con fuerza, haciendo gritar de dolor al contrario, cosa que le hizo volver en sí y mirarle con sorpresa.

Las lágrimas bajaban por el rostro del castaño, tenía miedo, ¿Qué le iba a pasar? Mejor dicho, ¿Qué estaba pasando? No lograba entender nada.

El forcejeo se detuvo. No le quedaban fuerzas, le dolía el hombro y la clavícula, el mordisco había sido profundo.

Al notar que el otro no se movía abrió los ojos, mirándole con miedo. Vegetta le observaba también algo asustado. ¿Había sido él quién había herido a Rubius? No, ¿Verdad? Eso no podía ser cierto.

Su cuerpo ardía como nunca, y sentía un poderoso deseo de morder y marcar aquel cuerpo, necesitaba devorarlo... ¿Devorarlo? Aquella idea le aterraba, el muchacho bajo su cuerpo era su amigo, esa no podía ser si quiera una opción.

METAMORFOSIS-KarmalandAU-Rubegetta y +Donde viven las historias. Descúbrelo ahora