Iris

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El sol entra por la ventana, me despierta, abro la ventana junto a la cama y entra una brisa suave y agradable, el verano llegó y con él llega el último día de escuela, sólo tengo que sobrevivir a las clases por hoy y seré libre.

Acomodo las sábanas de la cama, me cambio rápido la pijama por un short, una blusa blanca corta y una sudadera gris que es mi favorita, me pongo los tenis, tomo la mochila y bajo las escaleras para desayunar, mi hermano Mike ya ésta en la mesa con su enorme plato de cereal.

-¿Listo para las vacaciones bobo?- lo saludo y revuelvo su pelo, frunce el ceño molesto.

-Cierra la boca y apresúrate que se nos hace tarde- contesta, y es verdad, faltan al menos cinco minutos para que el camión pase por nosotros.

Veo que mi papá baja a la cocina, toma una tostada con mermelada de fresa y se dirige a la puerta.

-Que tengan un excelente día hijos, los quiero, Iris recuerda no llegar tarde hoy y que te diviertas- dice, asiento con la cabeza.-Adiós.

-Adiós papá- decimos al unísono.

-¡El camión llegó!- grita Mike, salimos corriendo y apenas si alcanzo a tomar una manzana para el camino.

Subimos y todos están gritando muy emocionados, mientras avanzo escucho que todos hablan sobre donde pasarán el verano e incluso los alumnos de último grado platican entre ellos sobre a cuál universidad irán. Busco a Adam por todos los asientos y por fin lo encuentro, me siento junto a él como siempre, y me sorprendo cuando lo veo vestido con unos jeans rotos que le quedan geniales junto con una sudadera con llamas violetas que parece ser nueva, al parecer está preparado para los planes que tenemos después de la escuela.

-¿Acaso ya conseguiste novia y por eso te vistes tan genial?- pregunto fingiendo curiosidad mientras le doy un mordisco a la manzana y él me la arrebata.

-No seas tonta Iris, ahora dime. ¿Tu padre te dejó ir a la ciudad?- pregunta y afortunadamente tengo buenas noticias que darle.

-Aceptó dejarme ir, pero con la condición de que no tomemos alcohol y me lleves pronto a mi casa, para empezar a empacar algunas cosas, ya sabes como es, quiere que estemos preparados para cuando nos vayamos.

-¡Genial! Nos divertiremos mucho, Helen ya confirmó que también vendrá.

Llegamos a la preparatoria, bajamos del camión y entramos, por los pasillos hay demasiada gente, y del techo cuelga un cartel que dice: "Felices vacaciones, nos vemos el próximo ciclo escolar". En cuanto lo veo me entra un enorme sentimiento de nostalgia al darme cuenta que la próxima vez que cuelguen ese cartel será la última que lo vea, saldré de la preparatoria y aún no sé si quiero estudiar una carrera en la universidad, tengo muchas cosas que pensar durante las vacaciones.

-Nos vemos en clase de Ciencias más tarde- dice Adam ya alejándose por el pasilo.

Observo que mi amiga Helen va a la clase de Literatura que es la clase que nos toca juntas al igual que Matemáticas y Ciencias con Adam. Entramos juntas al aula, suena el timbre y así empiezan las clases antes del verano.

Ya es hora, la última clase del día y del ciclo, tres minutos antes de que el timbre suene, todos obvservamos el reloj del aula desesperados, Adam y Helen me miran impacientes y yo los miro a ellos. El señor Williams observa junto con nosotros el segundero moverse, queda un minuto y siento que el tiempo avanza cada vez más despacio, quedan diez segundos, cinco, cuatro y todos contamos la cuenta regresiva gritando y saltando.

-¡Tres! ¡Dos! ¡Uno! ¡Llegó el verano!

Todos gritan en el aula, escuchamos que dan el clásico mensaje de fin de año escolar por las bocinas de toda la escuela, termina el anuncio y el señor Williams nos despide con la mano, todos salen del salón como si sus vidas dependieran de ello, junto con Adam y Helen aguardamos a que casi no queden personas en el pasillo para poder salir, ya que si salimos ahora no podríamos pasar entre tanta gente.

-¿Iris dónde está Mike? ¿No vendrá?- pregunta Adam, al parecer un poco preocupado por mi hermano menor pero no debería hacerlo.

-Dijo que quería estar con sus amigos en el parque- contesto y al fin conseguimos salir al estacionamiento y subir al autobús hacia la ciudad.

-¡Que comience la aventura!- grita Adam, Helen y yo echamos a reír.

Cuando llegamos a la ciudad notamos que hay muchas más personas que de costumbre, se debe que es hoy empiezan las vacaciones y no nos preocupamos, lo primero que hacemos es ir por un helado, pido uno de chocolate como siempre, Adam y Helen piden de vainilla y nos dirigimos a un parque cercano mientras elegimos a qué pizzería iremos después del centro comercial y nos decidimos por una cerca de la plaza que está a una cuadra del parque, nos vamos a el centro comercial y la cantidad de personas que hay es increíble, compramos gomitas, algunos lentes de sol y varios CD's, pero si quiero disfrutar mis vacaciones al máximo debo hacerlo leyendo los libros que más pueda, así que entramos a la librería a la que siempre acudo.

-¿Qué tal todo Liz?- saludo a la empleada, siempre me ayuda a escoger mis próximas lecturas y me da sugeriencias de algunos libros.

-Pensé que comprarías tus libros en la nueva librería del pueblo de ahora en adelante- dice confundida, y yo me quedo igual. ¿Librería en el pueblo? Eso si me interesa.

-No sabía que abriría una. ¿Quién es el dueño?

-Parece ser un geólogo que se acaba de mudar al pueblo- contesta, me parece interesante que un geólogo se mude al pueblo y aún más que sea dueño de una librería en un pueblo tan pequeño. -Ahora no tendrás que venir hasta la ciudad por libros y te podrás ahorrar algo de dinero ¿No crees?

-Tienes razón, es fantástico Liz, pero vendré a visitarte de vez en cuando.- contesto, le guiño el ojo todavía algo impresionada por la noticia.

Los chicos y yo nos despedimos de Liz, salimos del centro comercial y vamos a comer a la pizzería, pedimos una pizza grande para los tres, platicamos sobre la noticia de la nueva librería y quedamos de ir mañana a investigar donde se encuentra y comprar algunos libros para pasar las vacaciones y que Adam y Helen escogan algunos de sus obras favoritos para que los pueda leer mientras estoy con mi papá y Mike en la cabaña a las afueras de la ciudad. Nos acabamos la enorme pizza, y salimos a la estación para volver. Después de treinta minutos llegamos al pueblo, dejamos a Helen en su casa mientras bromeamos y reímos junto con Adam y después él me lleva a casa justo como siempre desde la primera vez que salimos a pasear.

-Nos vemos mañana tonta, te quiero.- Me dedica una pequeña sonrisa y se la devuelvo.

-Hasta mañana Adam, descansa.

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⏰ Última actualización: Feb 24, 2021 ⏰

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La chica de la libreriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora