Conforme pasaban los días me era cada vez más difícil consiliar el sueño. Las noches se me hacían largas, y escuchaba voces en la noche. Aún así conservaba la paciencia, antes no era un tipo que creyera mucho en lo paranormal, pero eso ahora cambio
La paciencia duró poco, cuando mientras dormia sentí que me tocaron el pie. Asustado me desperté y quedé en shock, había un niño sin boca parado frente a mi mirándome fijamente
Tenía los brazos llenos de cicatrices y cortes. Sacó un papelito y se hizo una cortada en el antebrazo, yo no podía hablar del miedo, el no podía hablar porque no tenía boca
Con la sangre de la cortada se puso a escribir en el papel, y me lo mostró, decía que estuviera tranquilo, no me iba a hacer daño, estaba ahí para ayudar
Sentí alivio aunque aún tenía miedo. El niño comenzó a visitarme todas las noches, y en una de ellas escribió con su sangre que su nombre era Marcos
Me hablaba algo de unas sombras pero no lograba entender a que se refería. A veces Miraba hacia los lados y se alteraba, como si el viera algo que yo no podía ver
Me decía también que habían unos señores sin rostro buscando el diario, desde que Marcos llegó, no pude dormir nunca más de noche