Despues de descubrir un cadaver en el sotano de mi casa decidí que investigaria a fondo lo que pasaba. Para ello fui a preguntar a todos los vecinos, pero en cuanto mencionaba la palabra diario se asustaban y se escondian.
Iba casa por casa y todos evitaban la conversación. Hasta que llame a la puerta de una casa muy siniestra, la gran mayoría de la construcción estaba hecha de madera y había poca luz. Me abrió la puerta una señora muy mayor, y lo primero que hizo al verme fue hacerme una pregunta
Señora: has abierto el diario?
John: si, como sabe usted de esto?
Señora: pasa pasa, tomemonos un cafe
La casa estaba carcomida de insectos, había muy mal olor, y habían muchos gatos
John: y bien? Puede usted explicarme que esta pasando?
Señora: me llamo María, en la casa donde estas viviendo soliamos vivir mi hijo, mi marido y yo
John: cuando vivía ahí usted el diario estaba ya en la casa?
Maria: si, pero nunca lo abrí, estaba muy ocupada en esos momentos haciendo otras cosas y no tenia tiempo para estar leyendo diarios
John: no sabe usted alguna pista sobre este diario?
Maria: solo se que no se debe abrir, o cosas muy malas pasaran
John: gracias por la información, lo tendre en cuenta, yo me voy llendo ya
María: espera...
John: que?
Maria: cuidate muchacho
John: si lo hare
Al llegar a la casa solo podía pensar en que la había cagado, había abierto el diario y ni siquiera sabia las consecuencias. Pero ya había cometido un error, y tenía que afrontarlo
