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Capítulo 9 "Vidas Separadas"

El fuerte viento acarició las hojas en ese día de invierno, la mayoría de personas caminaban una al lado de la otra, tomados de la mano y teniendo una charla amena. Sin embargo Christopher se hallaba completamente solo en una banca de madera, mientras miraba como los copos de nieves caían suavemente sobre las personas.

El invierno había llegado y era solo cuestión de tiempo para realizar el atraco.

Y aunque se hallaba confiado en que todo saldría bien, también se sentía un poco confundido, literalmente él nunca se encontró "maricón" y jamás pensó que lo sería. Incluso seguía pensando que era imposible que un pene le gustase. Al fin de cuentas fue tomado a la fuerza. Y Quizás por eso empezó a creer en aquella diminuta posibilidad de que hyunjin le gustase.

Pero él sabía que esa solo era una simple atracción momentánea y que desaparecería tan rápido como vino.

No lo pensó más y se fue. Así de simple

La mañana había llegado, y su cabello escarlata no brillo como todos los días, el cielo se hallaba increíblemente oscuro, y el simple frío ya había congelado algunas de las hojas en los árboles.

Chris se levantó mientras se aseaba matutinamente.

Apenas bajo las escaleras se encontró con su grupo de amigos, al parecer el grupo estaba esperando por él. Ninguno saludo y el tampoco se molesto en hacerlo.

Durante el camino miro de reojo a hyunjin quien al parecer se había despintado el cabello y ahora lo tenía de un agradable tono azul azabache. Las hebras finas de su cabello se hallaban particularmente lisas, cayendo suavemente en sus hombros.

Y entonces lo notó, una cinta blanca y gruesa amarraba su cabello en una coleta, la cinta caía tal y como si fuese parte de su cabello, incluso la parte delantera se hallaba separada y estaban peinadas como ondas a sus lados. No hacía falta decir más, hyunjin era un chico lindo, incluso llamativo. Pero simplemente no se comparaba con él.

Christopher era Extremadamente atractivo, tanto como para que aun el chico más heterosexual del mundo lo supiese y no lo negara. Y a pesar de su aura intimidante el australiano lo sabía.

Ahora mismo llevaba como siempre ropa negra, sin embargo una bufanda se hallaba cubriendo su cuello, sus manos llevaban guantes de motocicleta y alrededor de sus muñecas tenía una cinta lo suficientemente fuerte y larga como para cubrir gran parte de su piel. Desde el inicio de su codo hasta su muñeca, la tela era suave pero gruesa y oscura sin llegar a ser negra. Su cabello Escarlata estaba desordenado y una banda negra se hallaba alrededor de su cabeza, algunas hebras de cabello se colaban juguetonamente hacia arriba, haciéndolo ver desordenado. Pero el flequillo sin embargo estaba totalmente quieto cubriendo su frente. Tampoco hacía falta decir que el color menta de sus ojos brillaban tanto como un alga brillaba al ser iluminada por el sol en el mar.

No miro mas y caminaron todos hacía el despacho, había todo tipo de armas, ya sean cuchillos, granadas, dagas, espadas, etc. Todos empezaron a escoger, sin embargo Chris se hallaba perdido en la gran habitación, abriendo cajón por cajón.

Buscando algo que le pareciera útil, algo que llamara su atención. Y finalmente sus ojos resplandecieron cuando lo encontró.

Aquel objeto era incremente especial, al menos para el Escarlata lo era. Una pequeña espada no más larga que 30 cm. Con una empuñadura plateada brillante, a sus lados pequeños diamantes Hope estaban incrustados en ella. En el pomo de la espada se hallaba colgada una cinta Georgette translucida de color azul Prusia. La hoja de la espada era fina y aquella acanaladura era de un tono azul Tiffany, diferente al todo el color de la espada, que era completamente de color azul Capri.