- Sinceramente me apetece hacer algo más, a parte de bailar - susurró en el oído del contrario, quién quedó perplejo ante las palabras de la chica.
- Eres demasiado sincera, me gusta - respondió mientras tomaba las caderas de la chica entre sus manos.
- Vamos a un sitio dónde no nos vean - Mencionó en el cuello de el hombre.
El tomó su mano y comenzó a guiarla hasta los baños de chicas, el sitio estaba vacío por motivos desconocidos, entraron y acto seguido ella se apoyó en la puerta, el se acercó con delicadeza a la joven.
- ¿Estás segura de esto? - Preguntó para saber si continuar o no, como debía de ser siempre.
- Si, quiero follar contigo - Declaró mientras observaba fijamente a el sujeto frente a ella.
El hombre se acercó tocando la barbilla de la chica, iba moviendo su dedo hasta llegar a los labios de la joven, la chica estaba ansiosa y increíblemente excitada, Sentía como con cada toque de él mayor su cuerpo se encendía más.
- ¿Qué tanto lo deseas? - preguntó mientras comenzó a acercarse a el cuerpo de la desconocida.
- M.. Muchísimo- sentía como el cuerpo de el otro reaccionó por la cercanía de los dos, una erección notoria estaba rozando su muslo.
El otro se hacía el duro por un motivo que hasta él desconocía, pero estaba increíblemente caliente por la situación, sin poder aguantar más depósito un beso en el cuello de la chica, luego iba bajando por los hombros hasta llegar a los pechos de la chica, depósito un beso en cada lado, continuó bajando hasta llegar a el entre pierna de la rubia, levantó el vestido de ella un poco y pasó su lengua sobre la ropa interior, Bea inconscientemente jadeó ante la acción de él.
- Incluso sobre tus bragas puedo sentir lo mojada que estás, dios - dijo mientras sin aguantar más movió la ropa interior de la contraria y volvió a probar la zona de ella, está vez sin que una tela se interpusiera.
Miraba hacia arriba para notar la reacción de aquella desconocida, la chica ya ni se podía sostener de pie por lo que su acompañante hacía, El hombre se levantó y inmediatamente sus manos fueron a tocar las caderas de la chica,
Esta vez fue ella quién tomaba el control de la situación, sus brazos fueron camino a el cuello de el Alto, un beso los unió, el cual al comienzo fue lento, hasta que comenzó la intensidad a subir, las lenguas de los dos habían empezado a explorar cada recoveco de la boca de el otro, la chica algo dudosa decidió envolver sus piernas en el cuerpo del contrario.
- Joder, si que sabes lo que haces - mencionó con la voz ronca debido a la excitación.
El de camisa arremangada bajó sus manos
Hasta el trasero de la joven, lo apretó y luego lo sostuvo contra su cuerpo mientras avanzaba camino a los lavabos, procedió a tratar de dejar a la chica allí, pero fue un intento fallido, ella lo notó y inmediatamente se bajó de el sitio, comenzó a acorralar a el contrario, quién en cosa de segundos se encontraba sentado en un inodoro, el miraba expectante cada acción que la rubia pudiera hacer, ésto estaba siendo algo brillante ante los ojos de él, algo que hace mucho no sentía con tanta intensidad, el alto era más que consciente de que algo más estaba pasando pero en esos momentos sus pensamientos solo eran sobre aquellas curvas y el hermoso cuerpo que quería tocar.
- Ahora es mi turno de mandar - Señalo la rubia mientras tomaba asiento frente a frente pero sobre aquél hombre, levantó un poco su vestido por comodidad, comenzó a mover de arriba hacia abajo sus caderas, cada vez que bajaba con el movimiento podía sentir como la zona baja de su compañía estaba increíblemente necesitado.
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"Dueña de mis pensamientos" Jack Conway +18
Teen FictionJack Conway, un empresario quién solía pasar todas las noches en la oscuridad de su casa, la soledad le era lo de todos los días, cada vez las noches parecían más largas o al menos era así antes de Conocer a Bea, aquella joven que era todo lo contra...