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Madrid, junio 2021.

-Miriam, a ver tranquilízate joder- le dice Efrén al otro lado del teléfono intentando calmar a su hermana.

-Joder, es que yo sabía que no me tenía que ilusionar neno- dice la gallega casi al borde del llanto- no sé ni para que los escuché a vosotros- añade pasándose la mano por la frente secándose el sudor que empezaba a generar de los nervios.

-Pero a ver Miri, cálmate, es un casting, podías quedar como no y lo sabías, entiendo que era una oportunidad y muy grande, pero tal vez es que va a venir algo mejor.

Pero la gallega no contesta y sólo se seca las lágrimas que ya estaban saliendo sin permiso. Esa misma mañana había recibido un mail de la producción con la repuesta a su casting y desde ahí los nervios se habían adueñado de ella, por lo que hizo lo que único que le salía hacer en esas situaciones, llamar a su hermano para canalizar toda su frustración en él.

-Miriam me escuchas?- le pregunta su hermano impaciente, pero no recibe respuesta- MIRIAM- nada- joder Miriam me estás poniendo de los pelos.

-Ya ya, relájate- responde la gallega con la mirada fija en el mail recibido- estoy aquí.

-Quieres venir unos días a casa?, acá vas a despejar un poco y te olvidas de la serie, del trabajo, sólo serán unos días de descanso- le propone su hermano casi suplicando, es que conoce a su hermana y sabe que estas situaciones sólo hacen que ponga a su cabeza a trabajar en cosas que no son.

-No no- dice Miriam negando con la cabeza aunque su hermano no la pueda ver- tengo que terminar unos arreglos con la banda para el próximo concierto- añade mientras se dirige a la cocina a prepararse una infusión.

-Bueno Miri, piénsalo por si cambias de opinión, ahora te tengo que dejar que he quedado, hablamos a la noche, vale? - le pregunta aún preocupado por su hermana.

-Vale, gracias- sonríe aunque su hermano no pueda verla.

-No es nada hermanita, cuídate, te quiero.

-Y yo, saludos.

Después de colgar la llamada con Efrén decide intentar enfocarse en lo que si tiene, que es un concierto en los próximos días y unas letras en las que ha estado trabajando últimamente. Por lo que decide agarrar si guitarra y dirigirse hacia el mini estudio que tiene montado en su casa, no sin antes pasar por el living a cerrar el computador sin ni siquiera mirarlo.
Y allí pasa una, dos, tres horas y ya van casi cuatro cuando su estómago le exige comida, claro, ya pasaron casi dos horas desde su hora habitual de almuerzo y lo único que ingirió fue el desayuno a la vuelta de lo de Magali, pero ni siquiera había probado mucho bocado cuando el bendito mail entró en su correo, por lo que si, tenía hambre y mucha.
Cuando se dispone a improvisar algo con las cuatro cosas que tiene en su heladera, además de darse cuenta que tiene que ir al súper mercado a abastecerse, busca su celular que ya hacía unas horas lo había dejado después de su charla con Efrén. Al desbloquearlo se encuentra con mensajes de su hermano, preguntando por cómo sigue su estado de ánimo, de su madre, que seguro Efrén algo ya le habría comentado, de su mánager diciéndole que mañana tendría que estar en la oficina para una reunión, que supuso sería algo relacionado a los conciertos que se venían. También había algunos del grupo del consorcio, del grupo con su banda y finalmente unos de Mimi donde le preguntaban por el entrenamiento y si la había echado de menos.
Y así de fácil la granadina le arrancó la primera risa sincera a la gallega, sin esfuerzo y sin querer, por lo que prefirió evitar contestarle los mensajes y directamente la llamó.

-Ya veo que si me echaste de menos- dice la granadina al otro lado del teléfono, riéndose mientras se mira en el espejo de su baño.

-Pues si chica, claro que te eché de menos, me faltaba alguien de quien reírme- dice la gallega entre risas.

la dirección de tu suerte | miriam2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora