Mil millones de toneladas de luz (Flozmín)

IX

La semana pasó borrosa después de la noche de Harry Potter el domingo.

Bastián me daba turnos prácticamente todas las noches y tenía un montón de tareas que hacer, lo que me convirtió en un ermitaño. En realidad, una semana típica.

Sin embargo, excepto por una cosa. Una cosa que ha sido diametralmente opuesta a todas las demás semanas normales.

Jazmín.

Ella es todo en lo que parece que puedo pensar. Literalmente. Y se está volviendo ridículo porque ciertamente es una chica que nunca tendré la oportunidad de tener en un millón de años.

No la vi mucho esta semana, pero realmente no hay sorpresas, ya que probablemente ha sido una semana aún más ocupada para ella que para mí.

La elección estudiantil se llevó a cabo el martes y, por supuesto, Jazmín fue elegida presidenta de la escuela con una abrumadora mayoría. No pude evitar mirarla con lo que supongo que fue una cara de admiración durante todo su discurso. Parecía tan apasionada por las cosas de las que estaba hablando y la hacía lucir increíblemente hermosa. Nuestras miradas se encontraron una vez, al final de su discurso; Estaba aplaudiendo con los demás y cuando la vi mirándome, hice una reverencia juguetona antes de guiñar un ojo, Jazmín respondiendo con una sonrisa brillante. Las mariposas regresaron en cuestión de segundos.

Además de eso, ayer fue el primer partido de fútbol y Jazmín, siendo la animadora principal, supongo que tenía que encargarse de muchas cosas. No entiendo cómo lo hace realmente; ella está prácticamente involucrada en todo en la escuela y sin embargo se las arregla para sacar buenas notas.

Así que finalmente es viernes y actualmente estoy corriendo por los pasillos vacíos, tratando de no llegar tarde a Política.

Cuando llego al aula, suspiro de alivio cuando veo que Mauricio ni siquiera está allí e inmediatamente voy a tomar mi lugar habitual al lado de Miru, quien me saluda con uno de sus abrazos característicos.

Ella y Dani están discutiendo sobre Dios sabe qué, así que empiezo a garabatear distraídamente pequeñas estrellas y corazones en la esquina de una página en blanco de mi cuaderno, mi mente va a la deriva una vez más hacia Jazmín; de hecho, vamos a pasar la hora del almuerzo juntas, ya que hoy es el día de las audiciones para nuestro programa de talentos.

Sería mentir decir que no estoy nerviosa por eso; es como si algo hubiera cambiado entre Jazmín y yo desde el domingo pero, de nuevo, probablemente solo está sucediendo en mi propia cabeza. Aún así, esta mañana me tomó una eternidad vestirme, algo que generalmente nunca sucede. Finalmente me decidí por una camisa a cuadros negra y azul con mangas arremangadas, jeans ajustados grises, zapatillas negras y un gorro negro holgado porque, bueno, mi cabello era un desastre total.

Saliendo de mis pensamientos, me doy cuenta de que ya casi he hecho garabatos en la mitad de la página. ¿Esta maldita clase va a  comenzar alguna vez? Suspirando, dejo caer mi bolígrafo sobre el escritorio y levanto mis manos para estirar mi dolorida espalda. Mientras lo hago, dejo que mis ojos recorran perezosamente a los estudiantes reunidos en el aula, todos esperando a un Mauricio obviamente tarde cuando me encuentro con los ojos verdes en los que no puedo dejar de pensar.

Jazmín se apoya casualmente en su escritorio mientras habla con Vir y, ¿debería ser una sorpresa más? , se ve tan jodidamente hermosa que mi garganta se seca instantáneamente. Jazmín luce un cárdigan largo negro sobre un hermoso vestido de flores morado y gris a medio muslo junto con muslos negros y botas de cuero negras hasta los tobillos. Ella tiene su cabello colorado lacio con un mechón y enormes aretes de oro.