V

490 47 0
                                    

Era un nuevo día, en el cual continuaba siendo ayudante en la cocina, no me molestaba de hecho me gustaba y lo disfrutaba, ahora más que antes. Por fin había aclarado mis pensamientos y sentimientos, no importaba si me auto engañaba porque al final sabia el porque de mi mentira. Wade me gustaba y más de lo que podía imaginar. Y eso me asustaba porque no había pasado mucho tiempo de conocernos pero con tan solo su cercanía calentaba mi pecho llegando a mis mejillas, me daba miedo ser demasiado obvio, no quería que él me comentara algo al respecto y menos cuando seguía aclarando mis pensamientos.

Pero el día que tenía que resolver aquello llegó, y agradecía pasar por aquello, me había ayudado a ya no tener tanto miedo, aunque seguía sorojandome cuando nuestra distancia se acortaba, mi miedo a que el se enterara de mis sentimientos ya no me aterraba tanto, de hecho quería que se diera cuenta, deseaba que él diera el primer paso porque en eso aún no me sentía capaz.

— Deja de mirarme con esos lindos ojos porque si no te besaré.

— Inténtalo — no sabía de dónde había salido aquella respuesta sin que me avergonzará, solo esperaba que aquello no fuera parte de la herencia genética de mi papi... porque si era así, por más actitudes como esa terminaría en algunos líos...

— De acuerdo — Wade comenzó a acariciar suavemente una de mis mejillas y sin dejar de mirarme a los ojos, y por alguna razón eso lo hacía cada vez más especial pero realmente deseaba que me besara porque esta vez no aguantaría más. Pero una suave caricia en mi cuello me sacó de mis pensamientos y lentamente comenzó a guiar mi rostro al suyo hasta hacerlo, besarnos...

Apenas había sido un pequeño empujón de labios, y a diferencia de él yo no había cerrado mis ojos así que pude ver todo el momento, apenas se alejó un poco de mí y soltó una pequeña risita que para mi sonó dulce, abrió sus ojos así que terminamos mirándonos fijamente era algo extraño, no podía explicar lo que sentía era una mezcla de sorpresa y confusión, pero que de algún modo se sentía cálido, era una ligera calidez que desprendía pequeñas gotas de felicidad, una felicidad que sentía como nueva porque no venía acompañada por grandes carcajadas o porque haya sido un momento planeado para hacerlo feliz, no, solo era algo espontáneo que se volvía mágico.

El se terminó de alejar de mi regalandome una dulce sonrisa, ninguno de los dos dijimos algo pero no fue necesario hablar para escuchar alguna voz, la cual se acercaba y pertenecía a la encargada junto con los demás chicos, así que nos alejamos completamente el uno del otro para posteriormente comenzar a ignorarnos al igual que otros días.
Me sentía en una burbuja de felicidad en la cual deseaba mirarlo y que el volteara a verme regalandome una sonrisa pero no podía ser tan obvio así que solo mire mis manos en todo momento y me concentré en picar los vegetales.

Continuará...
12/04/21

Él no te conviene. ~Spideypool~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora