P•L•A•Y•L•I•S•T -Yahinaga-

Yellow - Coldplay

Yahiko se hallaba caminando con la cabeza baja, pues no había sido un buen día para él, cuando de repente siente que algo (o alguien) choca con él a lo cual enojado dice:

"Hey, ten mas cuidado tarad-" Cuando iba a terminar de hablar ve a un hermoso pelirrojo viéndolo con preocupación mientras le extiende una mano.

"¿¡Estás bien!? ¡Lo lamento!" Escucha como el chico le dice preocupado pero Yahiko al tener a un ángel en frente suyo se queda mirándolo embobado provocando la confusión del chico oji-morado.

"Hey, te estoy hablando" le dice el más bajo mientras agita una mano al frente suyo.

"Oh, lo lamento, me distraje un poco" ríe nervioso mientras toma la mano del más bajo para levantarse.

"Lamento chocar contigo, mi nombre es Yahiko ¿Y el tuyo?" Le dice mientras sonríe.

"Soy Nagato, un gusto conocerte... En compensación por haberte hecho caer te invito un café" le dice amable con una sonrisa, Yahiko se iba a negar pero al escuchar la voz angelical del chico y su hermoso sonrisa no pudo decirle que no.

Pasaron los meses y Nagato y Yahiko se volvieron cercanos, ambos tenían sentimientos por el otro pero por miedo al rechazo nunca dijeron nada, hasta el día en el que el pelinaranja decidió decirle que lo amaba ideando un plan para declararse.

"Hey, 'Gato" Dice el más alto intentando llamar la atención de su crush, el cual estaba más interesado leyendo por quinta vez su libro favorito, titulándose éste A tres metros de ti, el cual cada vez que leía lo hacía llorar, pues siempre se imaginaba escenarios ficticios en el que Yahiko y él eran los protagonistas.

"¡Nagato!" Grita el pelinaranja haciendo que el pelirrojo salga de su mundo.

"¿Eh? ¿Qué pasa, Yahiko?" Lo ve arqueando una ceja y ladeando su cabeza mirando al contrario curioso, el cual podría jurar que tenía una deidad en frente suya provocando que toda su valentía desapareciese en un instante quedando totalmente hipnotizado viendo los extravagantes ojos de Nagato, el cual juraba que eran horribles pero para Yahiko eran como la Amatista más preciosa del mundo.

"B-bueno, y-yo q-quería sa-saber si tu q-quieres ir conmigo a la lluvia de estrellas..." Dice nervioso y sonrojado desviando su mirada hacia otro lado, acción que enternece a Nagato para luego ponerse igual de nervioso al contrario al notar las intenciones del mayor.

"Entiendo, tu silencio me dice todo..." Comenta decepcionado el de ojos cafés luego de algunos minutos de silencio malentendido la situación. Con tristeza se levanta de su lugar y camina hacia la puerta e iba a salir hasta que siente como su brazo es jalado de vuelta al departamento.

"¡Espera, ni siquiera me dejaste hablar!" Responde ligeramente alterado el más bajo al notar como había malentendido sus acciones sosteniendo su brazo para que no se vaya recibiendo la mirada atenta y sorprendida de su mejor amigo.

"S-supongo que hoy estoy libre, no estaría mal ver esa lluvia de estrellas" dice tímidamente sonriéndole con un ligero rubor en sus mejillas a Yahiko, el cual estaba gritando de emoción en ese instante -mentalmente, claro-.

"¡Bien, vendré por ti a las 8:00!" Dice emocionado el pelinaranja para luego salir de aquel lugar con el corazón a punto de estallar.

Luego de algunas horas encontramos a Yahiko parado en frente de la puerta del departamento de Nagato con un ramo de Tulipanes rojos con Rosas amarillas. Suspirando para llenarse de valor, golpea tres veces la puerta, escuchando como Nagato le dice que espere algunos segundos. El pelinaranja se recarga en la pared, sintiendo como abren la puerta del departamento viendo asombrado a Nagato, pues no entendía cómo podía ser tan perfecto aún si no lo intentase.