Te Di La Vida

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Mis padres seguían gritando con el mundo a su alrededor mirando, bajo la fría noche de verano, donde mi voz parecía que cada vez les importaba menos.

Yo sentía calor, uno inmenso que se apoderaba de mi garganta y cada uno de los suspiros que soltaba, eran contados para intentar calamarme, pero no lo conseguí, ellos no tenían remedio.

-¡TE DIMOS LA VIDA, NO PUEDES SER TAN MAL AGRADECIDO! -grito mamá, pero esa no parecía ella, me daba miedo, dolor, pena y sentía las cadenas cerrarse en mi pecho.

Me dieron la vida, y querían que la viviera a su modo, que sintiera a su modo, que quisiera las cosas que ellos no pudieron tener y que pueden darme. Yo no quería nada material, ni miles de cursos, ni miles de talleres de música o deportes, no quería ser el niño perfecto, quería ser su hijo y ser amado, nada más que eso. Sin embargo ellos no entendían.

-¡YO NO TE LA PEDÍ! -grite, grite tan fuerte que quede sin aliento, mientras miles de lágrimas se resvalavan por mis mejillas-; ¡YO NO PEDÍ NADA DE ESTO, NI SER ASÍ NI QUEROS NI VIVIR CON USTEDES O NACER, CARAJO! -Miles de lágrimas se resbalaban por mis mejillas y no podía retenerlas ya, había soportado mucho-. No entienden nada, no saben nada; quieren obligarme a ser lo que no pudieron y seguir sus reglas. Ahora, para colmo, están haciéndome drama con esta puta gente mirándome como si fuera un mal agradecido.

Mire a la gente con asco, nadie hacia nada, solo murmuran, otras ríen y algunos se sienten impotentes.

-Todos me dan asco. Ya no quiero ver a nadie mas, a ninguno de ustedes, me llevaron a mi limite. Llevo 17 años de mi vida deseando no tenerla, así que si tanto quieres tu mugrosa vida mamá, te la devuelvo.

Todos se pusieron blancos como el papel al ver el arma, sentía asco de mi mismo por el dolor que les causaría, pero ya no podía más, no podía... No quería.

Vi todo en cámara lenta, a mi papá correr, a la gente queriendo quitarme el arma, y a un policía corriendo a toda máquina, pero nadie alcanzó hacer nada. Ellos no podían salvar un alma muerta, mucho menos a un ser que no deseaba vivir por nada ni por nadie. Sin ambiciones, vacío como una cáscara ya seca.

Dispare...
Todo se volvió negro...
Pero al fin me sentía en paz.

𝔹𝕣𝕠𝕜𝕖𝕟 𝕃𝕚𝕗𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora