Pesadillas

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Son mil pesadilla ardientes las que atacan en las noches cuando nadie te ve, no te escuchan, ni siquiera se preocupan de que aun sigas respirando, pero aquellas sombras si estan ahí para eso, y por cada suspiro son mil pensamientos llenos de veneno que te consume por dentro de cada una de las mil cosas buenas que te pasan. Pero gritas con fuerza: "Largo, fuera de mi, de mi cabeza y de mis mil pensamitos nocturnos, no puedo ya, no los quiero nunca mas aquí". Sin embargo, no importa cuánto lo repitas, sus voces solo se burlan y se hacen más fuertes, tanto como las tormentas de invierno, y tan voraces como el apetito de un pequeño león.

Ya deja todo atrás, mira el color, el negro solo trae perdición. Quizá calma tu mirada aquel calor de las madrugadas en tu ventana, ese consuelo de que pudiste pasar una noche más sin tener que acallar con él filo en tus muñecas. Aún así eso no es suficiente, muere de sed ese reflejo en el espejo tan gris, y no sabemos como llegó ahí. Tú te vestís con mil prendas de arcoiris, todos se burlan de tus mil destellos y aun así, tú no puedes ver que eso tiene color.

Sin ganas ni ambición, caminas de la mano con la muerte, pero se compadece y quiere que sigas tu camino sin depender de ella, intentas soltar y aun así los demonios te jalan al infierno de miles de negatividades en las que puedes caer. Quieres gritar, soñar alto, querer más, pero no puedes, es desgastante siquiera ver eso en tu sistema, en tu mirada, en tu pecho. O siquiera que el corazón lata de manera rítmica con la música tan prendida.

Nada tiene sentido porque no puedes, estás solo, en un camino de masas y sientes que todo te va a consumir. Miras a todos lados en busca de consuelo, todos miran pero nadie sabe si abrazaste o correr.

Ese tambor empieza otra vez en tu pecho, el miedo se apodera de tu mirada tan cruel, el cielo empieza a cubrirse por nubes, y las estrellas ya aparecerán. Dime que harás cuando todo llegue a negro otra vez, los días son mas cortos de lo que quieres y las noches tan largas...

Corres y aun así no llegas a la luz, miras en el cielo, pero no vez a nadie. La lluvia cae por tu rostro hasta que, finalmente, te rindes, la muerte te entiende, y te abraza una vez más, con fuerza te lleva lejos hasta el cielo, donde el caos al menos te acunara y te hará sentir paz.

Ya no tienes que llorar más, pequeña alma, el mundo no está listo para tu bondad, el cielo será tu refugio una vez más. Mira que los ángeles no saben como lidiar con las emociones humanas...

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2021 ⏰

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