Happy Ever After

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Todos sabían que el Líder Jiang era una persona de carácter fuerte.

Después de la muerte de Wei Wuxian (de la cuál lo han culpado a él) se volvió aún más temido por todos aquellos que no eran de Yunmeng.

Los viejos líderes de clanes pequeños e irrelevantes se mostraron sorprendidos, pero más que nada molestos de ya no poder manipular a aquel joven líder.

Jiang Cheng ya no tenía que soportar críticas, quejas ni órdenes de personas completamente ajenas a sus sentimientos y opiniones. Le quitaron todo y después lo culparon, pero ya no más.

A pesar de todo, su gente lo amaba y eso era lo único que bastaba. Su pueblo después de todos los problemas fueron testigos de como su Líder siempre los tomaba en cuenta, siempre los procuró y jamás descuido, sólo ellos sabían cuánto se esforzaba por hacer que todo volviera a ser cómo antes y de vez en cuando se pasaba el rato caminando por la ciudad, atendiendo las necesidades de los demás.

Sólo con su gente se permitió mostrar un rostro más suave, si bien eran pocas las veces en las que sonreía, se podía apreciar su bello rostro neutro, sin el ceño fruncido de siempre, el rostro relajado y su tono de voz era más suave y bajo cuando hablaba con ellos.

La gente de Yunmeng era la única que podía juzgarlo pero jamás lo hicieron.

Grande fue la sorpresa de todos cuando su joven Líder llegó con un niño nuevo a la secta, aún cuándo todos se morían de curiosidad de saber quién era aquel pequeño jamás preguntaron nada, pues sabían que él también merecía privacidad y si lo había traído con él, era por algo.

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Jiang Cheng había ido Gusu Lan debido a una junta de líderes, jamás se sintió cómodo ahí con sus miles de reglas, sumando el hecho de que casi todo siendo blanco, luciera tan limpio y pulcro sólo hacía que le diera dolor de cabeza pero era su responsabilidad.

Al terminar la junta no se tomó la molestia de quedarse a conversar con nadie, pues le molestaba la hipocresía y falsedad de aquellas conversaciones dónde todos fingían llevarse bien. Él no necesitaba aliados más allá de Gusu Lan, Lanling Jin y Qinghe Nie, si bien su relación no era la más estrecha con ellos, eran los únicos que respetaban la distancia que ponía.

Pero ese día, por mero capricho le pidió permiso a ZeWu Jun de ir a visitar a los conejos que solían tener.

ーClaro que sí Líder Jiang, ¿gusta que lo acompañe o de ir solo?ー

ーPodría acompañarme, ¿por favor?ー

ーSerá un placerー

Zewu Jun se despidió del resto de Líderes que quedaban y se dirigió al lugar que se le fue solicitado con Jiang Cheng a su lado.

En cuánto llegaron no dijo nada, el recuerdo de él, de Wei Ying y de su Shijie jugando con los conejos antes de irse después de acabar con sus clases lo golpeó sin piedad alguna, extrañaba esos tiempos y sobre todo los extrañaba a ellos.

“Shijie, ¿podemos llevarnos uno?”

“A-Xian, si nos llevamos uno lo estaríamos alejando de su familia, ¿no crees que se sentiría triste al estar lejos de su familia?”

Gruesas lágrimas se acumularon en sus ojos y estuvo a punto de retirarse hasta que sintió algo aferrado a su pierna, estuvo a punto de sacar su espada pero la mano del Líder Lan logró detenerlo a tiempo.

ーLo lamento Líder Jiangー Zewu jun se agachó hasta la altura del niño y le habló con voz suave. ーA-Yuan, ¿qué haces aquí?, ¿por qué no estás con Hanguang Jun?ー