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BITÁCORA no. #510, perteneciente a la era adiabática; año LXI, del siglo CLX, de la científica y líder del Concejo Blanco; madame Sherazade Phaysile.
Durante siglos, he presenciado cómo los prodigiums han desistido de encontrar su vínculo, a esa otra mitad que completa su ser. Algunos buscaron durante toda una vida, pero murieron en soledad. Parece que se trata de una epidemia que ha erradicado al vínculo, marchitándolo para los son los dueños del cosmos.
Dicen que el vínculo se extinguió siglos atrás y toda la vida se ha dicho que las familias imperiales carecen de la otra mitad de su alma, es la maldición que hay en su sangre.
El error es que el vínculo es más que una simple conexión entre dos seres. Es la búsqueda eterna de la otra mitad de tu alma, esa parte perdida que ha estado vagando en la inmensidad del universo, esperando el momento adecuado para reunirse contigo.
No es una leyenda. Cuando uno halla a su vínculo es como si una pieza perdida de ti mismo finalmente encajara en su lugar. Es un encuentro de almas destinadas a encontrarse en esta vida o en cualquier otra. Un amor que no conoce límites ni fronteras.
Por eso es que estoy segura de que la prueba de compatibilidad, tendrá que ser del cien por ciento. Gracias a esa afinidad, los Escarlata se darán cuenta de que el vínculo es un lazo de amor erótico, la chispa que enciende el fuego de la pasión entre dos almas gemelas. Es el deseo que arde en lo más profundo de sus corazones, la atracción física que los impulsará a querer poseer cada parte de ellas. Y también es un lazo de amor incondicional, el que trasciende los límites del ego y se entrega sin reservas ni condiciones.
Cuando por fin tengan a su vínculo experimentarán la fusión de estos dos amores en una danza sagrada. El eros los enlazará físicamente, mientras que el ágape los unirá en lo más profundo de sus almas.
Sonará anticuado, pero como son machos, la química en su cerebro estará sumamente alterada en cuanto estén en presencia de ellas. La peor de las debilidades y la mejor de las fortalezas.
Las amarán desde el primer instante.
Y las Elegidas, al ser humanas, el vínculo puede resultarles relevante o no, como sus hormonas son diferentes, su cerebro puede no llegar a alterarse. Es probable que tarden en enamorarse, a diferencia de los Escarlata, los prodigium, que, estoy segura, morirán por explorar el deseo romántico y sexual.
El vínculo no los volverá locos al punto de querer forzarlas a mantener intimidad, no funciona de esa forma. Él nunca podría hacerle daño a ella porque eso significaría hacerse daño a sí mismo.
Pero en cuanto las vean esos ánimos cambiarán, sea como sea, el lazo no tardará en hacer su trabajo. Será como probar una droga, adictivo y estimulante. Ya lo verán, ya lo comprobarán, ya lo experimentarán.
