Tu recuerdo (Drarry)

"4"

Habían pasado meses y meses de la última vez que vio a la familia Weasley o a su tía y Teddy.
No tenía ganas de ver a nadie, sus días se volvían más oscuros con el paso del tiempo. Varias veces Ginevra y Astoria habían ido a su casa, pero él le pidió que se fueran.

Sabía que ya no volvería a tener a Harry, ni con la Piedra de la Resurrección, que tampoco sabía dónde estaba ni con un hechizo. Nada le devolvería a su amor.
Tenían una vida por delante, habían platicado sobre su casamiento y también de que querían tener hijos juntos; pero ya nada de eso iba a ocurrir.

Con pesadumbre, Draco se levantó de la cama y se dirigió a la cocina para prepararse un café.
Lo preparó y se sentó en el sofá a tomarlo mientras leía una revista, pensó en la boda de Ronald y Hermione que sería dentro de poco.
Lo habían invitado, pero él no sabía si iría o no, ya que no tenía ánimos y eso le recordaba a la boda que no pudo tener con Harry.

En su perspectiva, el mundo le estaba jugando una mala pasada, todo le recordaba a su chico; incluso las veces que quería sacar esos pensamientos de su mente. No había forma de librarse del dolor que le impedía seguir adelante.
No, no quería compartir su vida con alguien más, lo único que quería era seguir su camino sin recordarlo con dolor y aceptar su muerte.

--¿Es tan difícil dejarte ir?-- se dijo.
--Cuando encontré mi felicidad, me la arrebatan de nuevo.--
--Harry James Potter, te juré amor eterno sin casamiento... Pero ahora que te fuiste, ¿es eterno?--

Volvió a estar solo, todo era como antes. Sin personas que lo entiendan o apoyen, era él contra el mundo.
Las palabras de afecto de Astoria lo lastimaban, ella no entendía el dolor de perder al amor de su vida... No, no lo entendía; porque Ginevra estaba con ella.

Se habían casado y ahora estaban por adoptar una bebé, le pondrán Lily Luna y el apellido de ambas. Fleur estaba embarazada de una niña y Fred II vivía feliz con sus padres.
Charlie, por su parte, seguía con los dragones y Percy en el Ministerio de la Magia.

--Todo me recuerda a lo que pudimos tener si no te hubieras ido.--
--Verte con un bebé en brazos, era lo que más quería... ¿Dije quería? Es lo que más quiero.--

Tomó todo su café y fue a lavar la taza, miró su móvil y vio las llamadas perdidas de sus amigos. Las dejó ahí, ni siquiera las abrió.

Fue a su cuarto, agarró las fotos de él y Harry juntos y apreció lo hermosos que se ven. Suspiró y oprimió una en su pecho, dejando que las lágrimas salieran de sus ojos.
No hizo esfuerzo en contenerlas, ya todo eso era en vano.

Sufrir por alguien que no te amó es idiota, pero sufrir por alguien que sí te amó y que se fue... Es realmente doloroso, ya no soportaba ese dolor que le cerraba el pecho dejándole sin aire.

Se pasó toda la mañana y tarde viendo fotos, apenas sí había comido un poco del almuerzo. No quería, no tenía ánimos para probar bocados de su comida.
De nuevo, como todo el día, se fue a su cuarto y miró por la ventana.

--Podría hacerlo, y así estaríamos juntos.--
--Eso haré, iré a la cocina y buscaré algo... Acabaré con esto, sé que no es lo que quieres... Pero yo sí quiero.--

Esos pensamientos los tenía hace mucho, nunca hacía nada porque Harry no hubiera querido, pero ya era suficiente... El dolor lo consumió, al igual que la depresión.

Se alejó de la ventana y fue hacia la cocina, abrió los gabinetes buscando un cuchillo. Lo encontró y lavó bien, no sabía para qué pero igual lo hizo.
Lo acercó a la zona de su corazón, respiró profundo y soltó lágrimas... De un momento al otro, el cuchillo ya estaba clavado ahí, en su corazón.

Cayó en seco al suelo, la respiración se le cortaba y sus ojos comenzaban a cerrarse, el último suspiro que dio fue acompañado con un Harry.