6° Pequeñas Heridas

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-¿Alexander?

Alec se congelo a la mitad de su camino. Aquella era una pregunta. "Quizá él no me vio" pensó Alec con esperanza y se quedó quieto en medio del pasillo por varios segundos.

-Alexander…- su padre repitió y Alec sabía que toda esperanza se había perdido y se encogió de hombros aceptando la derrota.

"Tenías que pasar por el cuarto de las armas ¿no? Eres un idiota Lightwood, eres un estúpido" se castigó a sí mismo. Y es que si tan sólo él hubiera salido directamente de su cuarto, jamás habría tenido que pasar delante del estudio de su padre y ya estaría de camino al departamento de Magnus para ese entonces. El chico dejó salir un suspiro pesado de sus labios y decidió enfrentar a su padre porque no tenía otra opción.

Robert Lightwood era un hombre intimidante en circunstancias normales pero aquellas no eran circunstancias normales. La Clave había estado en el Instituto por un buen número de días interrogando a todo mundo acerca de la batalla con Lilith y la desaparición de Jace y Sebastian. Los miembros de la clave estaban bastante alterados y no costaba demasiado sacarlos de quicio si tenía la mala suerte de encontrárselos rondando por los pasillos del Instituto. Además, Alec la tenía un poco más difícil con ellos puesto que en días anteriores había anunciado que era gay y que tenía novio en una forma realmente dramática.

Desafortunadamente parecía que su padre no aprobaba el estilo de vida de Alec y Robert no había perdido la oportunidad de decírselo a su hijo. Esta era la razón por la que Alec se sentía intranquilo ante la perspectiva de hablar con su padre mientras entraba por fin al estudio de éste.

El estudio era una habitación larga que no tenía nada que ver con la que Hodge había usado, la misma que su madre había ocupado y que era un desastre. En esta habitación, se encontraba un escritorio de madera de proporciones grandes detrás del cual estaba sentado su padre estudiando algunos papeles mientras Alec se ponía al fin delante de él. Cada pequeña pulgada de la mesa estaba cubierta de libros y papeles, las paredes de la habitación estaban cubiertas de estantes llenos de más libros y archivos en completo orden. Alec se preguntó si la información que su padre estaba buscando tenía algo que ver con Jace.

-¿Sí, padre?- dijo Alec formalmente. El muchacho se refería a Robert como "papá" de forma usual, pero en ese justo instante no se sentía tan amigable hacia él.

-Me gustaría hablar contigo- dijo su padre con seriedad- ¿Tienes un minuto?

-Estaba a punto de salir- dijo Alec firmemente.

Los ojos de Robert, casi idénticos a los de Alec se entrecerraron.

-¿Estabas intentando escabullirte para encontrarte con el brujo?- dijo su padre con algo d burla.

Los ojos de Alec se oscurecieron. Siempre era lo mismo con su padre, Robert parecía incapaz de pronunciar el nombre de Magnus sin importar cuántas veces Alec se lo hubiera dicho.

-El brujo tiene un nombre- dijo Alec apretando los dientes para no ponerse a gritar- y no tengo que escabullirme a ningún lado. Soy un adulto y puedo ir y venir como y a dónde yo quiera.

El chico cruzó sus brazos encima de su pecho de forma desafiante. Técnicamente lo que había dicho era verdad. Era ya un cazador de sombras de 18 años y era libre para entrar o salir de cualquier Instituto del mundo al que quisiera ir. Pero como daba la casualidad de que aquel Instituto era su propia casa, no estaba seguro si su padre iba a puntualizar aquel pequeño detalle, sin embargo su padre no parecía especialmente interesado en discutir aquel punto.

I Get To Love You [MALEC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora