¡Por favor, Tae! [Yoontae]

¡003!

[🧃🧃🧃]

—Jimin, por favor.
          
—Yoongi, ¿De nuevo tú por aquí?
                   
—¡Dejame pasar!

                   
—Me temo que eso no será... ¡Hey! —Jimin sintió un fuerte empujón y de pronto vio el prominente cuerpo de Yoongi atravesando la puerta que inútilmente intentaba cerrar. Mierda, sí que era fuerte. —¿Qué se te ofrece? —el palido fingió una notoria cortesía luego de que este haya entrado en contra de su voluntad.

                
—Sabes porqué estoy aquí. ¿Dónde está Taehyung?

               
—¿Taehyung? ¿Cuál Taehyung? ¿El que te está evitando hace algunos días?—

                 
—El mismo.—

                 
Jimin soltó una risa ladina y algo nasal al darse cuenta en la tonta situación que se había involucrado por querer ayudar al tonto de su compañero de residencia. En realidad todo el contexto le daba mucha gracia.

                   
—Mira, creo que él no quiere hablar por -lo que sea- que haya pasado entre ustedes. Y si no fueron suficientes indirectas el que te haya estado ignorado, entonces deberías afrontarlo. Son grandes, a mí parecer, y podrían hablar como tal. Ahora —Jimin se despeinó el cabello y volvió a mirar a Yoongi mientras se ponía una chaqueta—, si me disculpas me iré a una cita con mi novio. Dile a Tae que no me espere. Bai —simulando un beso en el aire se fue.

                 
Yoongi entonces bufó y se recostó en la cama de Taehyung. Sí. Esa misma en la que algunos días estaban ambos recostados, besándose, y a punto de concretar lo que había estado (sorpresivamente) esperando.

                 
Aún recordaba las palabras de Taehyung:

                 
“—Por favor, Yoonie. Hagámoslo.”—

                   
Incluso cuando estaban deslizando sus prendas y dedicándose sucias palabras para saciar esa incesante necesidad que había comenzado a crecer en ambos fueron interrumpidos por el, conocido, y para Yoongi, molesto acompañante de Taehyung. Quien sin pedir permiso -bueno, era obvio que no lo haría porque era su cuarto también, pero qué más da-, les hizo cortar cualquier tipo de pasión que rápidamente fue reemplazada por algo de pudor y vergüenza. Si bien Jimin se había disculpado y se había retirado inmediatamente de la escena no pudieron volver al contexto anterior. Sólo quedaba la vergüenza del menor por haber sido descubierto a punto de acostarse con su mejor amigo.

                   
La cuestión es que desde ese día Taehyung había estado evitandolo, casi como si al hacerlo lo ocurrido hace días atrás hubiese quedado olvidado. Aunque en la mente de Yoongi eso estaba lejos de ser probable.

                   
—¿Qué estás haciendo aquí? —Yoongi no se había dado cuenta de que su mejor amigo había entrado y que tenía su cabello desordenado al cruzar la puerta. Quizás cuando estaba en su pequeño trance Taehyung de los nervios había decidido revolver sus hebras por haberlo visto de repente ahí sentado. Quien sabe.

                   
—Tae... Yo... ¿Podemos hablar?

                   
Un suspiro fuerte salió involuntariamente de sus labios cuando oyó eso. —¿Y de qué quieres hablar? —Taehyung apoyó sus cuadernos en la encimera del escritorio y se sacó la chaqueta de Jean dejándola en la silla conjunta.

                   
—Por favor, Tae. Ya sabés de qué.

                   
—No.