Capitulo III

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Leiko caminaba por el frondoso bosque. Tan profundo como solo uno se imaginase.

Miraba su camina a la par que silbaba una melodia pegajosa. Sus manos estaban cruzadas sobre sus brazos y su mirada sin brillo igual de neutra como siempre.

Lo que ocurrio hace minutos atras no le habia importado mucho.

El hada la juzgo siempre. Desde que por casualidad la cambiaron de celda frente a el y al enterarse de que era de la raza demoníaca nunca fue amable con ella.

Y pues, la opinion de el enano, la gigantona y la princesita lame botas según ella no le importaba lo más minimo.

En cuanto a Ban... El ya lo sabia.

Sus ojos blancos dieron un destello negro cuando sintió una brazo retenerla.

Ban-te encontre-susurro serca de ella.

Leiko-idiota, me sorprendiste-bufo colocandose frente a este.

Ban-te vengó a buscar y ni las gracias das. Ashhhh-la miro fijamente.

Su mirada era fria como el hielo al conectarse con los ojos blancos de la chica. Los cuales rápidamente se entrecerraron y volvieron a mirarla con la misma calidez.

Leiko-no tiene que fingir Ban. Se que no soy bienvenida en ninguna lado por ser Demonio-aclaro severa mirando fija los rubis frente ella.

Ban-¿por que nunca me lo dijiste?-hablo con dolencia en su voz.

Leiko-¿que?, pero si te lo dije?-aclaro alzando una de sus cejas.

Flash back.

Leiko-y pues. Soy de la raza demoníaca-confesó sumiendose en el silencio. Ya que detras de aquella conefecion ya no hubo palabra alguna.

_celda de Ban_

Claramente se veia al albino durmiendo mientras colgaba de aquellas barras de hierro.

Fin Flash Back.

Ban-oh... Bueno, entonces no pasa nada. Sera mi gran amiga no importa que raza seas-hablo apoyando su palma en el hombro de la azabache.

Leiko-lo se, idiota. Pero ellos, no me querran cerca-

Ban-tu no los quieres cerca-remodelo la afirmacion de su amiga con burla-vamos. No pasa nada

La arrastro hasta la taberna nuevamente donde al entrar todos se pusieron alerta.

King-¿porque la tragiste?-el desde se notaba.

Ban-ya, Kingi. Ella es mi amiga, así que aguantate-afirmo tomandola por los hombros.

Hawk-¿no nos haras nada?, o si-temblo miemtras tartamudeaba y se resguardaba detras de la alvina, que asu vez lo hacia en el rubio.

Leiko-a ti no-afirmo subiendo las escaleras. No quería ver a nadie.

Diane-¡y tiene el descaro de quedarse aqui!. ¡Echala capitán!-grito la gigante furiosa desde afuera.

King-yo pienso lo mismo-apoyo.

Hawk-sinceramente, yo tengo miedo, ¿y tu Elizabeth?-pregunto aun en susto.

Elizabeth-bu-bueno. La señorita Le-Leiko no ayudó después de todo, ¿no, señor Meliodas?-busco la aprobación de este que solo sonrio.

Condenada //Meliodas x tu//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora