Capitulo IV

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Ya era de mañana.

Leiko se encontraba colgada del brazo de su unico amigo que le impedía caer de la cama.

Obvio, él roncaba como si no hubiera dormido en siglos.

Alzo su vista y se encontro una mirada miel llena de asco y enojo.

King-¿no te da verguenza dormir con un hombre que ni es tu pareja?-escupió cada palabra con asco.

Leiko-es temprano, hadita. Maldiceme más tarde-pidio neutra y fastidiada.

Ya empezó el día con el pie izquierdo.

Se fue a la planta baja donde nuevamente se encontraban "el enano", "la princesa lame botas" y Hawk.

Estaba llendo siguilosa a la barra a tomar un vaso de agua hasta que se le escapo un bostezo.

Meliodas-buenos dias-saludo como de costumbre.

Elizabeth-bu-buenos dias señorita Leiko-hablo con nerviosismo.

Hawk-hola-saludo.

Se reprimió por no sonreir. Hawk era el unico que se estaba acostumbrando a ella--sin contar al rubio que se acostumbro muy rapido--.

Solo emitió un sonido y ni siquiera fue a tomar agua.

Meliodas-Elizabeth y Hawk iran al pueblo, ¿necesitas algo?-pregunto amable pero esta negó sin siquiera mirarlo-de acuerdo, vayan...

Estos salieron a su destino mientras Meliodas decidió empezar una guerra de miradas con Leiko.

Que en realidad solo quería ver más a detalle sus ojos.

Leiko-¿que me vez, idiota?-hablo seca.

Meliodas-¿te han dicho que tienes unos curiosos ojos?-contesto. Nunca había visto a alguien con los ojos blancos.

Leiko-si, la gente que no sabe que soy un Demonio...-el silencio reino-solo deja de mirarme. Eres un fastidio.

Meliodas-mh, generalmente dicen que soy genial-rasco su nuca sin interés.

De repente el estomago de la azabache resonó a lo que el rubio rió.

Meliodas-debe haber algo de comer por ahí-aviso a esta que tenia una vena saliendose de su frente.

Leiko-no quiero nada-afirmo.

Meliodas-¿quien dijo que era para ti?-rio burlón.

Leiko-¡eres un fastidio!-hablo golpeando fuertemente la barra.

Ban-wuaaaaa, ¿que sucede aqui?-pregunto al llegar a la planta baja.

Meliodas-estaba hablando con Leiko-contesto con ánimos.

Ban alzo una ceja en direccion a la mujer que sólo le mostró su puño apretado.

Ban-mh-uhm, are de comer-comento acercandose a la cocina.

Leiko estaba mirando al piso mientras escuchaba a los dos amigos hablar.

Miro atenta sus guantes de oro en la mano y la cerro fuertemente.

Un caliente plato de comida se coloco delante de ella.

Ban-buen provecho-hablo sonriente y se sentó en la mesa frente a la barra junto el rubio.

Tomo el tenedor luego de hacerle un gesto de agradecimiento a el albino.

Ban-¿no prefieres quitarte los guantes?

Leiko-na. Esta bien-contesto llevándose el cubierto a la boca.

Ella comio en silencio mientras los otros dos hablaban. La incluyeron pero ella solo hacia gestos de contestación.

Condenada //Meliodas x tu//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora