Tan bonito que era Erick.
Pero, Joel lo odiaba demasiado; tanto, que cuando cumplió los 18 se fué de casa, dejando a su mamá y a Erick solos.
Y ahora, 4 años después, regresa, aún odiando a Erick.
- Mamá - susurró cuando la tuvo en frente - He regresado.
- Hijo - con lágrimas en su rostro, lo abrazo muy fuerte -
Tenían un momento perfecto, hasta que escucharon una pequeña voz, era él, Erick.
- Joel - susurró el ojiverde -
- Hola - contestó amargamente -
Esto solo sería el comienzo.
Y como dicen, del odio al amor hay solo un paso.