Capítulo único.

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Antes de leer:

*Shoto y Katsuki son adultos.

*Personalidades fuera del cannon (advertidos están).

*Universo alterno, aquí nadie es héroe.

*mención de Katsuki doncel.

*Lo más importante, con un fallido intento de narración acerca de la masturbación 😅

*Otra nota necesariamente innecesaria (? El único propósito de esta lectura es el de entretener, soy consciente de que mi reacción y el manejo de personalidades es una kk, pero bueno... me gustó escribir esto.

*Cringe asegurado (??

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"A  kilómetros estamos conectando y me prendes aunque no me estés tocando".

La vida de casados es muy ajetreada, ambos están ocupados debido a sus trabajos, además los deberes del hogar también exigen tiempo de atención, resulta ser pesado para la pareja, pero sin embargo son responsables y tratan de no descuidar nada.

Vida de adultos le llaman, afortunadamente para el rubio las vacaciones de verano habían llegado, las obligaciones como docente de primaria cesaron para bien de su estabilidad mental, no lo malentiendan adora a sus mocosos, pero ya necesitaba respirar aire libre de pegamento y sudores extraños.

Para el bicolor, esta vez, la suerte no estuvo con él y no le extraña, tener un puesto importante en la empresa del viejo no podía darse el lujo de ausentarse, es por eso que, sin muchos ánimos, se encontraba en el aeropuerto despidiéndose de su adorado esposo.

Odia con todo su corazón separarse de Katsuki, hasta cierto punto sin su presencia se ha vuelto un completo inútil, agradece a Dios y a cualquier ente divino la existencia de ese explosivo rubio. Así que, si deseaba tratarlo como rey debía trabajar como un esclavo.

-Kats, te llamaré en cuanto llegue a la ciudad.- le dijo tomando el rostro de su pareja, antes de partir necesitaba llenarle la cara de besos y aspirar aquel dulce aroma a vainilla.

-Ba-basta mitad mitad, si no te apresuras perderás el vuelo.- como no quisiera la cosa, se dejó mimar, este seria el último mimo hasta que llegara otra vez.

Escucharon a través del altavoz el nombre del bicolor así que a modo de despedida Katsuki le dio un apasionado beso, mientras veía como ese fornido bicolor se alejaba de él, se fue en sentido contrario y emprendió camino hacia su hogar.

Una vez estando en la enorme casa se vistió con ropa más cómoda; una playera de Shoto y unos shorts fueron la vestimenta perfecta para estar en modo señora limpiando todo el desastre de las últimas dos semanas, buscando aminorar la carga de limpieza encendió el reproductor de música y se dedicó a asear la casa.

Estuvo por un largo rato haciendo y deshaciendo las habitaciones pero nada le impidió que estas rechinaran de limpias, ahora estaba en paz consigo mismo. Se retiró los instrumentos de limpieza cuando escuchó timbrar el celular, por el tono personalizado ya sabía de quién se trataba.

A partir de esa llamada, los días restantes dieron comienzo a una serie de constantes llamadas por parte de Shoto, no le molesta porque mientras él se encuentra a kilómetros de distancia platicaban ya sea en la comida, en los ratos libres y antes de dormir, pero había algo en el blondo que le inquietaba a pesar de estar siempre en contacto no fue lo suficiente para calmar ese malestar.

Se considera una persona independiente, libre de ataduras pero reconocía haberse vuelto adicto al bicolor, a sus caricias y a esas lindas palabras mientras interactúan en la intimidad. Ahora no podía dejar de pensar en como Shoto le mimaba y le trataba como lo más preciado de este mundo.

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