3. Rito De Movimiento (AnaObi) [Traducción] <Usasarah>

Capítulo 4

- El Lord Sith... es el Canciller Palpatine - concluyó Mace Windu solemnemente, con los labios fruncidos en concentración y apenas conteniendo la ira -. El Maestro Kenobi nos había advertido hace años que Dooku había confesado que el Lord Sith estaba controlando el Senado... fue irresponsable de nuestra parte no analizar más cuidadosamente esta advertencia, incluso si pensamos que Dooku podría haber estado mintiendo.

- Engañándonos a todos, el Canciller ha existido sin ser detectado ni por la Orden ni por el Senado - reflexionó Yoda, sacudiendo la cabeza con tristeza -. Ha estado tirando de los hilos durante bastante tiempo.

 Anakin apretó las manos con fuerza, las uñas se clavaron dolorosamente en sus palmas, pero el dolor lo castigó, le impidió atacar, gritar, encender su sable láser y destruir cualquier cosa en su vecindad, cualquier cosa en su camino.

Iba a matar a Palpatine, matarlo por hacerlo parecer un tonto, matarlo por construir una compulsión Sith e implantarla en la mente de su padwan, dejar que se desgarrara y, sobre todo, lo iba a matar por tratando de matar a su pareja. 

Sabía que Obi-Wan estaba ahí fuera; su compañero había escapado. Anakin todavía sentía el enorme abismo de donde su vínculo de la Fuerza con Obi-Wan se había reducido, pero se había encendido una chispa de esperanza. Iba a acabar con Palpatine, un hombre en quien una vez pensó en un amigo, un confidente cercano, pero que de hecho había estado diseñando su caída y había planeado usar su único amor para volcarlo en la oscuridad. 

Anakin había lastimado a los más cercanos a él debido a su descuido, su ceguera e ignorancia. 

El Alfa se levantó de donde había estado sentado ante Mace Windu y Yoda. Ahsoka lo miró con cansancio. 

- Voy a terminar con esto - anunció, con expresión ensombrecida y ojos azules guiñando peligrosamente. 

Mace también se levantó - No vas a ir a ninguna parte todavía, Skywalker, y especialmente no vas a enfrentarte a Sidious tú mismo.

- Por supuesto que lo haré, y no puedes detenerme - Anakin casi gruñó, la necesidad de venganza brotaba en él por segundo -. ¿Después de todo lo que me ha hecho? ¿Después de todo lo que le ha hecho a Obi-Wan?

- Es exactamente por eso que no puedes enfrentarte a él. Te has convertido a ti mismo y a los que te rodean en un objetivo. Estás demasiado cerca de esto. Palpatine, Darth Sidious, ha estado jugando contigo como un títere, aprovechando esas emociones tuyas sin control para diseñar tu caída, y ahora, incluso has metido a Kenobi en esto. Por eso la Orden prohíbe el apego. Se usará contra ti como un arma.

Anakin se burló, pero fue Ahsoka quien saltó y salió en su defensa. 

- Es decir, no por eso el apego a la Orden prohíbe, Maestro Windu, y usted debe saber eso. La Orden, erróneamente , prohíbe el apego debido a la falsa noción de que el amor y la conexión emocional conducen a la posesión y la codicia que luego conduce al lado oscuro, pero el apego no hace eso, y los Jedi siglos antes que nosotros agradecieron el apego...

- Padawan Tano, no te atrevas a sermonearme sobre los peligros del apego o la historia Jedi considerando el tipo de situación en la que nos encontramos. Tenemos un batallón de clones deshonestos, un Maestro Jedi desaparecido y un Lord Sith que se hace pasar por el Canciller de la República Galáctica.

- Pero-

- Suficiente.

Fue el Maestro Yoda quien habló, y todas las cabezas se volvieron hacia él -. Suficiente - reiteró -. Todos ustedes - el Gran Maestro asintió con la cabeza hacia Mace -. Correcto es el Maestro Windu. Para enfrentar a Palpatine no puedes, Anakin Skywalker. Gira a tu alrededor, odio y miedo. Aprovecha y explota esa energía oscura, Sidious lo hará.