I - Salvavidas.

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- Oh... -Murmuró un pequeño ente desapareciendo de su puesto a gran distancia para colocarse frente a ella- No esperaba ninguna visita... -Trató de colocarse de pie inútilmente cayendo sobre su propia pisada- Con cuidado...
- ¿Quién eres...? -Susurro un poco confundida otro poco cansada.
- ¿Quién soy? ...En realidad soy todos...
- ¿Todos?
- Si, soy la representación encargada de designarte un alma humana para proteger en tu misión de salvavidas.
Parpadeo perpleja- ¿M-mi misión?
- Veo que te estás despertando de a poco -Dijo entre una sonrisa- Mejor, la parte que sigue... No es para nada agradable, no te gustara que te tome por sorpresa.
- ¿A que te refier-Antes de que pueda terminar de preguntar la pesada carga que sentía en su espalda comenzaba a arder, su piel quemaba como el infierno y sus gritos no tardaron en llenar el inmenso vacio en el que estaban permaneciendo- ¡Detenlo! ¡Haz que pare te lo ruego!
- No puedo hacer eso -Determino de inmediato- Esto es lo que decidiste, este es tu nuevo camino.
- ¡¿De qué hablas?! -Exclamo intentando tomarlo del brazo en vano pues no tardó en traspasarlo; volteo a ver aterrorizada como se desprendía cual hueso incinerado cada pequeña pieza de ala que perdía- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué haces esto?!
- Te lo dije, tu elegiste esto -Confeso un poco incómodo- Yo... No estoy haciendo nada más que esperar para llevar a cabo tu designación.
Entre lagrimas pudo visualizar una bruma brillante integrarse frente a sus ojos- Siete ¿acaso lo olvidas todo?
- Estoy siguiendo el protocolo paso a paso.
- Sabes que no es a eso a lo que me refiero -Dijo insistente para agacharse frente a la altura de sus ojos- Tranquila, esto está bien. Estarás bien, nada malo va a pasarte -Aseguro sonriendo pacíficamente.
- Eres un ángel -Aclaro más avergonzado que antes el ente del principio- Nada malo puede pasarte, no después de esto...
Dolida y preocupada trato tomar un respiro, incluso si sus ojos no podían mantenerse en un solo sitio para asimilar lo que estaba pasando- Acercate.
- ¿Qué? -Pregunto sorprendido.
- Acercate a ella, parece no tener nada que ver pero un acercamiento con un ángel es escencial para darles valor.
Hizo caso sin quitarle los ojos de encima; notó el excesivo brillo reflejado en sus pupilas, los diferentes tintes en toda su piel de rosa a rojizos incluso unos tirando a café, cada parte de ella era... encantadora cuanto menos, mágica en mayor precisión- Perdoname -Lo miró sin tapujo asustada y con gran desconfianza- Eres... El primer ángel que envío con humanos.
Su compañero suspiro para soltar una sonrisa esperanzadora- Eso está mejor, te dejo a cargo, ven a buscarme cuando acabes -Solicito despidiendose.
Ambos guardaron silencio un momento, no pudo evitar volverse a sus alas destrozadas- ¿Ya no... Ya no soy un ángel?
- Tú siempre serás un ángel, no te preocupes por tus alas, crecerán al volver.
- No recuerdo nada -Admitio preocupada.
- La amnesia temporal es parte del proceso, limpian tus memorias para que la realidad de aquí dentro y la de allí afuera no choquen provocando desperfectos en tus decisiones.
- "Mis decisiones"...
- Te lo dije, elegiste ser un salvavidas humano -Repitio volviendo en si, recupero la compostura en su puesto y proyecto frente a ella una secuencia de imágenes a una velocidad ilegible- Aquí está.
Volteo a ver nuevamente la proyección y lo primero que captó su mirada fue, una sombra. Afilo la mirada tratando de ver el rostro de la persona que se veía y noto que levemente uno de los cabellos que se visualizaba fuera de su capucha colocada se balanceada levemente; notó que era una especie de transmisión en vivo- ¿Quién es?
- Tu misión.
- No lo entiendo, todavía no. Dijiste que tengo que salvarla.
- Sí.
- ¿De qué?
- De ella misma -Dijo sin remordimiento, se notaba un poco su desapego a esa especie en general- Mira, es un humano roto ¿entiendes? Tu misión es repararlo. Luego de eso vuelves y, continúas con tu vida de ángel.
Preocupada se puso de pie- No sé cómo hacerlo.
- Lo averiguaras.
- ¿Cómo los sabes?
- Eres un ángel, que este lugar siga existiendo es por ustedes -Desvio la mirada hacia la pantalla para decir con seriedad- de hecho... que ellos sigan existiendo, también.
Guardó silencio tragando saliva, decidió acercarse un poco a la imagen proyectada- ... ¿Cómo se llama?
- Las almas no tienen nombre, tendrás que averiguarlo por tu cuenta.

II BEATSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora