Bip Bip Bip Bip....
Oh, mierda. El maldito ruido del despertador me está volviendo loca.
Extiendo el brazo hasta él, y aprieto el botón, pero luego me doy cuenta de que no es mi reloj. Me incorporó sentandome en la cama, y un dolor terrible arraza mi cabeza.
Me sujeto la frente con una mueca de dolor, mientras recuerdos de la noche anterior me llegan a la mente.
Fiesta... Alcohol.... Chicos.... ¡El chico!
¿Me habré acostado con él?
Eso espero. Me acuerdo de sus rasgos faciales a la perfección. Pelo negro alborotado, ojos verdes, nariz puntiagua, piel blanca y labios finitos.
Miro la cama, no es la mía. Y mi vestimenta... tampoco.
¿Cuando me puse éste short y esta remera?
Miro a mi lado, y no veo a nadie. Sólo sábanas corridas. No estoy acostumbrada a estar sola en la cama. Siempre duermo con alguien en las noches de fiesta, pero al otro día no recuerdo mucho por la culpa de la resaca.
Genial. Me levanto de la cama quitando las sábanas y, mierda, otra vez ese dolor.
Cuando salgo de la habitación, sólo me encuentro con un pasillo largo, entonces diviso la cocina al final de él, donde se escucha una música... ¿Eso es Rock Internacional?
Camino lentamente hasta la cocina y me encontré...
Un chico, obviamente. El mismo de ayer. Pero... estaba en calzones... y bailaba. Usaba una cuchara de madera como guitarra, al mismo tiempo que flexionaba las rodillas, y cantaba haciéndose el cantante.
Deje escapar una risita, que luego se convirtió en una carcajada.
-¡Mierda!- grito el chico al verme. Dejó caer la cuchara de madera, que lastimó su pie.- Auuuuch.
Volví a reír y luego me acerqué al chico, que por cierto no sabía su nombre. Él, nervioso, apartó un mechón de pelo de su cara.
-Hola.-dije, dedicándole mi mejor sonrisa, tímida y seductora.
-Hola. Soy Adam.- dijo él, y sonrió. Y que bueno que estaba...
-Y yo Emili, pero me dicen Emi.- sonreí.
Un silencio incómodo inundó el ambiente, y Adam garró la cuchara de madera del piso y probó el contenido de la olla -creo que era salsa-.
-Y....-dije haciéndome la tímida.- ¿Ayer nos revolcamos?- pregunté, acercándose y acariciando su cuello.
Chris se atragantó con la salsa y tosio, y luego me escupió toda la salsa, accidentalmente.
-¡No!- grito- Sólo te vi muy borracha y te ayudé.- vio mi cara de sorpresa y asco.- Ups...
Agarro una servilleta y me la paso por la cara lleno de salsa.... puaj.
-Bien.... Creo que debo irme.- dije.
Enserio, a pesar de que éste chico sea... ¿Como decirlo? Asdfghjklñ Violable, no es para mi.
¿¡QUE CLASE DE PERSONA ME LLEVA A SU CASA Y NO TIENE SEXO CONMIGO!?
A.n.o.r.m.a.l.
-¿En serio?- me pregunta.
-Si.- dije yo agarrando mi bolso- Adiós, gracias por traerme.
Aunque hubiera sigo más divertido si hubiera pasado algo...>
-¡Espera!- grita antes de que me vaya, y siento unos pasos detrás de mi.
Reboleo los ojos y me giro.
-¿Que?- pregunto.
-Tal vez deba llevarte. Ni siquiera sabes donde estás...- dice.
Asiento, y Adam se va y vuelve a los cinco minutos, ya cambiado con una camiseta que lo hace ver... sexy.
-Tal vez deberías pasarme tu número.- digo, coquetamente.
-Claro... Seguro.
Agarra un papel, y con una lapicera comienza a anotar. Yo pregunto... ¿Como un chico tan guapo no tiene muchas tarjetas con su número? Miles de chicas se lo deben pedir.
-Toma- me da el papel, en donde tenía el número
Todo pasa lento, entonces ya estamos listos para irnos.
En el viaje, estamos los dos en silencio. Después de que yo le diera la direccion de mi casa, No hablamos, ni nada. Adam sólo manejan y yo miraba el paisaje por la ventana. Nada más. Fue raro, un momento incómodo mientras un silencio nos envolvía.
Al llegar a mi casa, me sentí aliviada de poder entrar y disfrutar de mi alocada familia.
-Un placer- les digo al bajar del coche. Él me sonríe
¿Por que digo alocada? Bien, les diré.
Tengo una madre, que lo que menos hace es tener un papel de madre. Es extremadamente infantil, aunque tiene 36 años. Está loca, totalmente loca. Nos corre por toda la casa, nos quita la computadora, y cada vez que ve un chico en casa, se le echa encima... y lo llena de besos cosa que provoca que el chico salga corriendo de casa.
Tengo un padre, Luis, que es hiper super mega sensible. Le dices 'hola' y ya busca una excusa para ponerse deprimido. Mi mamá dice que no le preste atención, que él es así y que lo tengo que aguantar.
Mi hermana, Rose, una bebé que es más inteligente que toda la familia. Tiene 3 años y ya hace dibujos que tienen sentidos, pero no como un artista. Habla bastante, hasta un día me levante de la cama y la vi sentada en la cocina con su sillita. Ni me pregunten como llegó ahí.
Un abuelo, mi favorito. Fiestero, super super fiestero, mas que yo, y se viste como un adolescente, y no le queda mal. Si tú lo vieras, dirías, éste hombre no se puede ni mover. Pero no es así. Se menea, y baila muy bien.
Mi abuela Lola, sabe muchísimo de tecnología. Todas las redes sociales que te puedas imaginar, ella tiene un usuario. Su Facebook es... Lolita Tkm. Si, así de raro. Creo que es una vicio, lo único que hace es estar frente a una computadora. Bueno, no muy diferente a mi, sólo que yo estoy frente al telefono.
Y bien, esa es mi familia, así de loca, pero yo la amo.
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Hola! Que tal? No subí el capítulo el domingo, por que no estaba segura si quería empezar una historia, no sabría si la quisieran leer o si les gusta mi forma de narrar. Bueno, pero acá está.
Gracias a los pocos que lo leyeron, y también hay una novela llamada Mi Difícil Relación, que está en mi perfil, sólo si quieren se pueden pasar.
Besos y abrazos.
Clara_Sr
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Kiss Me
Teen FictionNo soy una santita como en todas las novelas, ¿Bien? No soy esa chica santurrona de la cual se enamora de un chico popular y mujeriego, para luego terminar juntos y amarse por siempre. ¡No! Soy Emili y tengo 17 años de edad. A los chicos sólo los ve...