12 cap.

1.6K 86 18
                                    

Narra Manuel
Estoy en mí casa guardando ropa en mí valija, pues hoy nos mudábamos al departamento de Pablo aunque mí papá no sabe nada sobre eso pero no me preocupo, casi nunca está en casa entonces ni cuenta se va a dar; Cuándo terminé de guardar mí ropa apareció justo Juana, mí ama de casa, en la puerta de mí habitación.

— Señor Manuel vinieron sus amigos a buscarlo.

— Oh perfecto Juana —agarré la valija y me acerqué a ella— no le digas nada de esto a mí papá ¿si? —bese su mejilla y me dirigí a la puerta de la entrada sintiendo sus pasos atrás mio.

— Bueno pero sabe que su padre en algún momento se va a enterar —dijo mientras me seguía.

— Pero no ahora... —le sonreí con picardía antes de salir por la puerta, me aproxime al carro de Pablo donde estaba él sentado en el asiento de conductor y Tomás en el de copiloto— los niños atrás. —dije abriendo la puerta de Tomás, él rodó los ojos, se bajo del carro y agarró mí valija para irse a los asientos de atrás.

— "Los niños atrás" —me imitó y Pablo se rió— que chistoso, pero sabes que es más chistoso... —me senté de copiloto y cerré la puerta— que tu papá tenga empresas de autos y no te de ninguno. —contestó con una sonrisa burlona haciendo que Pablo soltará un uhh.

JA y para que voy a querer un auto si ya tengo de chófer a Pablo. —dije dándole unas palmadas en el hombro a Pablo.

— Cómo les gusta pelear a ustedes eh. —habló mientras encendía el carro y empezaba a conducir.

Entre Tomas y yo las peleas son normales, no son en serio —la mayoría de las veces— pero son normales como si fuera algo fundamental para nuestra amistad y no digo a que solo se basa en eso solo que no debe ser raro que alguna vez nos encuentran discutiendo por cualquier cosa.

— Y como dicen, los que se pelean se aman. —me giré para sonreírle seductoramente a Tomás y ver su expresión.

— Ay, salí de acá trolo. —su voz sonó alarmada, se deslizo en una esquina para alejarse de mí.

— Que homofóbico Tomás, después te andás quejando de que no soy cariñoso. —me hice él ofendido.

— Bueno ya... no quiero que se pongan melosos en mí auto y más si estoy presente.

— Parece que alguien está en modo tóxico. —vociferó Tomás, lanzándome una mirada que comprendí.

— Pablo sabés muy bien que hay Manuel para todas y todos. 

— Ah bueno primero se pelean y después se ponen de acuerdo —se quejó negando con la cabeza y apagó el carro.

Mire por la ventana, ya habíamos llegado entonces bajamos de su carro con nuestras valijas y vi algo que me llamó la atención, era a Mia dirigiéndose a la entrada del mismo lugar que nos dirigíamos nosotros pero lo que mas me llamo la atención fue la forma en que vestía que sino la hubiera observado todos los días en clase seguro ni la reconocía.

— Eu miren es Mía. —la seguí con la vista.

 Ella caminaba al frente nuestro, cruzando la calle y pese a que miro por los costados antes de cruzar no nos vio, siguió caminando hasta llegar a la puerta del mismo edificio que vamos entrar y al ingresar al interior de esta se perdió en mi campo visual.

— No creó, yo antes de irme del colegio le hable y tenía puesto un suéter horrible —comentó Tomás.

— Capaz que se lo sacó, pero seguro viste mal gringo —argumentó Pablo— pero si querés vamos y vemos —asentí y nos apresuramos para entrar.

— Esta llamando al elevador —anunció Tomás para después acercarse rápidamente a ella y tocarle el hombro.

— What —respondió ella antes de girarse para no darnos la espalda.

 Al vernos vi algo raro en sus ojos como preocupación o miedo, a lo que fruncí el ceño.

— Viste que no era Mia, sino no hablaría inglés —me dijo Tomás y yo me limite a rodear los ojos.

Si, capaz que no era ella, pero tenía muchas facciones en común que compartía con Mía, sin olvidar que era rubia con ojos azules y casi de su misma altura diría.

— No hablen fuerte al frente de ella,  seguro sabe español —nos susurró Pablo y justo el elevador bajo abriendo sus puertas dónde ella entro junto a nosotros.

— Sorry, we were wrong —perdón, nos equivocamos dije al entrar al elevador— ¿What 's your name? —¿cuál es tu nombre? Pregunte mirandola mientras ella apretaba el botón del piso que subía y tardó en responder.

My name is... Aim ¿Do you speak englihs? —¿hablas inglés? Preguntó en una mezcla de confundida y sorprendida.

Yes they don't, my name Is Manuel —sí ellos no, mí nombre es Manuel respondí con una sonrisa.

— Ya se puso a coquetear el gringo. —se quejó Tomás en voz baja pero lo escuché.

— No es mí culpa que no sepas hablar inglés —contesté y Tomás me hizo una mueca de nene de 5 años a lo que hice lo mismo.

— No se peleen en frente de ella. —nos retó Pablo a lo que Tomás y yo rodeamos lo ojos haciendo que Pablo suelte un suspiro al mismo tiempo que el elevador abrió las puertas al llegar al pisó que coincidía con el nuestro. Ella salió del elevador seguida de nosotros dónde la vi dirigiese con la llave de su departamento en la mano que era el que estaba al lado del nuestro.

Byechau dijo ella y se adentro a su departamento.

Bye —repetí embobado aunque sé que no me escuchó.

— Hey, quién de ustedes tenía la llave. —consultó Pablo.

— Vos la tenías Pablo. —contestó Tomás.

— No, no la tengo... —respondió abriendo los ojos al igual que nosotros— es joda acá la tengo —la sacó del bolsillo de su chaqueta sonriendo divertido mientras Tomás largaba un suspiro y yo negaba.

— Bueno entonces abrí la puerta —exigí y lo hizo. 

Al entrar el departamento era moderno además de amplió y el color negro era el que más resaltaba, apenas entrabas veías al frente la mesa cerca de la cocina (la cuál esta en la derecha) y cerca del living (que estaba en la esquina derecha), también estaba cerca el cuarto donde podemos lavar nuestra ropa (él cuál estaba a la izquierda al lado de la puerta de entrada); Me dirigí al living para inspeccionarlo mejor y vi una puerta a la izquierda que al abrirla mostraba una habitación con televisión, cómoda, una cama matrimonial, un clóset y baño propio que rápidamente me adueñe.

— Está habitación es mía. —grite y coloqué la valija arriba de la cama para ver las otras habitaciones.

— Esta es la mía. —vociferó Tomás desde la habitación que estaba cerca del living y del balcón que daba al frente de un baño.

— Y esta es la mía. —dijo Pablo desde la habitación que estaba al lado del baño que tendría que compartir con Tomás y alejada del balcón quedando una habitación de sobra que estaba al lado de la de Tomás.

No puede ser Manuel que te esté saliendo todo tan bien-pensé-.el departamento-conté con los dedos-una chica linda viviendo al lado, y si todo sigue marchando bien una apuesta ya ganada-sonreí.




















HOLAA, NO PUEDO CREER QUE ESTA HISTORIA LLEGO A LAS 100 ESTRELLITAS GRACIAS A USTEDES Y POR ESO ACÁ TIENEN ESTE CAPÍTULO EL CUÁL ES EL MÁS LARGO QUE ESCRIBÍ POR AHORA, LES AGRADEZCO DEMASIADO Y ESPERO QUE LES GUSTÉ BYE💞.

La Apuesta: Rebelde Way [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora