𝑻𝒉𝒓𝒆𝒆

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Habían pasado ya cinco horas desde que Jisung había ingresado nuevamente al mundo de los humanos y ya la noche había caído por lo que Mínho se encontraba cenando lo que él demonio le había hecho.

—¿Me estás diciendo que me cocinaste esto porque apreciabas a mí abuela? —Murmuró Mínho con el ceño levemente fruncido a lo que Han solamente asintió. —Bien entonces… Estoy satis- —No terminó de hablar cuando el demonio le tapo la boca, sus ojos se veían suplicante. —

—No lo digas por favor, déjame disfrutar y vivir como humano, puedo empezar a trabajar y pagarte un alquiler aquí en tu hogar pero no quiero volver allí abajo.

Mínho no sabe si fue por los ojos suplicantes del más pequeño o su tono de voz pero solamente agarró la pequeña mano del más pequeño y, luego de darle un muy leve apretón a está, le sonrió.

—Esta bien, no lo diré pero no es necesario que alquiles una habitación aquí, puedes trabajar y eso pero no es necesario, puedes hospedarte aquí. —Minho sonrió mientras miraba al chico en frente suyo. — Debe ser difícil para un demonio tener una vida de humano. —Murmuró no muy convencido de sus propias palabras. —

—Fui humano. —Murmuró el pálido con su celo levemente fruncido. Mínho lo miro curioso y asintió, animandole a hablar. — Hace ocho años en mí cumpleaños número 15 tenía una cita con mí novio. —Empezo Jisung, sus ojos se mostraban nostálgicos y tristes, aunque el demonio no pudiera sentir eso realmente. —Mi madre era homofóbica y al enterarse ese día que yo tenía novio me echo de la casa, le hice caso y prepare mis maletas para dirigirme a la casa de mí novio, cuando estaba yendo sentí como era agarrado por detrás y… sentí muchas cosas, sentí como abusaban de mí, sentí como me apuñalaba, cuando creí que ya no sentiría nunca más, Christopher, el demonio de la lujuria, se presentó ante mí diciéndome que le recordaba a alguien y me ofreció a entrar a su reino, acepte sin dudarlo, me beso y fue cuando mí pelo paso de ser rubio a ser azul, mí morocha piel se hizo pálida y dos alas hicieron aparición en mí espalda. —Jisung ahora tenía una expresión triste, tsk, como si realmente pudiera sentir eso. — Lo único que me gustaría sería decirle "Te amo" a Min- a mí ex novio una vez más.

—¿Por qué no lo buscas? —Pregunto curioso Mínho mientras veía al pálido. — Es decir, si quieres decirle que lo amas por última vez deberías buscarlo y decirle.

—No creo que me recuerde. —El peliazul sonrió mientras se levantaba de la silla donde se encontraba. — Hasta que yo pueda encontrar un empleo… ¿Podrías prestarme algo de tu ropa? Prometo que no será por mucho tiempo.

—Podemos ir a comprarte ropa. —Murmuró el más alto mientras se encogía de hombros. — Gastamos de mí dinero y luego me lo devuelves.

Jisung lo pensó durante unos segundos para luego asentir, sentándose nuevamente en su lugar. Ambos se sumieron en un silencio algo incómodo que Mínho rompió tras unos minutos.

—¿Cómo es la vida de un demonio? Es decir… ¿Donde viven? ¿Cómo la pasan allí abajo? —Preguntó Mínho mientras miraba al pálido. —

—Es… divertida a su manera. Con respecto a un demonio en si, no podemos sentir dolor, nuestro corazón no late, no tenemos sangre, no sentimos felicidad, tristeza, no sentimos nada, aunque una vez la señora Lee me dijo que nuestros ojos mostraban todo lo que no podíamos sentir, pienso que eso no es cierto. —Empezo Jisung mientras pensaba. — Dependiendo de cada demonio vivimos bajo el reino del demonio de la lujuria Christopher Bang, es como nuestro padre y es alguien muy agradable. Vivimos en un "valle" dónde está ubicado el castillo de Christopher, cada demonio tiene un compañero de habitación y si más demonios llegan más habitaciones se construyen. Todos somos como hermanos al estar bajo el mando del mismo demonio, estamos destinados a no reencarnar jamás y poder volver al mundo humano únicamente cuando somos llamados. Cada que un demonio nuevo llega, aproximadamente cien cuadros son pintados únicamente por ese demonio y son entregados a personas al azar, también mientras un demonio esté bajo el mando de un humano no puede ser invocado nuevamente.

Jisung trató de resumir lo mejor posible sobre su vida de demonio pero la cara de confusión del contrario le hacía pensar que no había entendido nada, haciéndole bufar y mirar los ojos.

—Es demasiada información en poco tiempo. —Se escucho de parte de Mínho tras unos segundos. — ¿Entonces no pueden sentir dolor y tampoco sangran?

Fue la primera pregunta de Lee y Han asintió, agarro el cuchillo que el contrario había usado para su comida y lo paso por su piel, abriendo una herida y en donde debería haber salido bastante sangre no había absolutamente nada. Mínho sabía que su el hubiera hecho eso definitivamente ahora estaría corriendo al hospital mientas gritaba que se iba a morir.

—Oh, tal vez estos otros cuadros que tengo sean de demonios también. —Murmurró Mínho mientras se levantaba y caminaba a su habitación, sacó una caja de debajo de su cama y volvió a la sala con una pequeña sonrisa. — Estos son todos los cuadros que me dio mí abuela, ¿Algunos de ellos son de demonios también?

—¡Este es San! —Murmuró emocionado el más pálido mientras veía el cuadro que tenía en frente. — Hey préstame un poco de tu semen quiero a mí amigo aquí. —Bromeó Jisung haciendo que Mínho se pusiera rojo de la vergüenza que le provocaba eso. — Oh, el es Jeongin, mí mejor amigo. —Murmuró acariciando el cuadro con un pequeño puchero. — Lo llamaron al mundo humano hace dos años y desde entonces no lo veo, lo extraño. —Continuo viendo distintos cuadros hasta que encontró uno que era el más grande. —¡El es papá! Digo Chris, el es el demonio de la lujuria. Eso son todos los demonios que conozco de mí tipo, aquí también está Seungmin, de la avaricia, ugh no lo llames jamás, es insoportable.

Mínho miraba con una sonrisa el como Jisung hablaba, pues sus ojos parecían brillar, entonces supo que lo que su difunta abuela había dicho una vez era cierto, todo lo que ellos no podían sentir se reflejaba en sus ojos...

Continuará...
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Christiano Bangnaldo inmida

Okno

𝑆𝑒𝑥 𝐷𝑒𝑚𝑜𝑛 - 𝑀𝑖𝑛𝑠𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora