parte única

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No está acostumbrado a soñar, eso sin duda.

Tampoco recuerda hace cuanto fue que dejó de ver aquellas figuras difusas entre sueños, dejar de confundir la realidad con lo que no era y despertarse con el eleve sentimiento de entumecimiento, cuando su rutina de sueño empezó a reducirse en 2 copas de vino, sacudirse entre las sábanas para luego caer noqueado hasta la mañana siguiente, envuelto entre los brazos de su marido. Si lo piensa de esa manera, supone que es lo mejor que le pudo haber pasado.

Pero a veces, sólo a veces (mucho más de lo que le gustaría admitir) se queda viendo a Tubbo mientras el chiquillo duerme, sus diminutas manos ("Mierda, es demasiado pequeño, Quack, lo vamos a tirar." Se oye hace algunos meses, con un Tubbo aún más enano de lo que ya es y un par de padres primerizos) reposando a cada lado de su cabecita castaña. Y Tubbo balbucea entre sueños, balbucea y se ríe y se revuelve un poco también. Schlatt se encuentra a sí mismo preguntándose en qué estará soñando, luego se fuerza a responder que en alguna tontería sin sentido y que definitivamente no se está volviendo suave.

Quackity lo mira con amor inyectado en las pestañas cada vez que sucede tener el tiempo suficiente para encontrarlo en ese estado, se acerca por atrás y le cuenta feliz "¡Está soñando con los angelitos, Jay! ¿No es precioso?"

Y cuando Tubbo despierta, ojitos somnolientos mirando hacia los dos adultos (prácticamente) sobre él, tal como dos aves vigilando su nido, que en este caso es una cuna de madera pintada con un suave tono de verde, hace ruidos felices y estira las manos hacia ellos, y Quackity siempre es el primero en tomarlo entre brazos y hablarle en ese ridículo timbre de voz.

"¿Cómo durmió mí príncipe? ¿Tienes hambre?" Pregunta y Schlatt rueda los ojos, porque es estúpido preguntarle a alguien que apenas hace una semana aprendió a decir "Apá" y esperar a que responda, pero sus labios se curvan hacía arriba aun así.

Porque es pura, pura y envidiable la manera en la que Quackity demuestra su amor tan fácilmente.

Schlatt no está acostumbrado a amar. Nació en una casa que solía decirle que Jesús lo amaba más veces que las que en realidad se lo decían ellos mismos. Nunca tuvo amigos reales durante la escuela, sólo una mesa de almuerzo rodeada de perdedores. Nunca se enamoró de verdad, solía encamarse con chicas sólo cuando estaba aburrido y despertar en una cama que no era suya al día siguiente.

Quackity, por otro lado- A él el amor se le desborda por los poros. Habiendo nacido en una familia feliz y unida, que realizaba fiestas porque sí, porque no y por si acaso, recibía regalos en cada cumpleaños y un beso de buenos días y buenas noches, uno más para la buena suerte. Tenía variedad de amigos, muchos de los cuales con los que aún continúa hablando. Se mueve con facilidad entre la gente, los hace sentir cómodos y se enamora fácil, ni siquiera sólo en un aspecto romántico. Se enamora de la vida y lo demuestra tal como demuestra sus pensamientos, con palabras, presentes y miradas profundas.

Tubbo tenía mucho amor, también. Es pequeño, muy pequeño, pero los ojos de azul cielo se le iluminan con algo hermoso cada vez que mira a sus papás, y sus manitos siempre le buscan cada vez que pasa cerca de él, se ríe de todas sus bromas horribles aún si es que claramente se le hace imposible entenderlas.

"Quiere que lo cargues." El pelinegro le dice, tratando con todas sus fuerzas no dejar caer al pequeño en sus brazos que se inclina hacia adelante sin cuidado alguno.

"Tubbo siempre quiere que lo carguen." Y Schlatt resopla, pero estira los brazos y deja que el mocoso se le trepe encima, que ponga sus manos sobre su cara y se la estire como si se tratara de plastilina.

monday morning . DREAMSMPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora