Código Alma

Prologo: Otra simulación más

"Oye ¿Cuándo te vas a quitar esos audífonos de tus orejas? Parece que no puedes vivir sin ellos."

La respuesta fue un breve bufido mientras las manos apretaban las orejas, atrapando el sonido de la canción para que retumbara en su cabeza con mayor fuerza, dejando que el estado de extasis se mantenga, por algo tenía la musica en bucle y a máximo volumen aprovechando que está en su merecido descanso después de lo mierda que es la vida en la enseñanza secundaria. Sus primos tenían razón en aquellas reuniones de navidad, crecer es una trampa de la cual te das cuenta demasiado tarde.

"Jo, sé que estas obsesionada con la canción ese grupo indie que encontraste de pura casualidad en la red, lo entiendo completamente, pero faltan diez minutos para regresar a clases y trayecto de regreso a clases es de alrededor de siete minutos y–" puso su mano en la boca de su amigo, le agradaba su voz, sin embargo, cuando entra en modo paranoia y ella está en su modo interior le fastidiaba, esa línea no se cruza por nada del mundo.

"Lincoln, en primera, sólo porque en ocasiones te digo Lic como algunas de tus hermanas no te da el derecho a ponerme un apodo, sabes que odio que me digan Jo ¿Entendido?" Lincoln asintió "segundo, relájate quieres, jamás hemos llegado tarde desde que encontramos este espacio a las afueras de la secundaria, tu salón está afuera del edificio y Mollie sólo tiene que abrirme la venta para que yo entre, y ya, asunto arreglado."

Al parecer a Lincoln no le hizo gracia que Jordan tuviera aún su mano en su boca, por lo que hizo lo más educado para tener su turno de réplica. Lamerle la mano.

"¡Uhh!" Jordan se levantó de golpe y limpio su mano contra el tronco del pequeño árbol que les daba una pequeña sombra "¡Eres un asqueroso Lincoln Loud! ¡Te ganaste un pelotazo en el rostro por eso en gimnasia!"

"Vaya, estoy aterrado de la amante de los cachorros de osos polares, de seguro uso de escudo a tu osito de peluche para evitar que me desfigures la cara como a Michael tras el incidente de la flatulencia" Lincoln hablo sarcásticamente mirando al otro lado, claramente conociendo los secretos de la chica, quien llevado por el sonrojo de la vergüenza de que le volviera a restregar en la cara su amor por los lindos osos polares, salto a corretear a Lincoln con un grito de guerra. Obviamente, el albino respondió...huyendo como un cobarde.

Todo aquella escena de un par de adolescentes saliendo de su nuevo escondite podía captar la atención de uno que otro transeúnte que los miraba extrañados de porque no estaban en la escuela si en horario mañanero, sin embargo, casi todo pasaban de ello al estar sumergidos en sus celulares o aparatos inteligentes, escuchando, viendo, siempre conectados. Poco sorprende en esta era como la tecnología nos ha consumido como humanidad, por supuesto que ha tenido ventajas increíbles y beneficios para todos, aun así ¿no sientes que todo se volvió más plano? ¿Gris? ¿Carente de empatía?

"¡Fíjate por donde vas imbécil!"

"¡Rojo significa alto animal! ¡No caminar como bobo por la calle!"

¿Un automovilista insultando a un peatón que camino el cruce en rojo? Estaría correcto y en su derecho de no ser porque el conductor iba texteando con su nueva novia, y como ella es demasiado despistada e inocente, Chaz tenía que repetirle muchos las cosas. Al final, no atropello a nadie, él hubiera jamás existe. En todo el proceso de corretear a su amigo, Jordan sólo escuchaba la canción de la banda Red repetirle que dejara todo arder, ninguno sonido del exterior se llegaba a su cerebro, nada humano o natural, simplemente las emociones provocadas por la voz de un sujeto que no conocía. Vaya que tenía mucho que sacar, las cosas de poco iban en viento en popa en la residencia Rosato, y Lincoln junto con todos sus amigos en la secundaria es su válvula de escape.

Al saltar la reja que separaba el terreno público del de la secundaria de Royalwoods, Jordan opto por dejarse ir por la canción y lanzarse al estilo de las lucha libre hacia Lincoln para atraparlo, cayendo sobre la espalda de este y rodando un par de vez hasta terminar encima de el en una posición de sumisión, con una palanca en su brazo derecho.