❝En estas tierras reinan las artes y los contratos. Ambas, por muy dispares que parezcan, nutren a la gente de Liyue.❞
En sus inicios, cuando la Alianza GuiLi aún existía, los dos dioses protectores gobernaban a los mortales con ella. Rex Lapis vel...
Tema obligatorio:Cartas.Tema secundario: Protección.
Descripción:En sus miles de años de existencia, Zhongli y Xiao recuerdan con nostalgia las primeras chispas de humanidad de ambos. El pequeño brote que floreció en el pecho de Xiao y el manantial imperturbable que cobro vida de Zhongli; ambos despertaron y los convirtieron en los que soy hoy en día.
Basado en: Universo original de Genshin Impact. Compatible con el Lore. Advertencia de pequeños HeadCanons.
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Xiao tomó una nueva respiración. El pesado olor metálico invadió, como un silencioso amante, sus fosas nasales. El hedor le hizo sentir una sensación de ahogo que lo transportó a otro lugar. Su memoria regresa a siglos atrás. Él, con un cuerpo tan frágil capaz de ser arrastrado por una pequeña brisa, bañado de pies a cabeza por la sangre de sus enemigos.
Aún recuerda cuando se inclinaba ante los cadáveres de todas sus víctimas. El proceso era siempre el mismo, la rutina ya lo había absorbido, no podía escapar de ella. No podía escapar de él. Con un cuchillo abría sus cabezas y devoraba esos hermosos sueños. ¿El sabor? No lo recuerda y tampoco desea hacerlo. Tal vez eran dulces, como los pasteles de loto. Aunque podrían también ser amargos. Después de todo, no todos los sueños podrían ser tan agradables como los de los niños.
Xiao no lograba recordar. Se negaba a hacerlo. Porque, si trataba de recordar el sabor de los sueños, inevitablemente anhelaría volver a probarlos. Ya le bastaba con añorar la textura suave y algo viscosa, solo imitada en un sesenta o setenta por ciento por el tofu de almendras preparado en la posada Wang Shu. Se le hace agua a la boca a penas recordarlo.
Algo, una pequeña luz, dentro de él esperó con ansias probar ese hermoso y suculento platillo hecho por esas manos cuando llegara la medianoche.
Faltaban veinte minutos para la medianoche.
El sabor a hierro que se filtra desde su máscara le hace salir de sus pensamientos errantes. Mira a través de su máscara el paisaje nada adorable. Eran las cercanías de la posada. El gran lago que rodeaba el ancestral árbol, la luna brillante haciendo de linterna y la naturaleza casi destruida y reseca fueron los únicos testigos de su masacre. Las tímidas aguas del lago poco a poco bebían de la sangre derramada. Xiao recorrió el lugar con detenimiento. Había muchos Hilichurls mutilados. Algunos estaban en una pieza, con solo uno que otro agujero que perforaban sus pechos. Mientras que otros parecían un rompecabezas destrozado en un arrebato de ira. Los jefes no estaban en mejor estado. Aun cuando en tiempos actuales los Mitalchurls eran conocidos por ser seres fornidos los cuales eran difíciles de decapitar, no fue un trabajo muy difícil para un Yaksha como él.
