- Que sorpresa hermano mio, ¿Que os trae tu valiosa presencia a mi humilde hogar? - aguanta Anastacia, no te rías.
- No estoy para tus bromas sin chiste alguno. - rueda los ojos - ¿Por qué no me hablastes sobre el viaje a Hawaii?
- Nunca me preguntastes - entro hacia la sala, tiro el bolso al suelo y me recuesto en un sillón de cuero blanco que adoro. Me saco los zapatos y los arrimo a una esquina.
- ¡Oh claro! - exclama - Como tu siempre pasas viajando por el mundo, debí imaginarme que te irías a Hawaii, ¡Que estúpido soy!
Ruedo los ojos ante su burla. Al único lugar fuera de Londres que he ido es Vancouver-Canadá, y fue por asuntos de trabajo.
- Exagerado - le reprocho. Me remuevo en el sillón para más comodidad y cierro los ojos.
- ¡Anastacia! - me sacude - En Hawaii hay mujeres con curvas de infarto, ¿y tu me dices que exagero? - me sacude más fuerte.
Abro los ojos y ahí está: Mathias como siempre pensando en sus próximas conquistas.
¿Y quién no? Mi hermano tiene una lista interminable de pretendientes, les aseguro que si Theo fuera gay, hace mucho lo hubiera violado como un salvaje conejo.
- Además, - se aclara la voz - debo cuidarte de los chicos con pene al aire libre.
- ¡Mathias! - golpeo su hombro.
- Lo siento, mamá - dice entre risas.
Me levanto y recojo mi bolso, cuando encuentro mi móvil presiono el botón de prender y veo la hora, son las siete pm.
Dejo el aparato en la mesa de centro y voy hacia mi habitación.
- Iré - dice Mathias. Eso me saca de foco, ¿Como que irá? El no puede, va a molestar todo el día y no me dejará en paz.
- ¿Perdón? - me vuelvo hacia mi hermano. Alzando una ceja y con las manos en la cintura, digo ante su silencio y asentamiento de cabeza - Tú no puedes ir.
- ¿Por qué no puedo ir? - ataca - Yo también tengo derecho a ir.
Si que me tocó un hermano jodido como el infierno. Recuerdos vienen a mi cabeza, como el día en que me encontró con...¿¡Pero qué!? Casi recuerdo algo que no debo. Pasado pisado, así de fácil.
Claro, y yo soy superman....
- Simplemente porque no puedes, ni quieres, ni debes - le aclaro.
- Si puedo, si quiero, y si debo.
Que hombre más terco. Igual que tú.
- Por cierto, ¿Por qué no quieres que vaya con ustedes a Hawaii? - curiosea mi hermano.
- No es que no quiera... - eleva una ceja - bueno no, no quiero, pero es que te pasas del papel de "hermano protector" - confieso.
- Lo hago porque te quiero y no quiero que te vuelvan a lastimar...como aquella vez... - en las últimas palabras su voz disminuye a una muy baja y nerviosa.
Levanto la mirada y ya se puso tenso, sus nudillos blancos y mentón apretado.
Me acerco y lo abrazo.
- Lo siento.
- No te preocupes.
Con su disculpa me relajo y lo suelto, le sonrío y el me devuelve el gesto, me giro y ahora si me voy a bañar.
Quiero, puedo y necesito un baño.
(*****************)
Los siguientes capítulos van hacer dos, es largo y tuve que repartirlo. Perdón por alguna falta ortográfica y porque es corto, los siguientes serán más largos, como deberían ser.
Otra cosa, por mis vacaciones me iré de viaje, bueno...eso si voy, ya que reprobe matemáticas y tendré que ir a supletorio. ╥﹏╥ . Y no se si pueda seguirla, quiero decir que se pausará, pero...solo eso, pausare la novela. La seguiré.
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Todos menos tú
ChickLitAnastacia cumplirá su sueño: Irá con sus mejores amigos a Hawaii. Todo pasa de un modo perfecto, pero su felicidad no dura mucho; Fernando volverá a su vida luego de tantos años. ***** - ¿Ana? - el rostro con facciones perfectas del cual juré que no...