Capítulo V:
Fortaleza
La delantera del Raimon se encontraba subiendo con rapidez al campo del contrario.
No podía desperdiciar esta oportunidad iba a marcar un gol por mis compañeros.
Por ellos que se esfuerzan por tener su fútbol de vuelta y jugar en completa libertad.
- ¡Oh oh tres defensas se abalanzan sin piedad a la delantera! ¿Podrá esquivarlos y continuar su camino a porteria o terminará igual que sus compañeros? - el comentarista realmente disfrutaba la situación.
- Control de sombras - dije mientras chascaba los dedos corazón y pulgar de mi mano derecha.
Gracias a esta súpertécnica tenía el control absoluto de sus cuerpo, me inspiré completamente en mi espíritu guerrero para esta técnica.
Primer movimiento, el jugador de la derecha marchó hacia atrás con un simple movimiento de mi mano.
Segundo movimiento, el de la izquierda salió corriendo con gran velocidad hacia el lado contrario solo que esta vez paré la potencia a último momento y cayó al suelo.
Finalmente le tocó el turno al del medio, con mucha seguridad hice que se pusiera de rodillas, inclinándose ante mí.
Este momento quedaría grabado en mi memoria para siempre.
- ¡¿Cómo?! ¡¿Qué acaba de pasar?! ¡Un jugador está inclinandose ante Alessia White! ¡¿Acaso la está alabando por la manera de superar a sus otros compañeros de equipo?! -euforia era poca lo que sentía el señor que narraba el partido.
Iba a continuar mi camino pero algo se puso en medio, más bien alguien.
- Tezcat quítate del medio -no iba a controlarme con él, le enseñaría en primera fila mi progreso gracias a nuestros entrenamientos.
- Oh vamos Alessia déjame ver el resultado de todos nuestros entrenamientos lo merezco ¿no? Después de todo he sido tu entrenador.
- Como quieras pero no voy a controlarme ni un poco.
Empezó una batalla entre entrenador y jugador, compañeros de entrenamiento, amigos o como quieras llamarlo.
Miles de sentimentos se podrían apreciar en el ambiente, ambos luchaban con todo lo que tenían.
Dieron una patada a la vez al esférico causando unas grandes capas de viento, debido a la fuerza del golpe retrocedieron unos metros.
Sin pensarlo la castaña corrió y saltó hacia la pelota que se encontraba en el aire.
Había tenido la suerte de que no se encontraba tan lejos de la portería.
Sin pensarlo chuté:
- Lanza de Atenea.
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𝐀𝐥𝐞𝐬𝐬𝐢𝐚 𝐖𝐡𝐢𝐭𝐞
Fanfiction¿Por qué debía jugar un deporte que no le causaba sentimiento alguno? ¿Por qué el fútbol era tan importante para otras personas? ¿Por qué no puede serlo para ella también? Esas eran unas de las muchas preguntas que se hacía Alessia White constanteme...