𝗩𝗜𝗜

96 9 3
                                    

Capítulo VII:

Estancada.

El encontrarme a mí madre aquí no era algo que yo esperara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El encontrarme a mí madre aquí no era algo que yo esperara. Tampoco pensé que me afectaría de aquella manera, es decir, es mi madre, la veía en casa, lo justo y necesario, pocas veces hablaba con ella y cuando lo hacía era para reprocharme cosas.

Su preocupación por mí empezó a desaparecer cuando entré a una etapa más rebelde en la que intentaba saltarme entrenamientos o simplemente hacía algo que no quería, desde ese entonces ya no me trataba con algún signo de cariño.

Las únicas palabras que se escuchaban en la casa eran relacionadas con el fútbol.
"Ni se te ocurra faltar al entrenamiento o te la verás conmigo". "Sino fuera por tu padre no serías lo que eres ahora, le debes todo".

Lo que más miedo daba es que incluso a veces hablaba en plural, como si mi padre estuviera vivo.
"No haces nada más que decepcionarnos". "Tienes que ser la mejor, ¿o es que no lo entiendes? Eres nuestra creación, nuestra prodigio".

Pero más que nada, lo que me hizo tener esta reacción era que ella estuviera viéndome jugar en un partido. Desde que mi padre murió no viene a ninguno, simplemente se encarga de interrogarme en casa de lo que había pasado. Era la primera vez que pisaba un estadio luego de tantos años.

Yo no entendía nada ahora mismo, ¿que hacía aquí y cómo había conseguido el sector V traerla?

La voz del comentarista me sacó de mis pensamientos, indicando que ya empezaría la segunda parte. Saliendo del pequeño trance me dirigí a mis compañeros que se veían preocupados.

Como pude les sonreí.— Entrad vosotros ¿si? En cuanto aclare un poco mi cabeza me uniré.

Nuestro capitán fue el que se me acercó primero. Me miraba con dulzura mientras me desordenada el pelo. — Tomate el tiempo que necesites, es nuestro turno de sorprenderte.

Asentí con una sonrisa un poco más sincera ahora. — Os estaré viendo.

Mark intervino en la conversación. — Chicos, es hora de entrar al campo.

Dando un suspiro me dirigí al banquillo. Cuando estaba sentada, me incliné hacia delante, mis codos estaban apoyados en mis rodillas, así que tenía mi cabeza apoyada entre mis manos. Una postura rara pero bastante cómoda según yo.

Unas caricias en mi espalda me desconcentraron. Jade y Rossie se encontraban a mi lado, me miraban con lástima. Como si no supieran que tenían que decir para que estuviera mejor.

— No hace falta que digáis nada, estar así es más que es suficiente.

La más tímida de las dos habló. — Lo sabemos pero eres nuestra amiga, queremos que estés bien.

— Rossie tiene razón chica, nunca te habíamos visto así y en parte me siento mal por no saber que hacer.

Sin que se lo esperaran les di un fuerte abrazo, tenerlas como amigas es de lo mejor que me ha podido pasar.

— A mi me encanta estar así con vosotras pero creo que os habéis dejado algunas cositas sin recoger por ahí ¿no? — Señalé el desastre que tenía enfrente, que más que nada eran parte del botiquín.

Ellas rieron un poco. — Upss.

— No os preocupéis más por mí, id a recogerlo, que no me voy a morir de verdad.

Luego de dudar un poco finalmente aceptaron. Dándole la oportunidad a los adultos de acercarse a mí.

Caleb se sentó a mi lado mientras hablaba, y con confianza agarró mi mano. — No es bueno estancarse al pasado ¿sabes?

Le miré para contestarle. — ¿Pero y si el pasado sigue siendo parte de mi presente?

Nathan preguntó confuso. — ¿A que te refieres?

Quizás era hora de contarle a alguien más mi historia. Tragué saliva. — Bueno, no esperaba contarle esto a alguien más pero siento que puedo confiar en vosotros.

Jack habló por primera vez. — No te juzgaremos, te lo prometo.

Sonreí un poco ante sus palabras.

Empecé a hablar haciendo que escucharan atentamente. — Llevo jugando al fútbol desde que era pequeña, pero no porque yo quisiese. Mi padre me entrenaba sin descanso, todos los días durante todas las malditas horas o al menos eso sentía yo.

Lo siguiente que dije pareció sorprenderles.
— Mi padre murió cuando yo tenía 11 años por una enfermedad respiratoria llamada Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica. Aunque suene mal en parte me alegré, mi mente inocente pensaba que al no estar ya en este mundo no podía obligarme a jugar este deporte. —Solté una pequeña risa irónica.— Me equivoqué. Un día mi madre vino suplicandome que cumpliese el sueño de mi padre. Ahora no solo tengo que tener el peso de jugar al fútbol por él, sino que por ella también.  Me dijo unas palabras que aunque quiera, nunca se me podrán olvidar:

"Alessia eres una prodigio, debes cumplir con el sueño de tu padre, conviértete en la mejor jugadora de fútbol del Mundo. Hazlo por él. Por mí."

Luego de una breve pausa seguí hablando. — Quizás no es mucho, pero a mí esas palabras me marcaron. Y ya para rematar hoy el día, la mujer que me ha parido ha venido a un partido en el que juego por primera vez desde que mi padre estiró la pata. ¿No es ideal?

Rieron un poco por la forma en la que hablé a lo último, se veían preocupados pero al menos pusieron de su parte cuando intenté aliviar un poco el ambiente.

Jude habló un poco más seriamente. — ¿Te sientes obligada a jugar este partido?

Sabiendo a lo que se quería referir negué rápidamente. — No, o al menos eso creo. Nunca he jugado por mí pero ahora mismo no me siento incómoda. Lo hago por ellos, —miré al frente, donde estaban mis compañeros en el campo— cuando ví en sus caras la esperanza de ganar el partido cuando marqué, sentí algo aquí. —Señalé mi pecho.— Pero era agradable. Lo único que bueno, no sé.

Shawn que estaba a mi otro lado, apoyó su mano en mi muslo, sé que lo hacía con todas sus buenas intenciones pero tuve que rezar que no se me notaran los colores, por que me había puesto muy nerviosa de repente. — ¿Puede que lo que te eche para atrás sea que tu madre te esté viendo?

Asentí y cuando le contesté me sorprendí a mi misma por haber tartamudeado. — S-sí. Pero como ha dicho Caleb, tengo que dejar el pasado atrás ¿no? Quizás debería dejar de dudar.

Mark se inclinó delante mia, haciendo que lo tenga ahora a una altura similar a la mía, ya que estaba sentada. Me miró con una sonrisa. — Todo el mundo ha dudado en algún momento y está bien. Dudar nos hace humanos Alessia.

Miré una vez más al campo y le di una mirada decidida a mi entrenador. No podría quedarme un segundo más aquí en el banquillo, sintiéndome culpable al dejar tanto tiempo a mis compañeros luchar solos. Me hice una coleta alta con la mirada de los antiguos jugadores del Raimon en mí, tenían una sonrisa en la cara, sospechando lo que iba a hacer. — Creo que es hora de que Alessia White entre al campo, ¿no cree entrenador?




















































              ◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢

Dios lo siento pero se me hace inevitable no hacer escenas de este estilo con Shawn y Caleb. Sé que son adultos en la historia pero jrksvdosvsiwhd me encantan, discúlpenme.

Ya sí que sí en el siguiente capítulo empieza el partido, publico esto para no haceros esperar tanto y yo así aprovecho y me veo otra vez la película para recordar que pasaba xd.

Me haría ilusión que comentarais ^^

Nos vemos en el próximo cap, chau.










Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 26, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐀𝐥𝐞𝐬𝐬𝐢𝐚 𝐖𝐡𝐢𝐭𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora