𝙈𝙖𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖

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En otra ocasión, Hyoga y Seiya se dirigían juntos a la escuela; bien arreglados, con sus mochilas y uniformes.

—Oye, Seiya.
—¿Qué sucede, Hyoga? —Contestó el mencionado.
—Estoy comenzando a sospechar que la maestra no nos pregunta las cosas porque no las sepa —Comentó el pequeño rubio.

Seiya lo miró sin saber si verlo con incredulidad, con fastidio o con diversión.

—¿Estás bromeando, Hyoga? ¿Apenas lo notaste? —Preguntó retóricamente el menor.
—Estoy bromeando —Respondió Hyoga con una sonrisa burlona.

El pequeño castaño frunció el ceño y le dio la espalda.

—Vete al diablo entonces —Dijo molesto adelantándose un par de pasos, dispuesto a ignorar a su amigo el resto del camino.

Ambos andaron en silencio por un rato hasta que...

—¡Y yo que le contestaba a esa simuladora con ese tonto tono paternal! —El berreo de Hyoga congeló a Seiya.

“¡En verdad no lo sabía!”

✯¡𝙋𝙤𝙧 𝘿𝙞𝙤𝙨, 𝙎𝙚𝙞𝙮𝙖! ✯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora