Parte 2

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N

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N.O.

Abrió la puerta, aún con la mirada de espanto. La vio allí, como normalmente está. Sentada en uno de los puestos del salón de biología. Estudiando cuando el período de clases había terminado.

-Hola.- Saludó Mira, lo había escuchado y por alguna razón sabía que era él, seguía prestando atención al libro que sostenía y notó que sus ojos se movían rápidamente por estar leyendo.

Adam se acercó- Hola, oye, necesito que... ¿Sabes dónde está Kai?- Por alguna razón estaba nervioso. Supone que ella sabe sobre el enamoramiento del anterior mencionado (lo cual era muy fuerte, casi no podía ocultarlo), y puede que ya se dé cuenta de por qué Adam lo busca.

-Ah, sé dónde está, Adam. Pero creo que está enojado contigo. No sería buena idea ir a verlo.- Mira levantó la vista, mordiendose una uña. Su voz estaba entristecida, pero él agradeció que ella no le pidió explicaciones y vaya directo al grano, estaba apurado un tanto.

-¿Hablas en serio?- Preguntó, pero la mirada que le dio contestó que sí lo hacía- De todas formas necesito hablar con él antes del partido.- Aún estaba quieto, rogándole que dijera al menos una pista.

-Está ayudando con las cosas de las porristas... con Vanessa.- Lo último casi lo susurró y Adam quedó extrañado, como si eso fuese algo horrible. Y Adam se dio cuenta que ella le ocultaba algo, pero no importaba, necesita verlo.

-Gracias por decirme.- Y se dirigió a la salida, dejando a Mira con un mal presentimiento, y se arrepintió de decirle en dónde se encontraba.

Pero ella no lo dejó irse- ¿Lo amas?- Su voz curiosa lo detuvo, pero está sigue triste, como con lástima, estaba extraña.

Él la miró por arriba de su hombro y pensó en la pregunta, ¿de verdad lo amaba? Y luego esos recuerdos azotaron su cabeza, esos momentos juntos, donde rieron, donde pelearon por quién iba a pagar la comida, aparecieron y por milisegundos se mantuvo quieto, pero la respuesta salió por sí sola- No sabes cuanto.-

Pero ya es tarde, ella no es Kai y aún Kai no lo sabe. Debe apurarse.

Abrió y cerró la puerta detrás y se dirigió al vestidor de chicas. Sabía que estaban ahí, Adam tiene claro que ellas deben maquillarse, vestirse y también preparar las botellas con agua. Aunque no podía negar que le molestó un segundo que Kai estuviera con ellas.

Luego se imaginó el peor de los escenarios.

El pensamiento continuo de <No todo termina bien> se hizo presente, pero no es que todo termine mal, tiene la remota posibilidad de que el pelirrojo perdone la idiotez que lo acompaña.

Adam cree que le dará una segunda oportunidad.

...

Ahí estaba, de frente contra el destino. Decidido de entrar, afrontarlo y a pedirle perdón de rodillas.

𝙑𝙄𝙑𝙀 ⇄ 𝙆𝘼𝙄𝘿𝘼𝙈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora