--El Cigarro--

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    - ¡Otro más papi, por favor! -

-Bien, Bien. Pero más que un cuento, puedo decir que esta es una anécdota- Dijo el padre, un hombre particularmente joven para serlo, a sus hijos, dos pequeños niños asombrados por las siempre increíbles historias de su padre, el humo de aquel verde cigarro llenaba todo el vacío en el alma de esas tres únicas personas, abandonadas en aquella habitación a su suerte. ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Semanas? ¿Años? Es inseguro, se siente como si el tiempo se hubiera detenido para ellos.

-¿Saben? Yo una vez viví fuera- Dijo para luego escuchar jadeos sorprendidos. -Así es, tuve la fortuna de salir de este lugar y ver el exterior, antes de que sea destruido, ¡antes de que todo fuera inhabitable! - Grito en un susurro, apagando la colilla del cigarro en la gris tierra. - ¿Como era, preguntan?... Bien por dónde empezar- dijo después de unos segundos de reflexión en el que prendió otro de sus verdes cigarros, el último de ellos. -Paisajes de un color verde como este cigarro, personas como nosotros caminando por todos lados, felices siempre, nadie tenia que pelear por vivir, simplemente lo hacían- dijo con una sonrisa melancólica, como recordando algo que paso hace mucho.

-¿cómo eras tú en ese entonces papi? - cuestiono uno de los dos pequeños en un susurro sin fuerzas.

-Yo era alguien alto y hermoso- dijo en broma. -O eso quisiera decir, pero era alguien amargado con la vida, la despreciaba por todo y por nada, hasta ahora me arrepiento de ello. No recuerdo mucho, pero sé que había cosas que me hacían muy feliz en ese entonces. ¿Cuáles, preguntas?... Pues una de ellas era ver la sonrisa de tu madre... Oh mujer cuanto te extraño- Dijo esto ultimo a la nada en particular. - ¿Hijos, Tienen sueño?- Preguntó con la voz temblorosa, al punto de las lagrimas al ver a sus hijos acurrucarse juntos en la esquina de la habitación, no puede ir a abrazarlos, no le quedan fuerzas

-Si papi, tenemos mucho sueño... Mira a mi hermano, ya esta dormido- Dijo con una infantil sonrisa llena de alegría, sin fuerzas. - ¿Sabes que, papi? El dolor de estómago ya se fue, no siento nada de dolor, solo tengo algo de sueño, ¿Te importa si voy a dormir un rato? - Dijo en un hilo de voz que solo hizo incrementar el sufrimiento de su desdichado padre.

-Está bien, Cuando despiertes, ¿quieres seguir escuchando la historia, Verdad, hijo mío? - Pregunto al borde de las lágrimas, recibiendo un asentimiento de su preciado hijo.

-Te amo... Papi...- Dijo con su ultimo aliento, cayendo en un sueño del que nunca despertara.

-También los amo, a ambos- Dijo antes de romper en llanto, viendo como la guadaña negra de la muerte se llevaba a sus dos hijos inocentes lejos de su lado.

-Saluden a mami... ¿Sí? - Pregunto a dos cadáveres, antes de apagar su ultimo cigarro, y junto con él cerró sus ojos, esperando no abrirlos de nuevo.

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⏰ Última actualización: Feb 27, 2021 ⏰

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