☆Mundo del DDlg y muchísimo más.☆

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Abro la puerta con fuerza y respiro hondo.

Veo una chica peli negra acariciando el brazo de mi hombre, una sensación de acidez se instala en mi pecho y con una sonrisa me acerco hacia ellos. Solo había ido a buscar unos chocolates para mi pequeño y esa mujer aprovechó. Hugs.

–Hola– digo para sentarme en el regazo de el.

Veo como sus mejillas se ruborizan y solo sonrió inocente.
Colocó una mano en una de ellas y acaricio lentamente acercándo mis labios a los de el para empezar a besarlo con lentitud mi lengua acaricia la de el y antes de separarme lambo su labio inferior dejando una pequeña mordida.

Nos quedamos viendo por unos instantes hasta que una toz falsa nos interrumpe.
Levanto una ceja y enredo una mano en el cabello de el acariciando levemente para darle una sonrisa a la pelinegra.

–Oh...sigues aquí... lamento eso, es que no podía estar un segundo sin poder besar los labios de MI hombre, es que sus besos son la gloria más adictivas y lo mejor sus besos son solo para mí – le comento a la chica reclamando con fuerza el "mi"

Ella asiente con lentitud para luego darle una sonrisa a mi bebé.

Sin poder evitarlo gruñó y hago el intento para pararme cuándo siento más manos de él aferrándose en mi cintura trazando pequeños círculos en ellas. Bajo el rostro apenada.

–Bueno, esta bien, te entiendo chica el es un chico hermoso ten cuidado con tu hombre o alguien puede ir por el– dice intentado aligerar el ambiente con aquella broma.

Río fríamente y vuelvo a levantar mi rostro inexpresivamente.

–Y tu cuida tu boca antes de que algo malo pase– respondo para levantarme.

El hace lo mismo sin decir una palabra y empiezo a caminar enojada.

Siento sus pasos atrás, me siento en una banca pronto sus pasos se acercan y el lo hace también. Veo por el rabillo de ojo como su rostro aún está sonrojado y muerde su labio inferior nervioso sin levantar su mirada de sus manos.

–¿Estás enojada?– me pregunta con tristeza.

Muevo mi cabeza para verlo y tomo su rostro entre ambas manos mirándolo fijamente.

–No amor. No estoy enojada.

–Pero parecías enojada haya atrás... pensé que estarías enojada conmigo – admite.

–Estoy enojada pero no contigo, sino con esa chica, tu no puedes evitar ser activo pero confío en ti...

–...Siempre seré suyo, esa señorita no era linda ni comparada como usted... además ese beso... ese beso fue muy ehm lindo– susurra con una pequeña sonrisa en sus labios.

Yo sé la devuelvo y dejo un beso en su frente.

–Bueno, esta noche tendrás muchos besos y más cariño, mucho más pero mientras tanto ten– me entego una bolsa de galletitas y un paquete de chocolate.

–¿Enserio me dejas comer todo esto?– pregunta feliz. Yo asiento contagiada de su felicidad.

–Si, te dejo necesitaras mucha energía hoy...– le respondo con una sonrisa coqueta. Lo cual hace que el se vuelva a sonrojar. Dios nunca dejaría de amarlo ver de esa forma. Era tan adorable.